El presidente ruso Vladimir Putin reiteró hoy su voluntad de fortalecer las Fuerzas Armadas, al hablar en la conmemoración del 56 aniversario de la victoria soviética contra el ejército alemán.
En su discurso en la Plaza Roja de Moscú, Putin pidió a los rusos que aprendieran las lecciones de la segunda guerra mundial y protegieran la paz mundial. «Nuevas amenazas, como el terrorismo y el extremismo religioso» deben ser enfrentadas con decisión, declaró.
Por su parte el ministro de Defensa, Sergei Ivanov, dijo que Rusia aún enfrenta el riesgo «de los conflictos locales en el norte del Cáucaso y en Asia Central» y que el gobierno debe mejorar su capacidad defensiva.
El gobierno percibe como un desafío importante a su autoridad la amenaza «terrorista» de Chechenia, donde las tropas rusas combaten contra rebeldes separatistas.
«Las autoridades han tomado todas las medidas necesarias para impedir cualquier posible acto de terrorismo y sabotaje», afirmó el viceministro del Interior, Vladimir Vaisiliyev.
Las principales celebraciones por el Día de la Victoria en Moscú incluyeron un desfile militar en la Plaza Roja, en el que unos 5.000 efectivos marcharon bajo la bandera de guerra roja.
Durante el desfile la Plaza Roja fue cerrada para los peatones y se restringió el acceso a los vehículos particulares.
También en la plaza se realizaron varios conciertos, mientras en una pantalla gigante se emitían películas documentales sobre la guerra, que finalizó en mayo de 1945 con la rendición de Alemania.
Durante todo el día en las calles y plazas del centro de Moscú resonó la música de las bandas militares que ejecutaban melodías de la época de la guerra, mientras los veteranos salían a festejar el Día de la Victoria.
Las festividades se desarrollaron en más de 20 escenarios al aire libre, incluyendo el Parque de la Victoria, cerca del Memorial Poklonnaya Gora, en Moscú. Por la tarde se cumplieron las marchas organizadas por el Partido Comunista y los grupos de veteranos.
Si bien los organizadores esperaban una concurrencia de 10.000 personas, el número fue menor.
Además de festejar, el líder del Partido Comunista, Guennady Zyuganov, aprovechó la ocasión para protestar contra los planes militares estadounidenses de «guerra de las galaxias».
El martes, Putin se reunió con representantes de los veteranos de guerra de todos los ex estados soviéticos, así como de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y prometió que su gobierno apoyaría a todos los veteranos, incluso aquellos que viven fuera de su país.
Los ex combatientes rusos recibieron su cuota anual de alabanzas. Varias instituciones y empresas nacionales les ofrecieron entretenimientos gratuitos, flores y obsequios, mientras se organizaron cocinas de campaña al aire libre para distribuir comida y bebidas.
Además, los veteranos de la zona de Moscú tuvieron acceso sin cargo a los servicios de telecomunicaciones, y los vendedores del mercado de alimentos Dorogomilovo ofrecieron descuentos especiales.
Por otra parte, el gobierno decidió elevar el valor promedio de la pensión mensual a mil rublos (unos 35 dólares estadounidenses), aproximándola a un ingreso de subsistencia, un consuelo para los rusos más viejos, buena parte de los cuales son veteranos de guerra.
Rusia tiene 38 millones de beneficiarios de pensiones, uno de los sectores más perjudicados por la transición del país a una economía de mercado. En 1991 los pensionistas perdieron de un día para el otro el ahorro de todas sus vidas, cuando la hiperinflación aniquiló sus depósitos en la banca estatal.
La crisis económica de 1998, durante la cual se devaluó el rublo, también afectó a millones de jubilados y pensionistas.
En los últimos meses, sin embargo, el gobierno tomó algunas medidas de apoyo a los pensionistas, en particular a los veteranos de guerra.
Vladimir Vasiliyevich, de 76 años, dijo a IPS que tras los últimos aumentos su pensión alcanza los 1.300 rublos. Como veterano de la segunda guerra mundial también recibió unas vacaciones pagas en un centro turístico y la promesa oficial de que en los próximos meses el monto de su pensión se duplicará.
En su encuentro del martes con los veteranos, realizado en el Kremlin, Putin entregó medallas a varios ex combatientes rusos, alabando sus proezas bélicas como sin precedentes.
El presidente también condecoró a varios oficiales rusos en la guerra contra los separatistas chechenos, en un aparente intento por vincular el legado patriótico de la gran guerra con la actual campaña contra «los terroristas y extremistas».
Sin embargo aún no está claro si la actual «operación antiterrorista» en Chechenia puede ser una causa suficiente para inspirar nuevamente en los rusos su histórico patriotismo militar. (FIN/IPS/tra-en/sb/mn/dc/ip/01)
