SALUD-AFRICA: Uso de condones no basta en lucha contra el sida

Las actuales estrategias de prevención del sida en Africa están condenadas al fracaso, porque priorizan el uso de condones en desmedro de otros factores, como la desnutrición y la pobreza, opinaron especialistas.

«Estamos perdiendo la batalla debido al exagerado énfasis en la modificación de conductas», afirmó Eileen Stillwaggon, economista experta en salud y desarrollo del Gettysburgh College de Pennsylvania, Estados Unidos.

«El hecho de que el cambio de conductas sexuales haya dado resultados en Estados Unidos y Europa para detener el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) llevó a que este modelo fuera aplicado en otras regiones del mundo sin ninguna modificación», señaló.

La idea central de varios trabajos de Stillwaggon es que la política internacional contra el sida se basa en el preconcepto equivocado de que las altas tasas de infección en Africa se deben a la promiscuidad sexual.

«En Africa y en otras poblaciones empobrecidas, las consecuencias biológicas de la pobreza juegan un papel determinante en los altos niveles de transmisión del VIH» (virus de inmunodeficiencia humana), sostuvo la experta, que ha trabajado en Tanzania y Zimbabwe.

«La imposibilidad de reconocer esos factores y de integrarlos a un modelo para poblaciones pobres llevó al fracaso de las estrategias de prevención y a la perpetuación de estereotipos raciales», sostuvo la autora.

Esta visión es compartida por otros especialistas. El vocero del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP), Alex Marshall, afirmó que los trabajos de Stillwaggon «dicen claramente lo que hay que decir».

«Las generalizaciones se basan en investigaciones débiles. Hay muchos factores en la propagación del sida», destacó Marshall.

Las políticas para prevenir el sida en Africa se concentran en poner barreras entre portadores y no portadores, en lugar de mejorar la salud y la alimentación de la población. Se espera que la población hambrienta use condones, dijo Stillwaggon.

En los últimos 30 años, Africa subsahariana fue la única región del mundo donde se redujo el consumo individual de calorías y proteínas. En esa región se produjeron 18 de las 19 hambrunas que golpearon a la humanidad entre 1975 y 1998.

Un modelo integral de prevención del sida, según la economista, debe incluir la distribución de condones, pero también concentrarse en derrotar la desnutrición y las infecciones diarreicas y parasitarias, como la malaria.

Estas enfermedades proliferan en el continente africano y además de su mortalidad reducen la capacidad inmunitaria del organismo, haciéndolo más proclive a contraer otros males como el sida.

Otra prioridad es mejorar la deficiente infraestructura de los servicios de salud, sostuvo Stillwaggon.

Algunos métodos de prevención son baratos. Por ejemplo, el suministro anual por persona de vitamina A, hierro y iodo para fortalecer la alimentación y elevar la inmunidad cuesta menos que 10 condones.

La falta de vitamina A debilita el sistema inmunitario, en particular en los tejidos mucosos y epidérmicos, muy importantes para proteger al cuerpo de enfermedades de transmisión sexual y VIH.

Incluir hierro en la alimentación costaría 20 centavos de dólar por persona y por año, pero ni los gobiernos africanos ni los donantes están encarando adecuadamente estas formas de prevención, arguyó la economista.

«Tenía la falsa impresión de que este debate estaba superado», dijo por su parte Debrework Zewdie, coordinadora del programa del Banco Mundial sobre VIH/sida.

«En el sur de Africa, la incidencia del VIH es muy alta debido al gran movimiento de la población. Los trabajadores migrantes tienen contacto con prostitutas, y cuando regresan a sus hogares contagian a sus esposas», dijo Zewdie.

Según la funcionaria del Banco Mundial, quienes trabajan contra el sida saben que la modificación de la conducta debe ser el centro de todo programa de prevención.

«Pero hay una creciente comprensión de otros factores importantes, como la educación en salud y una mejor situación social de las mujeres», agregó Zewdie.

Los expertos discuten si ha habido o no un cambio en la forma de enfrentar el sida, pero lo cierto es que la realidad africana sigue siendo un campo fértil para la propagación de la enfermedad.

La pobreza continúa aumentando y los recursos para la salud son muy escasos. El acceso al agua potable es deficiente y, donde existen hospitales, éstos carecen de antibióticos elementales.

Para empeorar el panorama, hasta los condones escasean.

Los recursos para adquirir condones y otros anticonceptivos están en su nivel más bajo de los últimos cinco años y no se puede cumplir con la demanda actual, dijo la directora del FNUAP, Thoraya Obaid, en la última cumbre africana contra el sida, realizada en Abuja, Nigeria.

Para el año próximo se necesitarán 950 millones de dólares. «Es simple: si usas condón no contraes sida. Pero no somos simplemente una agencia para impulsar los condones. Creemos en la creación de amplios sistemas de salud», declaró Marshall, del FNUAP.

«Gobiernos africanos, donantes y sociedad civil hemos fracasado sobre todo por la falta de recursos. Pero los programas de ajuste estructural también dañaron los servicios sanitarios. La salud es la primera víctima de los recortes del gasto público, y el Banco Mundial está empezando a entenderlo», agregó Marshall.

En Africa habitan 70 por ciento de los 36 millones de personas enfermas de sida. Sólo el año pasado, 3,8 millones de personas contrajeron el virus en el Africa subsahariana y 2,4 millones murieron, convirtiendo al sida en la principal causa de muerte en esa región.

Las posibles diferencias entre la epidemia de sida en Africa y la de otros continentes es una cuestión que permanece silenciada, pero los programas de prevención se concentran en establecer las diferencias entre los africanos y el resto de la humanidad.

Existe el estereotipo del africano hipersexual, basado sobre todo en una literatura sociológica que sería inaceptable en publicaciones sobre la población europea o norteamericana, dijo Stillwaggon.

En su Informe 1999 sobre el sida, el FNUAP afirmó que en Africa «el problema es la promiscuidad», lo cual «subraya la primacía de los factores culturales» en las tasas de infección de VIH del continente.

Pero cuánto sexo debería practicar la población de Botswana, ignorando otras condiciones específicas del continente, para tener niveles de infección más de 50 veces superiores a los de Estados Unidos o 1.000 veces superiores a los de Cuba, se preguntó Stillwaggon.

Pese a la alta frecuencia de relaciones sexuales sin uso de condón en los países industrializados -evidenciada por la alta incidencia de enfermedades de trasmisión sexual de Estados Unidos, por ejemplo- no se produjo una epidemia heterosexual de sida en esas naciones.

Desde el ámbito gubernamental, el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, también planteó la existencia de características distintivas en la epidemia africana, la carencia de investigaciones sólidas sobre el tema y el papel de la pobreza en la propagación del VIH.

Pero la ortodoxia científica desacreditó a Mbeki diciendo que el presidente había sido reclutado por científicos heterodoxos, que creen que que no hay vínculos entre el VIH y el sida. (FIN/IPS/tra-en/gm/aa/dc/mlm/he-dv/01

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