AMBIENTE-CHILE: Pobres de Santiago pagan crisis de contaminación

La capital de Chile vivió hoy su más crítico episodio ambiental del año y las medidas dispuestas para enfrentarlo paralizaron a 200.000 automotores y 517 industrias, mientras los pobres volvieron a ser las mayores víctimas de la contaminación.

El presidente Ricardo Lagos caminó este martes unas 10 cuadras desde su residencia hasta un hospital pediátrico, para visitar a niños atendidos por enfermedades respiratorias, y luego siguió en Metro (ferrocarril subterráneo) hasta el palacio de La Moneda, sede del gobierno.

Lagos exhortó a la población a hacer esfuerzos por mejorar las condiciones ambientales, a la vez que defendió las restricciones impuestas también al tránsito de automóviles equipados con convertidor catalítico, que usan gasolina sin plomo y contaminan 80 por ciento menos que los vehículos convencionales.

La restricción a los vehículos catalíticos en episodios de preemergencia se comenzó a aplicar este año y es resistida por asociaciones de automovilistas y parlamentarios de la oposición derechista.

El intendente comunal de la Región Metropolitana, Sergio Galilea, decidió imponer las restricciones el lunes, luego de que los pronósticos del clima anticiparon para este martes una condición ambiental «severa y grave», con riesgos de contaminación similares a los registrados el 24 y 26 de julio de 1999.

Según el sistema de medición de calidad del aire, reformulado en 1998, la Intendencia Metropolitana puede decretar estados de alerta, preemergencia y emergencia ambiental, de acuerdo a los índices de contaminación atmosférica y las predicciones climáticas.

La de este martes fue la tercera preemergencia en el curso del año, pero la primera en una jornada laboral, ya que las dos anteriores tuvieron lugar en fines de semana.

La restricción al tránsito de vehículos a gasolina con plomo, de 20 por ciento regularmente entre abril y noviembre, se eleva en los episodios de preemergencia a 60 por ciento, al tiempo que se obliga a paralizar a 20 por ciento de los automóviles con convertidor catalítico.

En Santiago, con más de cinco millones de habitantes, existen 900.000 vehículos motorizados, sin contar los autobuses del transporte público, de los cuales 600.000 son catalíticos y se identifican con un sello verde.

La restricción impuesta este martes afectó a 85.000 automotores convencionales y a 113.000 catalíticos, además de 1.500 autobuses.

La preemergencia implicó también la paralización de 517 fuentes fijas de combustión, en su mayoría calderas industriales.

Del mismo modo, se prohibió la circulación de vehículos particulares entre las 7:30 y las 10:00 horas y entre las 18:00 y 20:30 horas en siete ejes viales, que incluyen grandes avenidas reservadas en exclusividad al transporte público en esos horarios.

Santiago es considerada una de las tres metrópolis latinoamericanas con mayor grado de contaminación ambiental, junto a la capital de México y Sao Paulo.

La calidad del aire se deteriora de manera pronunciada en la capital chilena en los meses de otoño e invierno, como consecuencia de factores climáticos que multiplican el impacto de un parque automotor sobredimensionado.

En los últimos días, como consecuencia de bajas temperaturas y ausencia de lluvias y vientos, se produjo el llamado efecto de la «tapa de olla», en que el extenso valle de Santiago sufre la acumulación de particulas de material suspendidas en el aire y gases a muy baja altura.

Los municipios pobres del sector oeste de Santiago, como Pudahuel y Cerro Navia, que tienen las menores densidades de automotores, son los que más sufren los efectos de la contaminación con elevados índices de mala calidad del aire.

Esto se debe al emplazamiento de esas comunas, en áreas más bajas, y al desplazamiento de la niebla tóxica, que permanece más tiempo en esos lugares.

Como ocurre cada invierno, los episodios más críticos de contaminación coinciden con un incremento de las enfermedades respiratorias, como consecuencia del frío y de la propia polución atmosférica.

Estos problemas se agravaron este año con un brote de influenza, una enfermedad invernal de alto riesgo para ancianos y lactantes.

Vecinos de Pudahuel y Cerro Navia se movilizaron para exigir a las autoridades medidas más efectivas contra la contaminación y un mejoramiento de la atención en los consultorios públicos de salud.

Lagos visitó el hospital pediátrico Luis Calvo Mackenna en compañía del viceministro de Salud, Ernesto Behnke, para observar los efectos del brote de gripe entre los niños y disponer un reforzamiento de los sistemas de atención.

El presidente socialista advirtió que los pronósticos metereológicos indican que persistirán los fríos, lo cual hace prever un aumento de las enfermedades respiratorias entre la población.

«Me parece importante que hoy día todos hagamos un esfuerzo por mejorar las condiciones medioambientales. La restricción de los vehículos catalíticos es una necesidad en días como hoy y vale la pena hacer un pequeño sacrificio en beneficio de los demás», dijo Lagos.

El intendente Galilea aseguró que las decisiones adoptadas en el marco de la preemergencia fueron efectivas y estimó que este martes la contaminación disminuyó 20 por ciento en Santiago (FIN/IPS/ggr/dm/en/01

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