El Banco Mundial presentó hoy al gobierno de México un recetario de ofertas para lograr el desarrollo y superar la pobreza, materias en las que el organismo multilateral tendría mucho que expiar, según quienes critican su acción.
El organismo multilateral exhortó al presidente Vicente Fox, en funciones desde diciembre, a consolidar la estabilidad macroeconómica, mejorar la competitividad y luchar contra la pobreza. Para ayudarlo, ofreció dinero y gestiones dirigidas a la obtención de créditos internacionales.
El recetario, que el Banco Mundial presenta a México cada seis años, cuando comienza un nuevo periodo presidencial, coincide en casi todo con las propuestas de Fox, el primer mandatario en 71 años que no pertenece al Partido Revolucionario Institucional.
Los consejos incluyen consolidar los logros macroeconómicos del país, acelerar el crecimiento mediante mejoras de la competitividad, reducir la pobreza desarrollando capital humano, equilibrar crecimiento y protección de los recursos naturales y trabajar por la eficacia y la transparencia gubernamental.
La metas son difíciles pero factibles, señaló el organismo en un documento de 748 páginas, escrito en inglés y titulado «México: una agenda integral de desarrollo para la nueva era».
Si el gobierno atiende las recomendaciones, «la recompensa al final del sexenio (en 2006, cuando concluya el mandato de Fox) no será un México libre de problemas de desarrollo, sino un México en una senda de desarrollo rápido y sustentable y un futuro mejor para todos sus habitantes», prometió el Banco Mundial.
El informe recuerda que el organismo multilateral «ha tenido el privilegio de proporcionar» a los presidentes entrantes de México un informe completo «de su diagnóstico y recomendaciones que contribuyan a la senda del desarrollo del cliente».
A diferencia de los gobiernos anteriores al de Fox, el informe y el recetario del Banco Mundial fueron difundidos al público.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México Alejandro Alvarez sostuvo que el Banco Mundial debería tener remordimiento y el gobierno cuidado con las recetas, pues, aseguró, ese organismo y sus consejos son responsables de muchos de los problemas de pobreza que afectan a este país.
El economista filipino Walden Bello escribió en su libro «Victoria Oscura» que los ajustes recomendados por el Banco Mundial a México en los años 80 y 90 impidieron reducir la pobreza y atraparon al país «en un círculo vicioso de bajo consumo, baja inversión y baja producción».
Cuando el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional hablan de fórmulas contra la pobreza lo único que queda por decir es que son unos «cínicos», sostuvo, por su parte, el alemán Heinz Dieterich, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En diversos puntos de su recetario, los expertos del Banco Mundial recomiendan acabar con los subsidios en varios rubros, cobrar más impuestos, terminar con las exenciones impositivas a alimentos y medicinas y garantizar la participación del sector privado en la economía y en las inversiones.
Además, aconsejan reducir el papel del Estado, revisar el sistema laboral y abrir a la inversión el sector eléctrico y el petrolero, que permanecen en manos estatales.
Si México quiere avanzar, debe consolidar como condición ineludible los logros macroeconómicos alcanzados por el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), que logró una sólida y eficiente administración financiera luego de la crisis económica desatada a fines de 1994, apuntó el Banco Mundial.
El organismo también sugirió mejorar la competitividad del país, entre otros factores mediante una reforma al sistema tributario, pues México apenas recauda el equivalente a 10 por ciento de su producto interno, por debajo de los patrones internacionales.
Además, debe eliminar barreras al flujo de capital privado y dar especial atención al sector rural, donde, según el diagnóstico, hay «fallas de mercado».
En materia social, México tiene que «prestar atención al capital humano como la base de la pirámide del desarrollo». Para ello, el gobierno debe proteger a los grupos vulnerables, proporcionarles insumos para mejorar su productividad y ser «sensible» a las necesidades de mujeres e indígenas, apuntó.
Según estimaciones del organismo ajustadas a 1996, dos de cada tres mexicanos son pobres y uno de cada tres s encuentra en situación de extrema pobreza. Este país tiene unos 100 millones de habitantes
En cuanto al ambiente, el Banco Mundial, al que México se sumó como cliente a fines de la década de 1940, recomendó apuntalar políticas eficientes que ayuden «a transformar la actual disyuntiva entre el hombre y la naturaleza en una relación de colaboración».
El organismos advirtió que su receta sólo se podrá atender «y mantener si se establece un nuevo contrato entre el gobierno y los ciudadanos, en que los patrones de responsabilidad pública del gobierno y de participación ciudadana se eleven a un nivel mucho mayor».
«Sería muy optimista pensar que todas o gran parte de las reformas» recomendadas por el Banco Mundial puedan lograrse durante el gobierno de Fox, reconoció el banco.
Pero puede avanzarse mucho si se trabaja en los consensos políticos, lo que, sin embargo, puede resultar «enloquecedoramente esquivo».
El gobierno debe lograr éxitos demostrables en una etapa temprana, si desea crear el impulso decisivo para los siguientes esfuerzos y no empantanar sus proyectos, concluyó. (FIN/IPS/dc/mj/if dv/01
