AMBIENTE-ASIA SUDORIENTAL: Una nube de humo crece desde Indonesia

Las nubes de humo producidas por incendios forestales de Indonesia cubren extensas áreas de Asia sudoriental, y ya han provocado problemas respiratorios a miles de personas y la suspensión de vuelos en dos aeropuertos.

En los últimos dos meses, más de 2.500 residentes de Pontianak, capital de la provincia indonesia de Kalimantán Occidental, padecieron dificultades respiratorias, 800 personas sufrieron alergias cutáneas y otras 100 problemas en la vista, pese a que las autoridades distribuyeron máscaras protectoras.

«Esas son las cifras registradas solo por los servicios de salud de la ciudad. La cantidad real de personas afectadas es mucho mayor», sostuvo Oscar Primadi, director de la Oficina de Salud de Pontianak.

Sumatra Septentrional tiene 279 focos de incendios forestales que cubren 360 kilómetros cuadrados, según las últimas fotografías satelitales.

«Cuando comience a soplar el viento del sur, el humo se propagará al estrecho de Malaca», que separa al archipiélago que constituye Indonesia de Malasia y de Tailandia, dijo Tbuan Wiyoso de la Agencia Meteorológica y Geofísica de la ciudad de Medan, en la isla de Sumatra.

El humo también perturbó los vuelos en los aeropuertos de Medan y de Pontianak, pues la visibilidad llegó a ser inferior a 100 metros.

Las escasas precipitaciones registradas en julio ayudan a multiplicar los incendios en el centro y el norte de Sumatra, según el informe Haze Watch (control de humo) de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

Haze Watch informó que en la provincia de Kalimantán Occidental, 88 por ciento de los focos ígneos de julio respondieron a actividades de roza (limpieza del terreno mediante fuego antes de iniciar los cultivos) y de invasión de terrenos boscosos.

El resto de los incendios se desataron en áreas cultivadas y en plantaciones forestales industriales.

Si bien los focos no fueron considerados incendios a gran escala, «la situación podría empeorar si la sequía persiste durante un periodo largo», agregó el informe.

El fenómeno reitera episodios similares de 1997 y de 1998, cuando los incendios de bosques en las islas indonesias de Sumatra y Kalimantán provocaron pérdidas regionales de 9.300 millones de dólares y se extendieron a las vecinas Malasia, Singapur y Tailandia.

Los incendios y las nubes de humo de 1997 afectaron cinco millones de hectáreas en Indonesia, y a 70 millones de personas en toda la región, según un estudio dirigido por el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF), entre otras organizaciones.

Las pérdidas para Indonesia sumaron 2.780 millones de dólares, en madera, agricultura, beneficios forestales directos e indirectos, recursos biológicos y gastos en el combate al fuego.

Al igual que para Singapur e Indonesia, los principales costos económicos se debieron al combate de los incendios y a la liberación de carbono en la atmósfera.

Indonesia depende de sus vecinos, también afectados por el humo, para afrontar el problema ambiental. Singapur suministra imágenes satelitales a Yakarta para ubicar los focos de los incendios y ha instalado estaciones para medir la contaminación del aire.

«Gastamos 110.000 dólares por año sólo en fotografías satelitales», informó Joseph Hui, funcionario del Ministerio de Ambiente de Singapur, a la agencia indonesia de noticias Antara.

Los gobiernos de la región buscan formas de reducir las nubes de humo. Pero «todos los acuerdos logrados para prevenir los incendios forestales y las nubes de humo asfixiante han fracasado», dijo Ruzal Sukma, del Centro de Estudios Internacionales Estratégicos, con sede en Yakarta.

El gobierno indonesio no puede hacer frente al problema en forma aislada. «No tenemos un proyecto claro para resolver esta situación», reconoció Marzuki Usman, ministro de Forestación del ex presidente Abdurrahman Wahid, destituido esta semana por el parlamento.

El gobierno de la ex vicepresidenta Megawati Sukarnoputri está absorbido por graves problemas como el elevado déficit fiscal, el desempleo, la prolongada crisis económica y la inestabilidad política.

En ese panorama, el ambiente en general y los incendios en particular han pasado a segundo plano. «Las dificultades internas del gobierno han mermado la capacidad política y económica del país», dijo Rizal.

La ASEAN está negociando un acuerdo sobre contaminación transfronteriza de humo, que debe ser firmado por los países miembros en noviembre.

Este mes, funcionarios de los ministerios de Ambiente de Indonesia, Malasia, Singapur y Brunei se reunieron para discutir la cuestión.

Además, el asunto fue tratado la semana pasada en una conferencia sobre manejo comunitario de incendios, realizada en la provincia de Kalimantán Oriental, Indonesia, con la participación de 200 representantes de 25 países.

Los pobladores locales pueden hacer mucho para combatir las causas de los incendios forestales, según los expertos reunidos en Kalimantán Oriental.

«Todos los países con bosques sufren incendios, incluso más grandes e intensos que aquí, pero el fenómeno es alarmante en la región por su propagación en extensas zonas y por afectar la calidad del aire, la salud humana y el turismo en muchos países simultanéamente», dijo Peter More, coordinador del proyecto de Lucha contra el Fuego de Asia Sudoriental.

«Los bosques indonesios están mayoritariamente ubicados en áreas cercanas a las fronteras con otros países», agregó More.

Los ambientalistas señalan, además, el pobre desempeño de las instituciones indonesias para hacer cumplir las leyes.

En los incendios forestales de 1997 se comprobó la responsabilidad de la mitad de las compañías con concesiones forestales. Sin embargo, esas empresas continúan operando en Indonesia.

El Ministerio de Forestación acusó a varias firmas, incluso algunas que quieren desarrollar plantaciones de palma de aceite, de dar dinero a los pobladores locales para que compren terrenos con gran vegetación natural y los incendien con el fin de prepararlos para el cultivo.

«También distribuyen semillas de palma a los aldeanos para que las planten a lo largo de los poblados de Riau, en la frontera septentrional de Sumatra», dijo Wahyudi Wardoyo, director general de Conservación Natural y Protección de Bosques.

El gobierno afirma que impuso a las compañías forestales la obligación de no prender fuego. Algunos dicen que el país debería seguir la política de Malasia, que prohibió totalmente el fuego en espacios públicos entre julio y septiembre.

La medida fue sugerida a Indonesia durante la reunión de la ASEAN, y el país prometió «considerar la recomendación», dijo Haze Watch. (FIN/IPS/tra-en/kf/js/dc/mj/en/01

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