Los servicios secretos de Estados Unidos y de Francia participaron en ventas ilegales de armas a Croacia a principios de los años 90, según aseguró un traficantes a la justicia francesa.
El principal implicado en la causa investigada en Francia es el traficante de armas belga Jacques Monsieur, acusado también de ventas ilegales a la República de Congo y preso en Irán por espionaje.
Poco antes de su detención en Irán, en noviembre, Monsieur fue interrogado por un magistrado francés que investiga operaciones de desvío de armas a Croacia entre 1991 y 1995, cuando la ONU prohibía la entrega de armamento a las partes involucradas en las guerras de secesión de Yugoslavia, y este lunes trascendió su testimonio.
Monsieur aseguró que en las negociaciones con el gobierno croata en Zagreb contó con el apoyo de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST), el servicio secreto francés, según consta en las actas judiciales del interrogatorio, realizado el 26 de septiembre en la ciudad de Bourges, 200 kilómetros al sur de París.
«Las autoridades francesas siempre estuvieron informadas sobre la venta de armas a Croacia», dijo Monsieur al fiscal Gerard Canolle.
De comprobarse, sería el segundo caso de entrega ilegal de armamento a Croacia en los años 90, luego del escándalo estallado en Argentina, que determinó el 7 de este mes la orden judicial de detención del ex presidente Carlos Menem.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) ordenó en septiembre de 1991 un embargo de armas sobre todas las repúblicas que conformaban la antigua Yugoslavia.
«A fines de 1991 (luego de impuesto el embargo), fui contactado por la CIA (Agencia Central de Inteligencia estadounidense) en Bruselas» para que suministrara armamento al gobierno croata, aseguró Monsieur.
A través de la agencia estadounidense, el traficantes conoció al entonces presidente croata Franco Tudjman, según su testimonio.
«El presidente Tudjman me dijo claramente que su ejército estaba en situación catastrófica. Juntos hicimos un detallado informe de las armas que Croacia necesitaba, el cual entregué luego a la CIA en Bruselas», dijo Monsieur durante su deposición transcripta en actas judiciales.
La guerra entre Croacia y Yugoslavia se extendió hasta 1995 y causó 14.000 muertos.
Entre 1992 y 1993, Monsieur vendió a Croacia misiles antiaéreos rusos por valor de 10 millones de dólares. El DST lo ayudó a realizar las entregas, según dijo, sin que fueran interceptadas por los barcos de la ONU que controlaban el cumplimiento del embargo en el mar Adriático.
Un testigo anónimo, citado el lunes por el diario francés Libération, confirmó que «Monsieur envió un fax a su socio, informándole la fecha de arribo del cargamento a Croacia» a través del Adriático.
«Esa información fue entregada de inmediato al DST (que ayudó) al barco que transportaba las armas a llegar a las costas de Bosnia-Herzogovina», otra república hoy escindida de Yugoslavia, aseguró el diario. El armamento fue trasladado luego en camiones hasta Croacia.
«Nunca hice nada sin la orientación y ayuda del DST. Siempre trabajé con la aprobación del Ministerio del Interior francés», dijo Monsieur al fiscal Canolle.
La investigación judicial se realiza en Francia, pues Monsieur operaba desde territorio francés. El traficante dirigía una empresa de comercio exterior y una granja cerca de Bourges, pero desde los años 80 su principal negocio era el contrabando de armas.
Monsieur también es juzgado por la justicia de su país, Bélgica, pues en 1996 el gobierno estadounidense lo acusó de vender armas a Irán. Monsieur intentó entregar misiles antiaéreos rusos al gobierno iraní, dijo el diario Libération.
Este ex oficial del ejército belga, de 48 años, también está involucrado en la venta ilegal de armas rusas al gobierno de la República del Congo durante la guerra civil que padeció el país de Africa central en 1997.
Ese año, el general Denis Sassou N'Guesso encabezó un levantamiento militar que, tras cuatro meses de combates, derrocó al presidente Pascal Lissouba.
En 1997, la compañía petrolera francesa Elf Aquitaine contrató a Monsieur para que suministrara material bélico al presidente Lissouba, de acuerdo con un informe publicado en marzo por el diario belga Le Soir.
Loik Le Floch-Prigent, presidente de Elf hasta 1993, confirmó que la empresa había intervenido en la guerra civil congoleña, en la que murieron más de 10.000 personas.
«Si se realizara una investigación en Francia, no me sorprendería descubrir que Elf entregó armas a una de las partes en conflicto», dijo Le Floch-Prigent a varios periodistas en París el 30 de abril.
El empresario también sostuvo que, en 1999, el líder congoleño «Sassou N'Guesso envió dos grandes archivos (al presidente francés) Jacques Chirac que probaban que las armas habían sido compradas en Europa oriental y pagadas a través del Banco Francés Internacional de Africa, propiedad de Elf Aquitaine».
«N'Guesso reclamó a Chirac una investigación en Francia. Pero por lo que sé no se ha hecho nada en la materia», dijo Le Floch- Prigent en referencia a la venta de armas a Lissouba.
De hecho, la investigación judicial francesa confirmó la participación de Monsieur en la venta de armas rusas al Congo.
Entre junio y setiembre de 1997, el traficante envió 12 cargamentos a Brazzaville, capital de Congo, que incluían helicópteros, misiles y municiones por valor de 60 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/jg/mn/dc/mj/ip/01