Las negociaciones preparatorias de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados concluyeron la semana pasada en Nueva York sin lograrse acuerdo en la redacción del documento final.
Las principales diferencias giran en torno de los temas del buen gobierno y de los recursos financieros y reproducen las habituales controversias Norte-Sur, aunque también surgen discrepancias entre países en desarrollo.
La elaboración del texto solo se completará durante la misma conferencia, que sesionará en Bruselas con apoyo de la Unión Europea, del 14 al 20 de mayo.
A pesar de esa indefinición, John Cuddy, secretario ejecutivo de la Conferencia y alto funcionario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), afirmó que en Nueva York «alcanzamos progresos sumamente buenos».
Sin embargo, otras fuentes allegadas a la UNCTAD dijeron que los resultados de la reunión del comité preparatorio «fueron muy pobres».
Durante las negociaciones afloraron el escaso entusiasmo habitual de los países industrializados ante la cooperación internacional al desarrollo y también discrepancias en el Grupo de los 77, que representa en la Organización de la Naciones Unidas (ONU) a los países en desarrollo, dijo la fuente.
El comité preparatorio se reunió en la sede neoyorquina de la ONU del 26 de marzo al 6 de este mes para discutir la redacción y las partes esenciales del proyecto de programa para promover el desarrollo de los 48 países menos avanzados (PMA).
El proyecto de declaración está estructurado en una parte declarativa que consta de una introducción, de los objetivos del programa y de la descripción del marco en que se desenvuelven los participantes.
La segunda parte del proyecto contiene siete compromisos que deben asumir los PMA y los distintos socios que colaboran con su desarrollo.
Entre los compromisos figuran la promoción de un marco político centrado en el pueblo, el fomento de una acción de gobierno transparente y responsable, y la creación de capacidades humanas e institucionales.
Los restantes son: creación de capacidades productivas para que la mundialización benefice a los PMA, fortalecimiento del papel del comercio en el desarrollo, reducción de la vulnerabilidad y protección del medio ambiente, y movilización de los recursos financieros.
Cuddy informó que los delegados participantes de la reunión del comité preparatorio concidieron «casi por completo» en los compromisos sobre creación de capacidades humanas e intelectuales y sobre reducción de vulnerabilidad y protección del ambiente.
El único punto todavía discutido en el texto del compromiso sobre creación de capacidades humanas e intelectuales se refiere a la candente polémica sobre el papel de las transnacionales farmacéuticas en el acceso a las medicinas baratas por parte de los países pobres.
Una disposición cuestionada por los países industrializados propopne que las compañias multinacionales farmacéuticas asuman un papel activo en mejorar el acceso de los PMA a medicinas baratas o gratuitas.
Cuddy hizo saber también a la Junta de Comercio y Desarrollo de la UNCTAD, reunida este martes en Ginebra, que se encuentra «bien encaminada» la gestión para convenir el texto del compromiso sobre las capacidades productivas.
En cambio, persisten «algunos aspectos más dificultosos» en los compromisos sobre el desempeño de los gobiernos y acerca de los recursos financieros.
Las diferencias aparecen también en la definición de los participantes del programa de desarrollo a favor de los PMA, que incluyen tradicionalmente a los países industrializados y a los organismos multilaterales como en Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entre otros.
Pero esta vez, los países industrializados pretenden que se incorporen también los demás países en desarrollo que no forman parte del bloque de los PMA.
La perspectiva de asumir responsabilidades, en algunos casos de carácter financiero, preocupa a ciertos países en desarrollo, como Nigeria, Egipto, Irán y algunos latinoamericanos, dijo la fuente.
Esas diferencias de criterios sobre los «socios del desarrollo» se reflejaron en la actitud del Grupo de los 77 durante la reunión de Nueva York, agregó. (FIN/IPS/pc/ff/dv/01
