CHILE-ESPAÑA: Roces por caso Pinochet son cosa del pasado

Los negocios presentes y futuros y la cooperación cultural entre Chile y España dejaron en un segundo plano el caso del dictador Augusto Pinochet, que afectó las relaciones bilaterales, según se desprendió hoy de la visita oficial del presidente chileno Ricardo Lagos a este país.

Lagos y su homólogo español, José María Aznar, coincidieron este martes en Madrid en que no persiste ningún roce de los causados en 1998 por la detención en Londres del ex dictador chileno Augusto Pinochet por orden de la justicia española en 1998.

El presidente chileno continuará este miércoles en España, realizando una visita privada a la Comunidad Autónoma de Cataluña.

Miembros de la delegación chilena señalaron que la inversión española en ese país continuó creciendo en los dos años siguientes a la detención de Pinochet, a pesar de los roces políticos y diplomáticos causados por la orden internacional de arresto dictada por el juez español Baltasar Garzón.

De hecho, añadieron, durante esos dos años se registró el mayor monto de inversiones españolas. En términos absolutos España es en la actualidad el segundo mayor inversor en Chile, después de Estados Unidos.

Esta es la primera visita de Lagos a España como presidente de Chile. Años antes viajó a este país en su carácter de opositor a la dictadura de Pinochet (1973-1990) en procura de apoyo de partidos políticos, sindicatos e intelectuales.

Lagos mantuvo en esta ocasión reuniones con empresarios, intelectuales y chilenos residentes en España.

El presidente chileno reiteró ante los empresarios españoles el apoyo de su país a un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE).

Chile ofrece «un mercado ampliado más allá de nuestras fronteras, gracias a los acuerdos comerciales que mantenemos con 11 países americanos», dijo Lagos, acompañado por representantes de compañías chilenas, ante unos 200 empresarios españoles.

«Todo inversionista puede beneficiarse de un mercado que alcanza un producto interno bruto de 32,5 billones de dólares», agregó.

El presidente chileno también destacó que el acuerdo de libre comercio que su país negocia con la UE será más amplio que el que procura cerrar con Estados Unidos.

«Buscamos realizar otro tipo de actividades conjuntas» con la UE, explicó. «El volumen de inversión española en Chile nos satisface profundamente, y esperamos que, con este tratado, se dé un gran impulso al comercio bilateral», agregó.

En cuanto al tratado que negocian ambos países para evitar la doble tributación en las transacciones comerciales y reducir los impuestos a las inversiones extranjeras en Chile, Lagos dijo que en los próximos meses se concretará esa rebaja «para fomentar la apertura de nuestro mercado de capitales».

En el discurso que pronunció al término de la cena oficial que el lunes le ofreció el rey Juan Carlos, Lagos insistió en que «muchos de nuestros compatriotas viven en condiciones difíciles y para muchas naciones del mundo la globalización es un término vacío de contenido».

Por eso, puntualizó, «no basta con globalizar los mercados. Necesitamos también y con la misma urgencia formas eficaces de asegurar el respeto a los derechos humanos».

Lagos entregó también la medalla Gabriela Mistral por su apoyo a la democracia en Chile a los músicos Ana Belén y Víctor Manuel, el cineasta Paco Rabal y el escritor y Premio Cervantes de Literatura José Hierro.

En su reunión con chilenos residentes en España recibió muestras de apoyo, consultas e incluso reclamos, éstas últimas en especial de quienes llegaron a España como refugiados políticos.

La sección española de Amnistía Internacional le hizo llegar un escrito para pedir que se haga justicia a las víctimas españolas de la dictadura chilena, como el secuestrado y asesinado diplomático Carmelo Soria.

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, opinó que se debe aprovechar «el excelente clima político que existe entre España y Chile para profundizar nuestras relaciones».

Con referencia al caso Pinochet, subrayó que «la crisis surgida a raíz de la detención de Pinochet en Londres ha concluido, y debemos traducir nuestra proximidad sentimental, cultural y económica en mayores beneficios para ambos países». (FIN/IPS/td/mj/hd ip/01

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