La cuestión social figura en la agenda de la Cumbre Económica del Mercosur, que comenzará este domingo en la capital de Argentina, organizada por el Foro Económico Mundial, de Davos, cuyas actividades son atacadas por activistas contrarios a la globalización.
Con el título de «Disminuyendo las desigualdades y aumentando las oportunidades», unos 500 participantes de los gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales se reunirán hasta el próximo martes en Buenos Aires para considerar mecanismos destinados a reducir la desigualdad de oportunidades.
Asistirán los presidentes Fernando de la Rúa, de Argentina, y Jorge Batlle, de Uruguay, y el vicepresidente de Bolivia, Jorge Quiroga. Brasil será representado por el presidente del Banco Central, Arminio Fraga, y Chile por el ministro del Interior, José Miguel Insulza.
Así, el Foro Económico Mundial, que tiene sede en Suiza y suele impulsar la liberalización comercial, la apertura y la desregulación de las inversiones, otrora restringido a empresarios, banqueros y políticos, muestra ahora un perfil más abierto y preocupado por los efectos sociales de ese modelo.
«Observamos que en América Latina, a diferencia de lo que ocurre en Asia o incluso en Africa, el desarrollo económico no fue seguido por una disminución de las desigualdades a nivel social», explicó a IPS la directora asociada del Foro de Davos para la región, Sylvie Naville.
«Ya habíamos discutido el asunto en la última reunión del Foro en Suiza, y decidimos profundizarlo aquí para analizar las posibilidades de cooperación entre empresarios y gobiernos, y la responsabilidad de las empresas para aliviar las desigualdades, con el aporte de la sociedad civil», añadió Naville.
El último Foro de Davos, celebrado en enero, abordó el atraso en el desarrollo social, e incluso —a propuesta de algunos participantes— se estableció un diálogo electrónico con el Foro Social Mundial que sesionaba al mismo tiempo en Porto Alegre, convocado por organizaciones sociales de diverso origen.
En ese diálogo sobresalió un llamado del empresario húngaro- estadounidense George Soros a incorporar urgentemente la cuestión social en la agenda principal del Foro Económico Mundial, para evitar que los efectos positivos de la globalización quedaran neutralizados por las protestas.
«A los empresarios les interesaría mucho un fortalecimiento de las clases medias en América Latina, a fin de conseguir una bonanza en el mercado que beneficie a todos», sostuvo otro directivos del Foro en esta región, Pedro Ralda.
Los organizadores seleccionaron a un amplio grupo de representantes de organizaciones no gubernamentales, que participarán en debates sobre desarrollo social, modalidades y oportunidades de integración, infraestructura y globalización.
El Foro de Davos convoca desde 1994 a representantes de la sociedad civil, e incorpora a su agenda cuestiones como la responsabilidad social de las empresas, pero esa tendencia se fortaleció luego de las protestas callejeras contra la globalización que comenzaron en 1999.
Manifestantes de diversas organizaciones sociales, ambientalistas, femeninas, de consumidores e izquierdistas participaron en protestas convocadas en oportunidad de reuniones de la Organización Mundial del Comercio, el Area de Libre Comercio de las Américas o el Foro de Davos.
La Cumbre Económica del Mercosur en Buenos Aires fue organizada con sigilo. La difusión este viernes del anuncio de la reunión a los medios de prensa argentinos fue muy limitada.
«Reconocemos que la presión social de las manifestaciones existe, y por eso queremos legitimar a estos grupos e incluso incorporarlos a nuestro debate», señaló Naville, quien admitió que las organizaciones participantes en la Cumbre fueron sometidos a un largo proceso de selección. (FIN/IPS/mv/mj/if dv/01
