ARGENTINA: Menem confirma con dramático alegato su cita con el juez

El escándalo de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador determinó hoy en Argentina la detención de un antiguo jefe del ejército y se aguarda con expectativa la presencia del ex mandatario Carlos Menem ante la justicia, anunciada para este jueves.

Menem aseguró este miércoles que no eludirá la citación del juez Jorge Urso, el mismo que procesó al general retirado Martín Balza, autor de una histórica autocrítica por las violaciones de derechos humanos durante la última dictadura (1976-1983).

«Estoy presente para hablar mañana (este jueves) con el juez y decirle mi verdad (…) Yo no di un solo paso ni como gobernador ni como presidente dos veces elegido, en contra de la Constitución ni de las leyes», afirmó el ex presidente (1989-1999) en sorpresiva conferencia de prensa.

«Yo tengo la seguridad absoluta de que, pese a las difamaciones, no soy culpable de nada y de que mi libertad está garantizada, porque creo en la justicia y creo en mi pueblo», agregó.

«Todo fue legal, no hubo nada absolutamente contra la ley y todos los organismos de control intervinieron para asegurar que los decretos (que permitieron la venta de las armas) estaban bien», expresó Menem.

También expresó su «solidaridad con los ex ministros» procesados y con Balza, que durante ocho años, hasta diciembre de 1999, se desempeñó al frente del ejército.

La detención del general retirado causó cierta sorpresa entre activistas de derechos humanos. El militar gozaba de simpatías, al punto de haber sido tentado para saltar a la política.

La causa por contrabando de armas fue abierta en 1995 y ya han sido procesadas 46 personas. Las actuaciones se aceleraron en los últimos meses y la situación de Menem en el caso concentra la atención pública.

«Lo tomo como un retiro espiritual», dijo Balza poco antes de declarar ante Urso, que investiga el desvío de armas a Croacia y Ecuador mediante la simulación de ventas a Panamá y Venezuela.

La primera de las dos operaciones se realizó en violación del embargo impuesto por la Organización de las Naciones Unidas a la antigua Yugoslavia, donde Croacia y Bosnia-Herzegovina se enfrentaban a las fuerzas serbias en una guerra de independencia.

También hubo un envío de armas a Ecuador, que combatía en 1995 con fuerzas peruanas por un área fronteriza. Argentina era garante de la paz entre esos dos países.

Acompañado de su nueva esposa, la ex Miss Universo chilena Cecilia Bolocco, y por un grupo de allegados, Menem comparó su situación actual con el momento en que fue detenido en 1976 por los militares golpistas, que lo mantuvieron cinco años en reclusión.

Entonces, recordó, le ofrecieron asilo en la embajada de Paraguay. Pero «yo no abandono mi patria», afirmó. Como dijo el héroe latinoamericano Simón Bolivar, «en cadenas, pero en mi patria», agregó.

Oscar Roger, uno de los abogados de Menem, confirmó que el ex presidente prestará declaración ante Urso. Si se dspusiera su detención, se pedirá la prisión domiciliaria, pues es mayor de 70 años.

La justicia, que había previsto la declaración de Balza para el 13 de este mes, adelantó la cita para este miércoles y, antes de que comenzara el interrogatorio, Urso le comunicó que quedaba detenido por su supuesta responsabilidad en la organización de una asociación ilícita que tráfico las armas.

El ex comandante del ejército, que conmovió a la sociedad argentina cuando cuestionó en 1995 la actuación de esa fuerza durante la dictadura, ha insistido en su inocencia, pero prefiere callar cuando se le pide que señale a los que considera responsables.

El martes, en vísperas de su presentación ante la justicia, Balza dijo sentirse «muy tonto». Tropas del ejército argentino participaron mientras él fue comandante en misiones de mantenimiento de la paz en la antigua Yugoslavia

En ese mismo periodo, el Poder Ejecutivo autorizó mediante decretos secretos varios traslados de armas a Croacia por un total de 6.500 toneladas.

«Mientras los soldados y yo estábamos orgullosos de actuar como brazo armado de la política exterior en aras de la paz y jactándonos de ser imparciales, mi país había vendido armas a uno de los bandos», se lamentó.

Balza había declarado reiteradamente en público y ante la justicia que el ejército no tiene vínculos con Fabricaciones Militares, la empresa estatal que produjo los pertrechos enviados a Ecuador y a Croacia y que depende del Ministerio de Defensa.

Pero Luis Sarlenga, ex interventor de Fabricaciones Militares, aseguró al juez que Balza estaba al tanto de los movimientos realizados.

Sarlenga estuvo detenido hasta hace poco más de un mes. Luego de comprometer con su declaración a Emir Yoma, ex cuñado de Menem, pagó una fianza y salió en libertad, aunque sigue procesado.

Yoma fue detenido en mayo como otro de los organizadores de la asociación ilícita. No ocupaba cargos en el gobierno, pero hay numerosas pruebas acerca de su responsabilidad en la creación de empresas fantasma a través de las cuales se pagaron comisiones por las operaciones.

Una vez detenido Yoma, se aceleró también el procesamiento con prisión preventiva de Antonio Erman González, que fue ministro de Economía, de Salud, de Trabajo y de Defensa durante la presidencia de Menem.

González amplió su declaración por propia voluntad el lunes. Algunos observadores atribuyen a ese testimonio el adelantamiento del llamado a declaración indagatoria a Menem, convocado originalmente para el 13 de julio, y a Balza.

González responsabilizó al Poder Ejecutivo —y evitó mencionar a Menem por su nombre— de las decisiones que se tomaron cuando estuvo al frente del Ministerio de Defensa.

Balza, como jefe del ejército, se acercó a familiares de las víctimas de la represión de la dictadura y suspendió el tradicional envío de oficiales a la estadounidense Escuela de las Américas, que dictó cursos sobre contrainsurgencia durante la guerra fría.

Así mismo, eliminó el servicio militar obligatorio y el requisito de profesar la fe católica para ingresar en el ejército. Para él, el mejor destino de los militares en el extranjero eran las misiones de paz de la Organización de las Naciones Unidas, y en ese sentido orientó la fuerza.

Su gestión marcó el inicio de un nuevo vínculo entre los militares y la sociedad civil, una relación desacreditada por sucesivos golpes de Estado y por la cruel represión de la última dictadura, que hizo desaparecer a casi 10.000 personas, según registros oficiales.

Este miércoles, algunos periódicos, previendo la detención del militar retirado, destacaban una aparente paradoja.

Mientras el ex dictador Leopoldo Galtieri (1981-1982) está en libertad y asistió al desfile militar de la fiesta nacional del 25 de mayo, encabezado por el presidente Fernando de la Rúa, Balza, que hizo una autocrítica sobre la actitud del ejército en la dictadura, va preso, comentaron diversos medios de comunicación.

Galtieri ordenó en 1982 la invasión a las islas Malvinas. Fue condenado por declarar la guerra contra Gran Bretaña y también por la violación de derechos humanos. Pero obtuvo el indulto. (FIN/IPS/mv/mj-ff/ip/01

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