CHINA: Más cerca de la OMC y más lejos de las demandas del Sur

El acuerdo sobre subsidios agrícolas y otros asuntos entre China y Estados Unidos facilitará el ingreso de Beijing a la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero compromete su posición de líder de los países en desarrollo.

«Este acuerdo prepara a China para entrar a la OMC este año», aseguró el sábado el representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, a su regreso a Washington desde Shangai, donde asistió a una reunión de ministros de Comercio del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

«China defiende la nueva ronda de negociaciones de la OMC», agregó Zoellick, en referencia a eventuales conversaciones sobre medidas adicionales de liberalización comercial impulsadas por Estados Unidos.

Sin embargo, los países pobres con mercados pequeños habían manifestado su esperanza en Beijing como aliado en sus esfuerzos por hacer más justas las normas de comercio internacional. Para ellos, eso implica que no puede haber una nueva ronda de negociaciones hasta tanto se corrijan los desequilibrios.

Por su parte China, que ha buscado entrar en el sistema comercial internacional durante 14 años, procuró posicionarse como líder de las naciones en desarrollo.

Pero bajo el nuevo acuerdo con Washington, Beijing parece haber adquirido una condición intermedia entre país industrializado y en vías de desarrollo.

Aunque no se conocen los detalles del acuerdo, ambas partes informaron que resolvieron sus diferencias en cuanto a subsidios agrícolas, algunos servicios y derechos de importación y exportación.

Beijing insistió en ser admitido como país en desarrollo, de forma de poder subsidiar hasta 10 por ciento de la producción agrícola, pero Washington, presionado por los agricultores estadounidenses, se opone a esa intención.

Zoellick y el ministro chino de Comercio, Shi Guangsheng, acordaron que China reducirá el porcentaje de subsidios pero lo mantendrá por encima del máximo de cinco por ciento permitido a los países industrializados.

Trascendió que Beijing se comprometió a también a eliminar gradualmente los subsidios destinados a promover cultivos específicos.

Washington no pudo lanzar una nueva ronda comercial en las últimas reuniones ministeriales de la OMC, celebradas en 1999 en Seattle, principalmente porque los países pobres rechazaron una agenda que consideraron dictada por los países ricos y nociva para sus esfuerzos de asegurarse una posición más equitativa en la mesa de negociaciones.

El acuerdo alcanzado el viernes en Shangai sorprendió a la comunidad internacional, porque las conversaciones sobre el acceso de China a la OMC se habían estancado el año pasado.

Además, las relaciones entre Washington y Beijing estaban muy tensas, en especial desde el choque el 1 de abril entre un avión espía estadounidense y un caza chino sobre el mar de China Meridional.

La semana pasada, China realizó los mayores ejercicios militares de su historia en el estrecho de Taiwan, su «provincia renegada» con la que Estados Unidos mantiene relaciones comerciales y militares.

Funcionarios de Washington opinaron que el nuevo acuerdo marcó una victoria para los promotores chinos de la apertura comercial, y a la vez un revés para los defensores de una línea dura hacia China.

El acuerdo, señalaron, demostró la disposición -o la necesidad- del gobierno de George W. Bush a promover una buena relación comercial con China independientemente de las diferencias sobre seguridad y otros asuntos.

Una inusual coalición estadounidense de estrategas de la guerra fría, activistas de los derechos humanos, grupos cristianos de derecha, intelectuales de izquierda, sindicatos y políticos proteccionistas se opone a las relaciones comerciales con Beijing.

Por otra parte, las grandes empresas estadounidenses impulsan un mayor acceso al enorme mercado de China, y los inversionistas arguyen que el ingreso de ese país a la OMC lo obligará a acatar las normas internacionales y por lo tanto mejorará su clima para las inversiones extranjeras.

Zoellick invocó la causa de ambos grupos el sábado, al destacar que el acuerdo constituye «una victoria para los agricultores y exportadores estadounidenses, así como para las empresas establecidas en China».

«También es una victoria para las reformas económicas y el imperio de la ley en China», agregó.

China aún debe concluir un acuerdo similar con México, que desea medidas anti-dumping más fuertes, pero funcionarios de Washington señalaron que el pacto con Estados Unidos aumenta las posibilidades de China de entrar a la OMC a tiempo para la reunión ministerial de noviembre, en Qatar.

Se prevé que Washington respaldará la solicitud de ingreso de Beijing en una reunión de miembros de la OMC a celebrarse el 28 de este mes en Ginebra. (FIN/IPS/tra-en/aa/mlm/if/01

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