MEXICO: Anecdotario se impone sobre actividades de gobierno

El presidente de México, Vicente Fox, sufre una andanada de críticas por los gastos en la decoración de su residencia oficial, el romance que mantiene con su portavoz, las contradicciones en su equipo de gobierno, su lenguaje llamativo y la conducta pública de sus colaboradores.

Como en los viejos tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó 71 años, hasta diciembre de 2000, el mandatario surgido de la oposición colocó al anecdotario y no las actividades del gobierno en el primer plano, según observadores y políticos.

«Lo mejor que le puede ocurrir en política es que el anecdotario sea mínimo para que la opinión pública se fije, un poco más, en el fondo. Mucho me temo que en esto con la gestión del presidente Fox vamos caminando para atrás», comentó Jesús Reyes Heroles, del grupo Transparencia Internacional.

Este miércoles, por segundo día consecutivo, el tema de debate en México fueron las compras de toallas y sábanas, presuntamente a precios excesivos, que realizó el gobierno para la residencia presidencial y las explicaciones contradictorias de funcionarios respecto al tema.

Cínico, hipócrita y desconsiderado fueron algunos de los calificativos que recibió Fox por parte de opositores, luego de que el diario Milenio informara que la Presidencia gasto más de 790.000 dólares en decorar los lugares donde residen el mandatario y su hija Ana Cristina.

Las cuestiones de fondo pasan por las formas y estos gastos desmuestran que no hay relación entre el discurso de austeridad y las acciones, dijo el analista Alfonso Zárate.

Cuando Fox se presentó como candidato a la Presidencia y al asumirla en diciembre prometió un gobierno muy diferente a los del PRI, tanto en el fondo como en las formas.

Sin embargo, como en los tiempos del PRI, la familia del presidente ocupa hoy los primeros planos en los medios de comunicación.

Sus hijos participan en los viajes oficiales, sin justificación, pues no son funcionarios, y si a eso se le suma el papel destacado e indefinido de su portavoz, Marta Sahagún, «estamos en problema», expresó Reyes Heroles.

La relación amorosa entre Fox y Sahagún y sus implicaciones fue objeto de debate para políticos y analistas.

La portavoz, divorciada y católica al igual que Fox, reconoció en declaraciones a una revista que ama al presidente, pero luego prefirió no abordar el asunto y se negó a contestar las preguntas de la prensa al respecto.

Diversas versiones indican que Sahagún vive en la residencia presidencial, remodelada por enésima vez con motivo del cambio de gobierno.

Las explicaciones que los funcionarios dieron la noche del martes sobre las compras para la residencia oficial, donde viviría Fox, su portavoz y su hija, resultaron contradictorias, pues se usaron cifras distintas.

Hasta este miércoles, no quedó claro la veracidad de un informe de la Secretaría (ministerio) de la Contraloría, recogido por Milenio, según el cual se llegó a comprar una toalla por más de 400 dólares, un juego de sábanas a 3.800 y cortinas a control remoto a unos 17.000.

El presidente declaró que su gobierno trabaja con transparencia y que eso permite a los medios de comunicación informar, incluso, el precio de las toallas compradas para su residencia.

Los gastos en la casa del mandatario son importantes y habrá que analizarlos, pero ese asunto, entre otros destacados por los medios de comunicación, no son el fondo. La característica del gobierno de Fox es dejar, con intención o no, los asuntos de fondo a un segundo plano, sostuvo Zárate.

Felipe Bravo, dirigente nacional del Partido Acción Nacional, al que pertenece Fox, urgió a la Secretaría de Contraloría investigar y aclarar los gastos en la residencia presidencial «antes de que se haga un escándalo de este asunto».

Según Bravo, las críticas al mandatario son parte «del nuevo deporte: péguenle al presidente». Haga lo haga y diga lo que diga el presidente es motivo de cuestionamientos, se lamentó.

Pero la primera responsabilidad por las críticas corresponde al propio gobierno, pues realiza acciones o da declaraciones que llaman la atención por su forma más que por el fondo, igual que en los gobiernos del PRI, observó el historiador Lorenzo Meyer.

Reyes Heroles se preguntó «cómo quieren que la opinión pública se concentre en el fondo» si el anecdotario es lo que se destaca en la gestión de Fox.

Las bromas y fórmulas de doble sentido abundan en los discursos de Fox, mientras de sus viajes a la exterior se destacan anécdotas como la «travesura» de su jefa en asuntos de Cultura, Sari Bermúdez, al tocar delicadas piezas arqueológicas en China, o las fotos del Presidente andando en bicicleta con su hijo.

Personas que han visitado la casa presidencial, donde Fox tiene también sus oficinas, indican que en las recepciones y comidas se sirven licores y alimentos importados, una vieja práctica presidencial desterrada por el ex mandatario Ernesto Zedillo (1994- 2000).

¿Será cierto que las críticas a Fox vienen sólo de los pesimistas y de los «contreras», como dice el mandatario? No, el problema es que ya regresamos al anecdotario, sentenció Reyes Heroles. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01

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