Declaraciones racistas del máximo funcionario de ayuda para el desarrollo de Estados Unidos causaron solicitudes de renuncia, desmentidos de científicos y quejas ante la actitud del gobierno de George W. Bush hacia los millones de africanos afectados por el virus del sida.
Andrew Natsios, nuevo administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), explicó en una entrevista con el diario The Boston Globe y luego ante el Congreso por qué, a su criterio, el gobierno no debe invertir millones de dólares en drogas antirretrovirales para Africa.
Natsios sacudió a la opinión pública al sugerir que la ingesta de numerosas píldoras a horas precisas para tratar o demorar la aparición del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es algo demasiado complejo para la mayoría de los africanos.
«Muchos africanos nunca han visto un reloj en su vida. Si les dices 'son la una de la tarde', no saben de lo que estás hablando», dijo Natsios.
«Apenas conocen la mañana, el mediodía, el atardecer y la oscuridad de la noche», agregó.
En Africa viven 25 millones de las 36 millones de personas infectadas con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) o enfermas de sida en todo el mundo. De esos africanos, sólo 10.000 reciben un tratamiento adecuado.
Al menos tres organizaciones no gubernamentales (ONG) -Acción para Africa, Red de Acción Religiosa y Coalición GAP de Salud- pidieron la renuncia de Natsios.
«Los funcionarios estadounidenses que participan en la elaboración de políticas internacionales sobre el sida deberían tener cierto conocimiento de la realidad africana y de las formas de tratamiento», señalaron los grupos en una carta al secretario de Estado Colin Powell, exigiendo la dimisión de Natsios.
La agencia USAID depende del Departamento de Estado.
«Si carecen de tal conocimiento, sugerimos que visiten las numerosas clínicas administradas por proveedores locales de salud, gobiernos y ONG para que aprecien por sí mismos la capacidad existente para suministrar drogas contra el sida en Africa», agregaron.
En forma separada, tres investigadores sobre el sida arguyeron en una declaración publicada en The Washington Post que Natsios, por su intención de «distorsionar la verdadera situación de Africa ante el Congreso, carece de condiciones para dirigir USAID y debería renunciar».
La oficina de Powell no ha respondido aún, pero una portavoz de USAID dijo que el administrador «no tuvo intención de ofender a nadie y sólo trata de aclarar los problemas que enfrentamos».
«El objetivo de esta administración es salvar la mayor cantidad posible de vidas», afirmó la portavoz, y agregó que «desviar recursos de la prevención en definitiva hará que más personas contraigan la enfermedad».
Natsios no es el único funcionario de gobierno que ha cuestionado la capacidad de los africanos para tomar adecuadamente las drogas antirretrovirales.
Un funcionario del Departamento del Tesoro citado por el diario The New York Times opinó que los africanos no se beneficiarían de las drogas contra el sida porque carecen de un prerrequisito fundamental, el «concepto del tiempo».
Estas declaraciones convencieron a Wyatt Tee Walker, presidente de Acción para Africa, de que «el racismo flagrante se está convirtiendo en la principal caracterítica de la política de Estados Unidos hacia la pandemia de sida en Africa».
Las polémicas declaraciones se produjeron mientras numerosas ONG presionan a Washington para que aporte al menos 6.000 millones de dólares al año para un fondo mundial contra el sida de 10.000 millones de dólares promovido por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.
Hasta ahora, el gobierno prometió apenas 200 millones de dólares.
En las negociaciones sobre la iniciativa de la ONU, Washington se rehusó a utilizar el fondo para comprar drogas antirretrovirales y arguyó que sólo debe emplearse para financiar actividades de prevención.
«El gobierno no está dispuesto a invertir la cantidad necesaria de dinero para salvar vidas de africanos, y ahora recurre a argumentos ignorantes y racistas para justificar sus políticas», acusó Salih Booker, directora ejecutiva de Acción para Africa.
En su testimonio ante el Congreso, Natsios también arguyó que en muchas partes de Africa no existen las rutas necesarias para distribuir los fármacos.
Los argumentos de Natsios son similares a los de la industria farmacéutica, que lucha por proteger los precios de sus productos patentados.
Representantes de laboratorios multinacionales consideraron imposible distribuir drogas contra el sida en Africa subsahariana debido a la carencia de infraestructura, la complejidad de la administración de los medicamentos y la falta de instalaciones de atención médica adecuadas para controlar a los pacientes.
Natsios también sostuvo que al menos 40 por ciento de las personas infectadas con VIH en Estados Unidos no pueden tomar la medicación prescripta por sus efectos «extremadamente tóxicos».
«Ningún miembro de la comunidad médica comparte esa opinión actualmente», replicaron los tres investigadores que criticaron el viernes a Natsios en The Washington Post.
Los tres expertos son Amir Attaran, del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Kenneth Freedberg, de la Facultad de Medicina de Harvard, y Martin Hirsch, del Hospital General de Massachusetts.
Incluso estudios del propio gobierno de Estados Unidos «demostraron que esas drogas son seguras para la mayoría de las personas y prolongan la vida muchos años», agregaron los científicos.
En cuanto a la complejidad de la administración de las drogas antirretrovirales, escribieron, «casi todas se toman sólo dos veces al día. El amanecer y el atardecer sirven tanto como un reloj de pulsera para esos fines».
Los investigadores también criticaron a Natsios y al gobierno por tratar de establecer una separación entre prevención y tratamiento del sida, cuando todos los expertos coinciden en que ambos son inseparables. (FIN/IPS/tra-en/gm/aa/mlm/he-hd/01
