SALUD-PAKISTAN: Tabúes religiosos impiden lucha contra el sida

La homosexualidad masculina en Pakistán propaga el virus del sida a un ritmo alarmante, pero las normas islámicas impiden una campaña eficaz de prevención, afirmaron promotores de salud de este país.

Un estudio conjunto del Programa Nacional del Sida y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) reveló que los hombres constituyen más de 87 por ciento de las personas seropositivas en este país surasiático.

Si bien el estudio puntualiza que la actividad homosexual es responsable de sólo dos por ciento de los casos, el mismo agrega que la práctica es común en grandes áreas de este país.

Según Masroor Gillani, investigador de la Sociedad de Protección de los Derechos de la Niñez, tanto el gobierno como la sociedad aún no admiten abiertamente la propagación de la homosexualidad masculina ni el abuso sexual infantil.

Esto se debe a las normas islámicas de rígida discriminación social, impuestas a comienzos de la década de 1980 por los gobernantes militares del país, quienes impusieron la prohibición de mostrarse juntos en lugares públicos a hombres y mujeres no casados.

Los niños varones son víctimas de 55 por ciento de los casos de abuso sexual infantil, dijo Gillani. Según otro estudio de Onusida sobre los conductores de camiones, grupo considerado de alto riesgo, menos de tres por ciento de los mismos utilizan condones.

Aproximadamente 93 por ciento de los encuestados para el estudio sabían que la práctica sexual sin protección era una forma de trasmisión del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, que causa el sida), pero creían que sólo los trabajadores sexuales corrían ese riesgo.

Sin embargo, muchos camioneros tienen relaciones homosexuales con jóvenes o adolescentes que viajan con ellos como ayudantes, dicen los trabajadores de salud.

Pese a la negativa oficial, la prensa suele informar de hombres enviados a prisión por tales conductas. Según informes independientes, 85 por ciento de los prisioneros sexualmente activos no usan condones.

Muchos de esos reclusos, además, son adictos a las drogas inyectables y comparten jeringas y agujas.

La homosexualidad masculina en Pakistán está asociada principalmente a la región más conservadora del país islámico —la Provincia de la Frontera Noroeste— que limita con Afganistán, donde los hombres ricos y ancianos suelen mantener a jóvenes y adolescentes para su placer sexual.

Un estudio realizado en 1997 por la Coalición Nacional para los Derechos de la Niñez reveló que 23 por ciento de la población de la provincia valora la pedofilia como objeto de orgullo, 14 por ciento cree que es un símbolo de alto nivel social y 11 por ciento no la considera mala.

Si bien está estrictamente prohibida por el Islam, la homosexualidad masculina es tolerada socialmente en muchos lugares de este país.

Los trabajadores sexuales en Pakistán son sobre todo travestis que corren más riesgo que las prostitutas, según organizaciones de salud.

Sin embargo, el programa gubernamental de prevención y control del sida no puede realizar una campaña masiva de educación debido a los tabúes sociales y religiosos.

La publicista Rizwana Asad, asociada desde hace tiempo a las campañas públicas de prevención del sida, sostuvo que al principio de la epidemia, las autoridades eran reacias a utilizar medios impresos y electrónicos para las campañas.

Sólo en 1993 el gobierno permitió el uso de televisión, radio y cine para difundir los mensajes sobre el VIH/sida.

«Pero a los publicistas aún no se les permite utilizar palabras como sexo y condones en los avisos, así que sólo les queda propagar el mensaje de fidelidad a una sola esposa como forma de desterrar el VIH», dijo Asad a IPS.

Se calcula que en Pakistán hay unos cuatro millones de televisores, y son más hombres que mujeres quienes miran televisión y escuchan radio.

Según el programa nacional de control de sida, hay unas 1.500 personas seropositivas o portadoras del VIH en Pakistán, mientras un total de 198 casos de sida fueron registrados desde 1987.

Sin embargo, las organizaciones de la salud afirman que estas cifras no reflejan la actual situación. En efecto, la Organización Mundial de la Salud calculó que por cada caso reportado hay entre 100 y 5.000 personas portadoras de VIH.

La vulnerabilidad al virus también se acrecentó debido a la alta incidencia de otras enfermedades de trasmisión sexual, a los elevados niveles de actividad homosexual y a un inadecuado control de la sangre utilizada en transfusiones, agregaron las ONG.

Birjees Mazher, director del programa nacional de sida, dijo que el mismo está concentrado en la información, la educación, la prevención, la vigilancia y el suministro de sangre segura.

El gobierno destinó una suma anual de 80 millones de rupias (1,4 millones de dólares) para la prevención del sida, incluso el control de 150.000 dosis de sangre. (FIN/IPS/tra-en/ni/mu/dc/mlm/he-cr/01

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