ESPAÑA-EEUU: Aznar y Bush se declaran aliados fiables, pero hay diferencias

El presidente del gobierno español José María Aznar y el de Estados Unidos, George Bush, declararon hoy el carácter de «aliados fiables» de los dos países, aunque subsisten diferencias de cierto alcance sobre ambiente y la pena de muerte.

Bush pasó este martes por Madrid, iniciando un recorrido por varios países europeos, cuyo momento culminante será su entrevista con el presidente ruso Vladimir Putin. Mantuvo un almuerzo de trabajo con Aznar en una finca de campo a cien kilómetros de la ciudad, y luego ambos se trasladaron a la sede del gobierno y ofrecieron una rueda de prensa.

A últimas horas de la tarde, el visitante se dirigió a la embajada de su país, que estaba custodiada por un centenar de policías españoles y por agentes de seguridad estadounidenses, mientras manifestantes convocados por organizaciones no gubernamentales (ONG) expresaban una ruidosa y pacífica protesta.

Las ONG exigieron a Bush respeto por el ambiente y al Congreso de Estados Unidos, la ratificación del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 para combatir el recalentamiento de la atmósfera terrestre.

Los manifestantes también protestaron contra la pena capital en Estados Unidos, que el lunes fue aplicada a Timothy McVeigh, hallado culpable del atentado en 1995 contra un edificio federal de la ciudad de Oklahoma, que causó la muerte de 168 personas.

Así mismo, se pronunciaron contra la creación de un complejo escudo antimisiles proyectado por el gobierno de Bush, y contra la política de Estados Unidos en Medio Oriente, donde apoya a Israel.

Ambos presidentes suscribieron una declaración para proclamar «una estrecha amistad» entre España y Estados Unidos, y señalaron que el mundo se enfrenta a «una amenaza creciente», por «la proliferación de armas de destrucción masiva».

Mientras Bush expuso su opinión de que existe la posibilidad de que algún país fabrique una nueva arma tecnológica (contra la que actuaría el escudo antimisiles) y la aplique contra su país, Europa o Rusia, Aznar expresó «comprensión» hacia la decisión de establecer ese complejo escudo.

«No se ha demostrado que la iniciativa defensiva de Bush no pueda producir más seguridad», dijo el gobernante español. Por eso consideró importante que el visitante «decida conversar de ello (el escudo antimisiles) con los aliados y establezca un marco de relación con Rusia», ya que «se trata de aportar mayor seguridad».

Bush justificó su negativa a impulsar la ratificación del protocolo de Kyoto argumentando que no es un instrumento realista, que no está basado en principios científicos y que «no tiene en cuenta a los países en desarrollo».

El protocolo, aprobado en una conferencia internacional, toma en particular consideración la situación de los países en desarrollo, que en su mayoría lo apoyan.

No obstante, Bush aseguró que llegará a un punto común con los líderes europeos, que «Estados Unidos responderá positivamente a las medidas para evitar el calentamiento global» y que fomentará el uso de fuentes de energía renovables en su país.

Un aspecto que satisfizo plenamente a las autoridades españolas fue la afirmación del visitante de que «el terrorismo es una verdadera amenaza» para la seguridad mundial y los derechos humanos.

Aunque Bush no hizo mención al grupo terrorista vasco ETA, en fuentes próximas a la delegación estadounidense se informó que ese país prestará ayuda técnica a los organismos de seguridad españoles en la acción antiterrorista.

Bush, utilizando un rudimentario español, hizo un elogio del hispanismo. «Quinientos millones de personas hablan el idioma de Cervantes y muchos de ellos viven en Estados Unidos. Somos herederos de la Hispanidad», expresó.

Esa reivindicación del hispanismo no impidió que en todos los sectores se comentase amplia y jocosamente el trastoque que realizó con el apellido del jefe del gobierno español, llamándole Anzar, en vez de Aznar.

Además de sus posiciones sobre el protocolo de Kyoto, otros dos asuntos marcaron diferencias que persisten: la pena de muerte y las bases militares en España.

Bush, un decidido defensor de la pena de muerte, dijo que esa condena extrema no será suprimida en Estados Unidos «porque el pueblo estadounidense no quiere que sea eliminada»

Aznar se pronunció en la rueda de prensa conjunta contra la pena de muerte, una posición compartida por todos los partidos políticos españoles, los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales.

España desea renegociar con Washington el tratado que regula el uso de la base naval de Rota, ubicada sobre el océano Atlántico, en las cercanías del estrecho de Gibraltar, y que es utilizada por la flota estadounidense,

También pretende que ese tratado instruya a los barcos estadounidenses que utilicen la base a realizar su mantenimiento y reparaciones en astilleros españoles, en Cádiz. El compromiso obtenido este martes es que proseguirán las negociaciones con la intención de culminarlas antes de fines de año.

Ambos presidentes eludieron pronunciarse en público sobre dos temas de los que hablaron en privado y frente a los que mantienen diferencias. El primero es el embargo de Estados Unidos a Cuba, rechazado por España y el resto de la Unión Europea.

El otro, la posición sobre Medio Oriente, donde el gobierno español es partidario de un proceso de paz que respete los derechos del pueblo palestino, mientras que Estados Unidos es aliado histórico de Israel. (FIN/IPS/td/ff/ip/01

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