DESARME: EEUU bloquea tratado contra armas biológicas

Estados Unidos agravó la parálisis de las negociaciones multilaterales de desarme al bloquear otro tratado internacional, el protocolo para la verificación del convenio que prohibe las armas biológicas.

Estados Unidos anticipó este fin de semana las conclusiones alcanzadas por sus organismos especializados, que aconsejan retirar el apoyo de Washington al protocolo que se discute hace seis años.

La oposición de Estados Unidos no impedirá esfuerzos posteriores por concertar el acuerdo, aunque sin duda carecerán de empuje suficiente, estimó Chemical and Engineering News, un medio especializado que adelantó la noticia hace un mes.

El aplazamiento del anuncio obedeció a la intención de evitar juicios adversos por el rechazo de otro tratado internacional por parte de Estados Unidos, según la revista.

Jeni Rissanen, del Acronym Institute de Londres, dijo que en los últimos meses Estados Unidos produjo «acontecimientos negativos», como los anuncios sobre el desarrollo del escudo balístico espacial y el rechazo del protocolo de Kyoto sobre calentamiento climático.

Con esos antecedentes, el panorama luce definitivamente sombrío, comentó la experta en desarme.

Pero la directora ejecutiva de Acronym, Rebecca Johnson, opinó que Estados Unidos no ha abandonado por completo la posibilidad de seguir trabajando por otras vías en favor del fortalecimiento de la convención.

De todas maneras, el anticipo de Washington sirve de severa advertencia del estado en que se encontraban las negociaciones del texto del protocolo, «que no satisface a todos», dijo Johnson.

También había otros estados poco entusiastas con el texto que aguardaban conocer la reacción de Estados Unidos, confirmó Patricia Lewis, directora del Instituto de las Naciones Unidas de Investigaciones sobre Desarme (UNIDIR).

Rissanen, que siguió en Ginebra las últimas tres semanas de discusiones del protocolo, concluidas el 11 de mayo, identificó a China, Cuba, Irán, Libia y Pakistán entre los países que preferían también aplazar las negociaciones.

La directora de Acronym mencionó una contradicción en la posición asumida por Estados Unidos.

Por un lado, dijo, Washington favorecía mecanismos de verificación más débiles para atender las preocupaciones de su industria farmacéutica, celosa del secreto de sus invenciones en biotecnología.

Sin embargo, Estados Unidos ahora cambia su postura y sostiene que el protocolo va a resultar demasiado débil para sus necesidades, manifestó Johnson.

Con el anticipo de Washington, la discusión del protocolo de armas biológicas ingresará a la misma atmósfera de sopor que rodea a las negociaciones en la Conferencia de Desarme, el principal foro multilateral en la materia, que se arrastra hace tres años en debates infructuosos.

La Conferencia de Desarme se encuentra paralizada por la falta de consenso en torno de tres temas principales: el armamentismo en el espacio ultraterrestre, la prohibición de empleo del material fisible y las negociaciones del desarme nuclear.

En otro ámbito importante del desarme, el Tratado de No Proliferación Nuclear, tampoco «hemos alcanzado gran progreso», reconoció Tariq Rauf, del centro de estudios para la no proliferación perteneciente al Instituto de Asuntos Internacionales de Monterrey.

Los últimos avances del TNP correspondieron a la exitosa conclusión de la conferencia de revisión realizada en Nueva York hace un año, dijo Rauf, que asistió a un seminario sobre desarme en Ginebra.

Al grupo especial de estados parte de la Convención sobre Armas Biológicas y Toxinas que redacta el protocolo le restan para cumplir su tarea sólo 20 días de sesiones, entre el 23 de julio y el 17 de agosto.

El mandato del grupo especial expira el 19 de noviembre, cuando se inicie en Ginebra una nueva conferencia periódica de revisión de la convención.

El presidente del grupo especial, Tibor Toth, anunció que antes de la sesión de julio se propone visitar el mayor número posible de capitales de los 56 países que participan de las discusiones.

Toth, embajador de Hungría ante los organismos internacionales con sede en Viena, iniciará esta misma semana consultas en Washington, según informes procedentes de Estados Unidos.

El diplomático húngaro preparó un borrador de protocolo para la discusión, que recibió apoyó de países europeos y de algunas naciones no alineadas.

El texto del presidente respeta los intereses legítimos de la industria de la biodefensa y de la no proliferación, a la vez que aportará instrumentos eficientes para fortalecer la convención contra las armas biológicas, sostuvo Toth.

La orgamización especializada GeneWatch, de Gran Bretaña, advirtió los peligros de las armas biológicas y de la nueva genética.

Las tecnologías genéticas pueden revolucionar el tratamiento de las enfermedades, pero también poseen la capacidad potencial de crear nuevas armas de destrucción masiva, dijo. (FIN/IPS/pc/mj/ip/01

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