El futuro de Perú, donde el domingo fue elegido presidente Alejandro Toledo en segunda vuelta electoral, ocupó el centro de atención de la sesión de hoy de la Asamblea General de la OEA, que se realiza en la capital costarricense.
El canciller peruano Javier Pérez de Cuéllar abogó en San José porque en su país impere la democracia plena, con un gobierno de Toledo apoyado por todas las fuerzas políticas, incluso por quienes apoyaron al ex presidente Alan García, superado apenas por cuatro puntos por el candidato triunfante.
La XXXI Asamblea General de la OEA (Organización de Estados Americanos), inaugurada oficialmente el domingo y que finalizará este martes, tiene como objetivos prioritarios los derechos humanos y el examen de un borrador de Cara Democrática.
Las sesiones formales de la Asamblea, que reúne a 34 países del continente excepto Cuba, comenzaron este lunes con la notoria ausencia del secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, quien canceló su anunciada participación debido al recrudecimiento de la violencia en Medio Oriente.
Por la misma razón también suspendió su asistencia el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Shimon Peres, quien tenía previsto ofrecer una conferencia a los cancilleres americanos.
El canciller peruano Pérez del Cuéllar tomó protagonismo especial por la iniciativa de Carta Democrática y por los comicios del domingo, que pusieron fin a un proceso electoral iniciado apenas instalado el gobierno interino de Valentín Paniagua, en noviembre.
«El gobierno de transición ha tenido una gran neutralidad en estas elecciones y le entregaremos a Toledo un gobierno no con asuntos resueltos, pero sí bien encaminados», dijo el jefe de la diplomacia peruana.
Pérez del Cuéllar, frente a dos decenas de periodistas reunidos en el centro de convenciones del hotel Herradura, sede de la asamblea de la OEA, señaló que «lo que ahora está en juego es el porvenir del país», y que espera la unión de todas las fuerzas políticas para consolidar la democracia.
«Tengo la esperanza de que Toledo sepa negociar con todos los grupos políticos», pues está obligado a «construir consensos», agregó.
En esta cita continental Perú ha dado un vuelco respecto de su actuación en los últimos 10 años en los distintos organismos de la OEA.
El gobierno de Alberto Fujimori, desde su asunción en 1990 y su destitución por el Congreso en noviembre de 2000, mantuvo fuertes choques con organismos regionales, en especial con la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Pérez del Cuéllar indicó que el gobierno de Paniagua está haciendo esfuerzos para que Fujimori, exiliado en Japón, y Montesinos, prófugo de la justicia, puedan ser llevados ante los tribunales de su país.
«Estamos abrumados de pruebas sobre la culpabilidad de Fujimori y de Montesinos. Todos los días encontramos más datos que los incriminan», dijo el diplomático ante una consulta de IPS.
«Fujimori y Montesinos son las dos caras de la misma moneda, y en Perú estamos trabajando para lograr la extradición de esos delincuentes y, si lo conseguimos, sentaríamos un excelente precedente», declaró Pérez del Cuéllar, también ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas.
Agregó que «la delincuencia no puede quedar impune», y por eso se deben hacer grandes esfuerzos para enjuiciar a los responsables de anomalías en el ejercicio del poder.
Precisamente, uno de los principales desafíos de Toledo será resolver la pesada herencia de Fujimori, quien dejó una situación caótica» económica, social y política, dijo finalmente Pérez del Cuéllar.
Las expectativas de la Asamblea General de la OEA están puestas en una iniciativa de Costa Rica para elevar el presupuesto conjunto de la Comisión de Derechos Humanos, con sede en Washington, y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, radicada en San José.
El otro asunto destacado refiere a la discusión de un mecanismo de censura contra aquellos países donde se interrumpa el sistema democrático, conocido como Carta Democrática, y de la cual precisamente Perú es autor de uno de los borradores en negociación.
El logro más notorio del primer día de la Asamblea de la OEA fue el anuncio de nuevas donaciones por 350.000 dólares para el Fondo de Paz del foro americano, una iniciativa que apoya los esfuerzos para resolver pacíficamente los conflictos territoriales en la región.
Se espera que este martes se avance en la aprobación del borrador de la Carta Democrática y en la discusión por el aumento del presupuesto del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
De aprobarse el aumento de recursos la Corte y la Comisión aumentarías sus presupuestos de 5,7 a 10 por ciento del total de la OEA, que equivale a incrementar los recursos de 4,3 a 7,6 millones de dólares.
Viviana Krsticevic, directora del Center for Justice and International Law, una de las organizaciones no gubernamentales que participan de la reunión, dijo que además es necesario que los países se comprometan a crear un fondo económico para apoyar a las víctimas de violaciones de los derechos humanos.
Esta iniciativa será una de las principales propuestas que distintos grupos pretenden que los cancilleres incluyan en sus resoluciones finales de este martes. (FIN/IPS/nms/dm/ip/01
