/BOLETIN-AMBIENTE/ AMBIENTE: El Artico en peligro (*)

La construcción de caminos y puertos y la explotación de minas y yacimientos de petróleo amenazan el equilibrio ecológico de la región del océano Artico, advirtieron investigadores del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Científicos del centro de investigación del PNUMA en Arendal, Noruega, aseguraron que el actual ritmo de desarrollo desembocará en un proceso de industrialización de 80 por ciento de la región para 2050, frente a 15 por ciento en la actualidad.

Los hallazgos de los investigadores, publicados en Internet en el sitio www.grida.no, se basaron en mapeos satelitales y en otros 200 estudios realizados desde distintos países.

Svein Tveitdal, del centro de Arendal, destacó las invasiones – planificadas o en curso- en la península rusa de Yamal, en el Refugio Nacional de Fauna del Artico (Alaska, Estados Unidos) y en la zona del mar de Barents.

Tveitdal expresó especial preocupación sobre los planes de abrir una nueva ruta marítima de 5.600 kilómetros entre el mar de Barents y el estrecho de Bering.

La llamada Ruta del mar del Norte está destinada a acortar el tiempo de navegación entre Europa, la península escandinava, Rusia y el Asia oriental.

Sin embargo, los investigadores señalaron que la ruta promoverá la explotación de petróleo, gas natural y minerales en Siberia y, por tanto, aumentará el número de puertos, caminos y barcos en la región.

Aunque el objetivo primario sea el desarrollo industrial y pueda planificarse específicamente, tal infraestructura acarrea consecuencias involuntarias e incontrolables, como la migración y los asentamientos humanos, advirtió Tveitdal.

«Esto, a su vez, aumenta el riesgo de deforestación, pastoreo intensivo, conflictos sociales, contaminación del agua, degradación de la tierra y fragmentación de hábitats», agregó.

El potencial de perturbación ambiental existe, aunque el crecimiento de la infraestructura sea lento, advirtieron los investigadores.

Aún si el ritmo de desarrollo fuera menor al registrado entre 1940 y 1990, cerca de 40 por ciento de los ecosistemas del Artico estarán gravemente alterados en 2050.

Las especies en mayor riesgo serían los renos, caribúes, lobos, osos polares, osos pardos y las aves. Los animales evitan las áreas desarrolladas y la perturbación del hábitat y los hábitos de migración alteran su capacidad de reproducción.

Los renos y caribúes son los animales más sensibles a la actividad humana, porque su área de pastoreo se reduce entre 50 y 90 por ciento en zonas situadas a 10 kilómetros de los caminos, líneas eléctricas o asentamientos, señalaron los investigadores.

Las aves del Artico también sufren por el desarrollo industrial. Varios estudios demostraron que la población de pájaros cayó hasta 44 por ciento a una distancia de 1,5 kilómetros de una nueva ruta.

«El efecto acumulativo del desarrollo por etapas que tiene lugar en el Artico es aún mayor en los ecosistemas de la región como resultado de los cambios a más largo plazo en el uso del agua, el nivel de contaminación y la condición del subsuelo polar «, destacó el PNUMA.

Por ejemplo, el impacto de una ruta sobre la vegetación puede detectarse hasta los 10 kilómetros de distancia, en los cambios del subsuelo polar y los cursos de agua. Además, las rutas permiten a los cazadores y las compañías madereras acceder a zonas que antes eran demasiado remotas.

Todo esto amenaza a las comunidades indígenas, que basan su modo de vida y su supervivencia en la caza y el pastoreo de renos y caribúes.

Además, estudios científicos demostraron que el crecimiento de la infraestructura de transporte y extracción de petróleo, gas y minerales es cada vez más incompatible con la cría de renos en el norte de Escandinavia y algunas partes de Rusia.

Pese a su estatuto de áreas protegidas, «muchos ecosistemas clave están desprotegidos, en especial en el sur del Artico, donde tiene lugar la mayor parte del desarrollo», señaló Mark Collins, del Centro de Observación para la Conservación Mundial del PNUMA, con sede en Cambridge, Inglaterra.

Una de esas áreas es el Refugio Nacional de Fauna del Artico, en el estado estadounidense de Alaska. El gobierno de George W. Bush, bajo presión de grupos industriales, promueve la exploración y extracción de petróleo y gas natural en la reserva, pero los ambientalistas se oponen férreamente.

BP-Amoco, ARCO y Chevron son algunas de las firmas que pretenden explotar yacimientos off-shore en el helado mar de Beaufort. Los planes incluyen la construcción de un oleoducto submarino.

«Las perforaciones harán desaparecer para siempre ese paisaje espectacular, que alberga osos polares, lobos, caribúes y cientos de miles de aves migratorias», advirtió Melinda Pierce, de la organización ambientalista Sierra Club. (FIN/IPS/tra- en/dk/rp/en/01) —— (*) Esta información fue publicada originalmente por el multimedios Tierramérica (www.tierramerica.net) —-

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