GRAN BRETAÑA: Partido xenófobo logra buen resultado electoral

La buena votación recibida por un partido xenófobo en las elecciones que dieron un arrollador triunfo al primer ministro británico Tony Blair, del Partido Laborista, preocupa a las minorías étnicas de Gran Bretaña, que suman 2,5 millones de personas.

El Partido Nacional Británico (BNP), que quiere a los inmigrantes fuera del país, logró el jueves una importante votación en dos distritos electorales de Oldham, la ciudad del norte de Inglaterra conmovida por disturbios raciales en las semanas previas a las elecciones.

Esta fue la primera vez que el BNP logra buenos resultados electorales en el norte de Inglaterra. Su líder, Nick Griffin, resultó tercero en el distrito de Oldham West, con 6.552 sufragios, 16 por ciento del total, la mejor votación en la historia del partido.

En el vecino Oldham East, un candidato del BNP logró más de 5.000 votos, 11 por ciento del total.

«La población blanca protestó contra los ataques racistas (contra ellos) a través del voto», dijo Griffin luego de la elección.

«Los hombres jóvenes sienten que el proceso político no tiene nada que ofrecerles. Ahora saben que hay alguien luchando por ellos. Esto significa que pueden participar en la política y que tienen una voz», afirmó.

El significado de estas palabras fue claro para los pobladores de origen asiático de Oldham. «Lo que dicen es que mucha gente los quiere a ellos adentro y a nosotros afuera», dijo el consejal Navin Patel a IPS.

Los candidatos del BNP evitaron los tradicionales discursos cuando se conocieron los resultados y se colocaron mordazas en la boca en señal de protesta.

No había mucho que decir. El impacto de la votación de sintió en toda Gran Bretaña. La votación de este partido demuestra el recrudecimiento de los sentimientos racistas en Oldham.

Tres de cada cinco ataques de carácter racista registrados en la zona en los últimos meses fueron contra blancos. Uno de ellos, contra un veterano de la segunda guerra mundial, ocupó varios días la portada de los diarios locales.

Bandas de jóvenes blancos, organizadas y armadas, se enfrentaron en batallas campales con otras similares de jóvenes de origen paquistaní y bengalí. Los choques pusieron en duda el futuro del país como nación multicultural. El resultado de las elecciones subraya esos temores.

«Hemos querido creer que todo estaba bien. Pero en la sociedad británica existen profundas corrientes ocultas que muestran un país internamente dividido», dijo este viernes a IPS Bhiku Parekh, profesor de Ciencia Política de la Universidad Hull y miembro de la Cámara de los Lores.

La falta de vigor del Partido Conservador impulsaría a la derecha extremista. Durante el gobierno de la ex primera ministra Margaret Thatcher (1979-1990), «estos elementos eran absorbidos dentro» del Partido Conservador que ella lideraba, dijo Parekh.

«La debilidad conservadora puede fortalecer a a partidos como el BNP», advirtió el parlamentario.

Las elecciones dieron a los laboristas 413 escaños de la Cámara de los Comunes, 166 a los conservadores y 52 al Partido Liberal Demócrata.

La elección del jueves marcó abstención más alta de los últimos 80 años. Apenas 58 por ciento de los habilitados concurrieron a las urnas. En las elecciones de 1997 ese porcentaje fue de 71,5.

Los laboristas lograron uno de cada cuatro votos, pero en algunos distritos la votación mostró el rechazo blanco a los candidatos pertenecientes a minorías étnicas.

Uno de los distritos polémicos fue Leicester East. Allí, la lista laborista estaba encabezada por Keith Vaz, de origen indio y ministro de Asuntos Europeos en el gabinete de Blair.

En las elecciones de 1997, Vaz había logrado una votación histórica en su distrito. El jueves retuvo su banca, pero perdió ocho por ciento de los votos, al lograr más de 13.000.

Mientras, el Partido Conservador lograba casi 10.000 votos en un distrito donde antes era muy débil, a tal punto que su candidato, John Mugglestone, casi no hizo campaña allí. Eso ocurrió en un distrito donde 40 por ciento de los 65.000 votantes son de origen asiático, la mayoría, como Vaz, indios.

Gran parte de la votación de Vaz proceden de los vecindarios donde residen las minorías étnicas, donde la abstención es mayor que en las zonas de mayoría blanca. Por lo tanto, la votación de Mugglestone fue un claro voto contra Vaz en las áreas de Leicester East donde predomina la población de origen europeo.

Las cuestiones raciales también jugaron contra la elección del más prometedor de los candidatos de origen asiático, el conservador Shailesh Vara, del condado de Northampton South.

Su adversario, el laborista Tony Clarke, dijo en una entrevista por radio que los votantes xenófobos sufragarían contra Vara, por su origen.

Se esperaba que Vara devolviera la banca a los conservadores, perdida en las elecciones anteriores, en un distrito que fue bastión histórico de ese partido. Pero Vara perdió por 885 votos. (FIN/IPS/ss/mn/dc/mj/ip/01

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