PERU: Lori Berenson aguarda la sentencia de la justicia civil

La estadounidense Lori Berenson, condenada hace cinco años por un tribunal militar peruano a cadena perpetua por terrorismo, aguarda una nueva sentencia, esta vez de la justicia civil, después de rechazar hoy la acusación de colaborar con el insurgente Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).

La Fiscalía pidió 20 años de prisión para Berenson, que está acusada de participar en un supuesto plan del MRTA para tomar por asalto el Congreso. Condenada por un tribunal militar antiterrorista, la sentencia original fue anulada en agosto de 2000, bajo presión de una fuerte campaña internacional.

En marzo de este año, cuatro meses después de la destitución de Alberto Fujimori, la justicia civil comenzó el nuevo juicio. Berenson espera el pronunciamiento judicial en la prisión de Lurigancho, en Lima.

La anulación de la primera sentencia fue resuelta «tomando en cuenta nuevas evidencias que revelaban que no tenía nivel de dirigente y por lo tanto no le correspondía dicha pena (prisión perpetua»).

Berenson, una neoyorquina de 31 años, fue apresada en noviembre de 1995, durante un operativo policial contra una vivienda en un barrio residencial La Molina, de la capital, donde estaban alojados 15 guerrilleros del MRTA, que resistieron el ataque con armas de fuego.

Según admitieron Miguel Rincón y Nancy Gilvonio, líderes de la columna guerrillera capturada, el grupo se preparaba para asaltar la sede del Congreso, con el propósito de tomar rehenes para canjearlos por la libertad de su dirigente Victor Polay, preso desde 1993.

Un año después, en diciembre de 1996, el MRTA llevó a cabo un operativo semejante al abortado en 1995, cuando tomó la residencia del embajador de Japón, donde se realizaba una recepción diplomática, y retuvo a más de 170 rehenes.

El episodio de la residencia diplomática acabó en abril de 1997. Una fuerza de elite del ejército dio muerte a los 16 guerrilleros que ocupaban la residencia y rescató a los rehenes. Un militar y un cautivo murieron también en la operación.

La Fiscalía afirma que Berenson participó activamente en el plan del MRTA para asaltar el Congreso y que en asociación con otro acusado, el pintor panameño Pacífico Castrillón, alquiló la vivienda usada por los insurtentes como base militar.

Según los jueces, los gráficos de la sede del Congreso encontrados por la policía en la casa de La Molina fueron dibujados por ella para guiar a los guerrilleros. Berenson había visitado el recinto parlamentario munida de un falso carné de periodista.

La acusada admitió haber alquilado la vivienda, pero dijo que luego subarrendó parte del edificio a un supuesto ingeniero y que desconocía las actividades de las personas alojadas en ese sector.

Deslumbrada por momentos por el flash de los fotógrafos y las luces de la televisión, Berenson reiteró su inocencia y dijo que ha sido sometida a juicio político por sus ideas a favor de los pobres de Perú .

«Considero que no ha sido probada en este juicio, ni en el juicio militar, mi participación en hechos delictivos», afirmó.

«No soy terrorista y si ha habido violencia política en Perú, hay que identificar a los responsables de una situación social que genera la violencia, porque tiene relación con la violencia institucionalizada del hambre y la miseria», agregó.

Así mismo, se disculpó por el tono airado de su exposición a la prensa cuando fue exhibida después de su captura, en 1995, pero mantuvo la declaración que hizo en aquella oportunidad.

Los padres de la acusada, Mark y Rhoda Berenson, presentes en el juicio, reiteraron su convicción de que su hija es inocente.

Mark Berenson, que junto a su esposa encabezó una intensa campaña de difusión en Estados Unidos, pidiendo la intervención de Washington en el caso, descalificó al tribunal civil peruano y dijo que su hija «no ha tenido un juicio debido».

«Ciertamente, este tribunal es mejor que el que la juzgó antes y la sentenció a cadena perpetua, pero mejor no es necesariamente bueno», dijo Mark Berenson, luego de señalar que su hija fue acusada en base a la legislación antidemocrática promulgada por Fujimori.

Berenson, ex estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en el este de Estados Unidos, negó haber tenido militancia en el MRTA y sostuvo que sus relaciones con los dirigentes guerrilleros y la ocupación de la casa por los 15 combatientes fue una casualidad.

Antes de llegar a Perú fue activa colaboradora de organizaciones de apoyo a guerrillas latinoamericanas.

En enero de 1988 viajó a El Salvador acompañando a un grupo de cuáqueros y retornó a ese país en 1989, como integrante de una delegación estudiantil estadounidense.

A mediados de 1988 renunció a sus estudios, para incorporarse al comité que recaudaba fondos para la guerrilla salvadoreña en Washington y Nueva York

En 1990, después de la derrota electoral de los sandinistas, se trasladó a Nicaragua y, según el diputado salvadoreño Salvador Sanchez, ex líder del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, fue su secretaria durante dos años.

En 1995 viajó a Panamá, donde se vinculó al pintor Castrillón, quien dijo haber sido reclutado entonces por el MRTA de Perú para hacer actividades de cobertura de un plan guerrillero en Lima. Su colaboradora, según aseguró, era Berenson, quien debía fingir ser su pareja.

En Lima, presentándose como esposos, alquilaron la casa de La Molina.

El MRTA, que junto con el grupo Sendero Luminoso convulsionó la política peruana entre 1980 y 1996, no se ha recuperado del golpe sufrido en 1997, en la residencia del embajador de Japón.

Pero desde la prisión, sus líderes aseguran que no han abandonado la lucha armada.(FIN/IPS/al/ff/ip hd/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe