DERECHOS HUMANOS-KENIA: Huérfanos del sida y de toda protección

Cerca de un millón de huérfanos del sida carecen de protección y cuidados adecuados del Estado en Kenia, donde esa enfermedad diezma a las familias, advirtió hoy la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

Millones más de niños afectados por la epidemia en otras formas caen a través de la maltrecha red estatal de seguridad social al verse obligados a abandonar la escuela y buscar trabajos peligrosos en las calles para poder atender a sus padres enfermos. Las niñas son especialmente afectadas.

Esos niños no sólo enfrentan el trauma psíquico de ver morir a sus padres, sino también, por ignorancia, el aislamiento social y graves dificultades para heredar, sostiene el informe, publicado para coincidir con la Sesión Especial de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, que se realiza desde este lunes hasta el miércoles en Nueva York.

«Si sus padres hubieran muerto por otra causa, esos niños estarían en primer lugar» para recibir protección social y estatal, señaló Joanne Csete, autora del informe y miembro de la División de Derechos de la Infancia de Human Rights Watch.

«Pero como murieron de sida, con todo el estigma que ello implica, están en el último lugar», lamentó.

El informe de 36 páginas, basado en entrevistas con niños afectados y sus guardianes, así como funcionarios de gobierno y organizaciones no gubernamentales, sostiene que la situación de los huérfanos en Kenia es similar a la del resto de Africa subsahariana, en particular el sur y este del continente.

De los 36 millones de personas estimadas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida) o sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), 25 millones son africanas, y de ellas sólo 10.000 reciben un tratamiento adecuado.

Kenia figura en el noveno lugar de la lista de los países peor afectados, con 2,1 millones de infectados, o 14 por ciento de su población adulta sexualmente activa.

La tasa de infección de Kenia es superior a la de Nigeria, con cinco por ciento, pero muy inferior a la de Botswana, con 35,8 por ciento, la más alta del mundo.

En los últimos dos años, el gobierno de Daniel Arap Moi tomó algunas medidas importantes como, por ejemplo, la reducción del costo de los condones importados y de los medicamentos contra el sida.

Sin embargo, los recursos siguen siendo más que insuficientes para hacer frente a los problemas que enfrentan los huérfanos del sida y otros niños víctimas de la epidemia de una u otra manera, dice el informe.

Aunque los fondos para el gubernamental Departamento de Servicios de la Infancia aumentaron sustancialmente en los últimos años, todavía representan menos de uno por ciento del presupuesto nacional, y el organismo cuenta apenas con 150 funcionarios en todo el país.

La mayoría de las víctimas del sida son adultos jóvenes, de 20 a 40 años. En Africa, donde han ocurrido casi 80 por ciento de las 22 millones de muertes por sida, la gran mayoría de esas víctimas tenían hijos.

La Oficina del Censo de Estados Unidos estimó que actualmente hay en Africa unos 13 millones de huérfanos del sida, es decir, niños que han perdido al menos uno de sus padres por esa enfermedad.

Para 2010, habrá como mínimo 28 millones, y más de 30 por ciento de todos los menores de 15 años en cinco países del sur y este de Africa estarán huérfanos, pronosticó la Oficina.

Además, en países fuertemente endeudados como Kenia, por cada niño que haya perdido a su padre o madre por el sida, hay uno o dos en edad escolar que cuida de un padre enfermo o debe ganar el sustento de su hogar, según la Organización Mundial de la Salud.

También están los niños afectados por la incorporación a su hogar de algún huérfano o porque ellos mismos se infectan con el virus.

El resultado es una carga que desborda a las familias nucleares y presiona a las familias extendidas y a las comunidades locales, que tradicionalmente han actuado como red de seguridad social de los huérfanos.

«Si las familias no están allí para ayudar a esos niños, entonces el Estado tiene la responsabilidad de ofrecerles protección», urgió Csete.

Los niños africanos afectados por el sida están expuestos a toda una gama de amenazas, desde la infección en sí, en parte por falta de información clara sobre las formas de transmisión, hasta verse obligados a abandonar la escuela y trabajar en la calle para sustentar a sus familias o a sí mismos.

Las niñas están en especial riesgo. No sólo «son las primeras en ser sacadas de la escuela cuando alguien en la casa está enfermo de sida», sino que su tasa de infección en Kenia, por ejemplo, es seis veces superior a las de los varones, subraya el informe.

Varios estudios sugieren que esa abismal diferencia podría deberse a que las niñas o adolescentes contraen el virus a edad más temprana que los varones mediante relaciones sexuales que mantienen con hombres mayores para sobrevivir económicamente o por coerción. (FIN/IPS/tra-en/jl/aa/mlm/hd-he/01

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