El sida no está bajo control en el Norte industrializado, como creen muchas personas, advirtió en un nuevo informe el Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA).
«Es un error pensar que la epidemia es cosa del pasado», señaló la agencia en un documento de 44 páginas. El sida (síndrome de imunodeficiencia adquirida) ha causado la muerte de más de 22 millones de personas en todo el mundo desde 1981.
En la actualidad, unos 36 millones de habitantes del planeta están infectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del mal, y sólo 1,5 millones de ellos residen en naciones industrializadas.
Los autores del estudio admitieron que muchos infectados de países ricos «viven en forma productiva, gracias al tratamiento con medicamentos antirretrovirales», pero añadieron que ese logro «es opacado por la tendencia al estancamiento de los esfuerzos preventivos en la mayoría de las naciones industrializadas».
La experiencia en el mundo industrializado ha demostrado la eficacia de los costosos medicamentos antirretrovirales para frenar el desarrollo de la enfermedad.
El informe fue dado a conocer el jueves, en vísperas de la sesión especial sobre sida de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que comenzará este lunes en Nueva York y durará tres días.
En algunos países del Norte, el sida afecta en forma creciente a los más pobres, en especial de comunidades étnicas minoritarias, quienes tienen menor acceso a las campañas de prevención y al tratamiento, indicó ONUSIDA.
Las tasas de infección con VIH entre consumidores de drogas inyectables son alarmantes: 18 por ciento en la ciudad nororiental estadounidense de Chicago, y 30 por ciento en algunas áreas de Nueva York, destacó.
En Australia, los programas públicos de recambio de agujas y jeringas usadas por otras nuevas han contribuido mucho a la prevención del sida en ese grupo de riesgo, pero tales programas están prohibidos por leyes estadounidenses, y sólo funcionan en algunas ciudades, al amparo de normas municipales, apuntó.
Por otra parte, las tasas de infección han comenzado a aumentar entre homosexuales estadounidenses, debido al debilitamiento de las campañas educativas de prevención y al aumento de sentimientos de seguridad, basados en la falsa idea de que el riesgo ha desaparecido, advirtió.
El brusco incremento de enfermedades de transmisión sexual en homosexuales de Amsterdam «indica que las relaciones sexuales sin protección tienden en forma amenzante a predominar», subrayó.
Hay indicios de que la misma tendencia es un factor principal del avance de la epidemia las ex repúblcias soviéticas, que es en la actualidad el má veloz del mundo, dijo a periodistas el director ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot.
La epidemia se manifiesta en la actualidad con intensidad en Estonia y Uzbekistán, y hay más de 240.000 infectados en Ucrania. En 1996, sólo unas pocas ciudades de Rusia habían informado sobre detección de infectados, y en la actualidad 82 de las 89 regiones rusas tienen casos registrados, destacó.
La sesión especial de la semana próxima muestra el fortalecimiento de la voluntad política de luchar contra el sida entre los 189 Estados miembros de la ONU, opinó.
«Han pasado 20 años desde que el mundo tomó conciencia de la existencia del sida. En ese periodo, la expansión y el impacto de la epidemia han tenido una gravedad que superó todas las previsiones», comentó.
Es necesario desarrollar nuevas formas de cooperación para aprovechar los recursos de gobiernos y organizaciones comunitarias, opinó.
Piot instó a buscar nuevas y mejores formas de unión de los esfuerzos públicos y privados en todos los terrenos, desde el acceso a medicamentos que pueden salvar vidas hasta la protección de la fuerza de trabajo.
El sida se propaga con mayor rapidez donde hay miedo, estigmatización social de quienes sufren la enfermedad y negación de la misma, actitudes que es difícil desarraigar, sostuvo.
Uno de los mayores avances en la lucha contra la epidemia fue el involucramiento de las personas infectadas por el VIH, quienes brindan las mejores respuestas a esas actitudes, al «mostrar rostros y voces de una realidad que muchos preferirían mantener abstracta y distante», agregó.
Durante la negociación del borrador de declaración de la sesión especial, fueron rechazadas propuestas relacionadas con cuestiones de género, conducta sexual y consumo de drogas ilegales, debido a que varios gobiernos no desean que la ONU se refiera a esos asuntos.
La negación y la discriminación, que han contribuido a propagar la epidemia, no disminuirán si las iniciativas de censura se imponen la semana próxima, afirmó Kenneth Roth, de la organización no gubernmental humanitaria estadounidense Human Rights Watch.
Representantes ante la ONU de Estados Unidos, Egipto, Libia y el Vaticano, entre otros, tratan de que la declaración no mencione la homosexualidad, los servicios sexuales ni el consumo de drogas inyectables, advirtió.
Estados Unidos rechazó la propuesta de un «enfoque de la lucha contra el sida basado en los derechos humanos», propuesto por la Unión Europea y países de América Latina, apuntó. (FIN/IPS/tra- eng/td/aa/mp/he hd/01
