SIERRA LEONA: La guerra contra las mujeres

Las mujeres de Sierra Leona intentan reconstruir sus vida y la de sus hijos, tras una guerra de diez años en la que fueron las principales víctimas.

Desde el estallido del conflicto en 1991, los grupos armados eligieron a las mujeres como objetivo militar, forzándolas a combatir, utilizándolas como esclavas en trabajos humillantes o convirtiéndolas en simples objetos sexuales.

Junto a sus vecinas Guinea y Liberia, Sierra Leona continúa envuelta en guerras fronterizas, mientras el violento grupo armado Frente Revolucionario Unido (RUF) aún actúa en algunas zonas ricas en diamantes.

Pese a esto, lo peor de la guerra parece haber terminado y muchas mujeres tratan de superar el trauma de la violencia y hallar a sus familiares.

«Ya hemos rehabilitado a más de 300 jóvenes y mujeres víctimas de violación y otras formas de abuso como consecuencia de la guerra», dijo Christiana Thorpe, directora del Foro de Mujeres Educadoras Africanas (FAWE).

En los peores momentos del conflicto, las fuerzas rebeldes, que llegaron a controlar varias áreas de este país de Africa occidental, raptaban a las mujeres y a las niñas, dijo Thorpe.

«Muchas fueron violadas repetidas veces y ahora están embarazadas o cargan con hijos no deseados. Necesitamos médicos y psicólogos que las atiendan», comentó.

En FAWE, las sobrevivientes de la guerra son inscriptas en la escuela y reciben instrucción en tareas como cocina, costura y teñido de telas.

Algunas revivieron ante IPS los terribles abusos que padecieron a manos de los grupos armados, en especial del RUF. Marie, una joven de 18 años secuestrada por los insurgentes cuando éstos invadieron la capital, Freetown, en enero de 1999, contó entre lágrimas cómo la llevaron cautiva junto a otras cinco jóvenes.

«Nos llevaron a la jungla, donde permanecimos hasta que las fuerzas del gobierno los desalojaron (a los rebeldes). Eramos violadas continuamente, a tal grado que una de las secuestradas murió desangrada», dijo Marie.

«Mientras estuve en la selva vi a cientos de mujeres y niñas haciendo todo tipo de trabajos serviles para los rebeldes. Yo fui embarazada por un combatiente, que se apoderó de mí diciendo que me protegería. Aún tengo dolorosos recuerdos de aquel incidente», refirió otra mujer, Fatou.

Pero los abusos no se limitaron a las áreas bajo control rebelde. Las tropas gubernamentales también atacaron, violaron y dispusieron libremente de las mujeres, especialmente en los primeros años de la guerra.

Esa conducta no fue exclusiva de Sierra Leona. En la vecina Liberia, donde la guerra civil comenzó en 1989, la violencia contra las mujeres fue cotidiana.

Muchas adolescentes fueron secuestradas y obligadas a servir como combatientes, y varias murieron asesinadas. Las armas para asegurar su sumisión eran la violación y el terror.

También en Guinea la población femenina ha padecido las consecuencias de la guerra. Desde que estalló el conflicto, en setiembre de 2000, muchas mujeres quedaron atrapadas en medio de las batallas entre las tropas del gobierno y los insurgentes.

Ochenta por ciento de los 250.000 refugiados que llegaron a Guinea procedentes de Liberia y Sierra Leona eran mujeres, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Cuando la lucha llegó a su clímax en la triple frontera, los refugiados fueron abandonados por las instituciones de ayuda humanitaria y debieron defenderse solos en medio de la jungla.

El hambre y las enfermedades mataron a muchas personas, y actualmente más de 100.000 permanecen abandonados en la región de los «picos de loro», donde convergen las fronteras de Guinea, Liberia y Sierra Leona.

Una mujer que pudo retornar a Sierra Leona dijo a IPS que sufrió «el infierno en la tierra».

«Eramos violadas, detenidas, golpeadas y torturadas por las tropas de Guinea. Logré escapar a Sierra Leona a través de la selva», dijo.

Su historia no difiere del relato de muchos refugiados que retornaron de Guinea, quienes denunciaron la creciente violencia y la xenofobia, contra las mujeres en particular y los refugiados en general.

«Las mujeres fueron las principales víctimas de las tres guerras civiles. Perdieron sus predios de cultivo y pequeños comercios y muchas tienen la vida destrozada», advirtió Paul Allen, del Foro Nacional por los Derechos Humanos.

Muchas mujeres enviudaron y actualmente buscan a sus hijos abandonados, señalan las organizaciones de derechos humanos,

Mientras la guerra en Sierra Leona está próxima a finalizar, las mujeres ganan protagonismo en las iniciativas para la construcción de la paz.

Varias organizaciones de mujeres participan en programas de mantenimiento de la paz, con el respaldo de la Misión de la ONU en Sierra Leona. Se trata, entre otros grupos, del Foro de Mujeres de Sierra Leona, la Asociación de Mujeres Universitarias y el FAWE.

Los grupos femeninos han organizado talleres y paseos para sensibilizar a las comunidades y a los ex combatientes sobre la necesidad de detener la violencia e iniciar un proceso de reconciliación nacional.

Las actividades comerciales transfronterizas se derrumbaron debido a la inseguridad general de la región, pero gracias a la ayuda de algunas instituciones donantes se están distribuyendo microcréditos para mujeres, destinados a tareas agrícolas, productivas y comerciales. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/dc-ff/hd/01)

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