MEXICO: Fox busca aeropuerto para levantar vuelo

La construcción de un aeropuerto alternativo al de la capital de México, pospuesta casi 30 años, puede concretarse finalmente este año, mientras se profundiza el caos aéreo y una pugna de intereses políticos y económicos.

El presidente de México, Vicente Fox, deberá optar antes del 30 de junio entre dos propuestas que defienden gobiernos y grupos empresariales de los estados de México e Hidalgo, lindantes con la capital del país.

La inseguridad y la falta de capacidad para brindar servicios amenazan con desbordar el Aeropuerto Internacional de México, cuyo número anual de pasajeros podría ascender de los 18,8 millones registrados en 1998 a 25 millones en 2005.

Esta terminal, ubicada en casi 750 hectáreas en la zona norte de la capital, emplea a 25.000 personas y opera con 30 salas de espera, más de 50 vídeos de información y casi 4.500 lugares de estacionamiento para automóviles.

El proyecto de construir un nuevo aeropuerto fue retomado en marzo, tras un prolongado período de incertidumbre, informó a IPS José Luis Zamora, portavoz del Senado para este asunto.

El gobierno de Fox deberá elegir la ubicación de la nueva terminal aérea entre Texcoco, en el estado de México, y Tizayuca, en Hidalgo, según estudios encargados en marzo, explicó.

El proyecto de Texcoco ya cuenta con el aval del Colegio de Pilotos, la Asociación de Controladores de Tráfico Aéreo, el Colegio de Ingenieros en Aeronáutica Civil y la cámara industrial del ramo, indicó Zamora.

Sin embargo, Fox deberá tener en cuenta para su decisión los estudios sobre impacto ambiental, urbano y de ingeniería de suelos, encomendados a centros especializados de la Universidad Nacional Autónoma de México y del estatal Instituto Nacional de Ecología, añadió.

El ambientalista Homero Aridjis, presidente del Grupo de los Cien Internacional, cuestionó la falta de discusión pública sobre el asunto y confirmó su oposición a que el nuevo aeropuerto se construya en Texcoco.

Aridjis dijo a IPS que las propuestas a estudio, después de que fueron descartados Puebla y Morelos, han estado alejadas de un debate real, que permita un análisis ambiental acorde con la importancia de la decisión que se va a adoptar.

El escritor indicó que el grupo que lidera y otras 20 organizaciones ambientalistas nacionales y del exterior rechazan la propuesta de realizar la obra en Texcoco, centro de uno de los programas de rescate ecológico «más ambicioso y exitoso» del país.

Alertó sobre las consecuencias irreparables para las obras hidroecológicas que se realizan desde hace 30 años en el lago de Texcoco, imprescindible para el abastecimiento de agua a la ciudad de México y destino de decenas de miles de aves procedentes de Estados Unidos y Canadá.

La construcción de una terminal aérea en esa zona pulverizará el esfuerzo de haber plantado 30 millones de árboles, creado cinco lagos y levantado plantas de aguas residuales, explicó Aridjis, autor de «La leyenda de los soles».

Además de las razones ecológicas para rechazar el proyecto en uno de los mayores hábitat de pájaros migratorios de América del Norte, Aridjis apuntó las características fangosas y salitrosas de Texcoco, que aconsejan no realizar la obra.

Pero la iniciativa del aeropuerto, llamado Proyecto Ambiental Nuevo Texcoco y cuya inversión ascendería a 2.900 millones de dólares, es promovida personalmente por Arturo Montiel, gobernador del estado de México.

Montiel sostuvo que la propuesta de Texcoco es clave para consolidar el llamado «triángulo de oro», formado por esa zona y los estados de Nuevos León, en el norte del país, y Jalisco, en el occidente, y generador de 70 por ciento de las exportaciones mexicanas.

Varias firmas extranjeras están dispuestas a invertir en ese proyecto, cuyos promotores destacan que sería concretado a sólo ocho kilómetros del aeropuerto de México, lo cual representaría para los pasajeros un traslado de entre 30 y 50 minutos hasta el centro de la capital del país.

Por su parte, el plan de Tizayuca, que contempla inversiones por unos 4.100 millones de dólares, sería construido a 70 kilómetros del zócalo (plaza principal) de la ciudad de México. El tiempo estimado para llegar al centro de la capital es de 60 a 100 minutos.

El gobernador de Hidalgo, Manuel Angel Núñez, defiende esta propuesta señalando que la tendencia mundial es ubicar los aeropuertos lejos de las grandes urbes, y cita para ello los casos de París, Oslo, Hong Kong y Chicago, en Estados Unidos.

Además, apunta que el aeropuerto en Tizayuca, una de las zonas más pobres del país, representa la gran oportunidad de superar el rezago e impulsar el desarrollo en la zona central.

Tras décadas de haberse postergado el asunto, los análisis técnicos y las opiniones de especialistas arrojarán luz para adoptar una de las decisiones más trascendentales del gobierno de Fox, señaló Zamora.

Aridjis insistió en que cualquier proyecto de desarrollo en un área con las características de Texcoco y otras exige un estudio de impacto ambiental suficientemente amplio y transparente, que permita su discusión en todos los segmentos de la sociedad.

La polémica por la nueva terminal aérea fue alimentada por el cierre durante 17 días, a partir del 19 de marzo, de una de las dos pistas del Aeropuerto Internacional de México, que causó un caos en el tráfico aéreo.

La medida provocó pérdidas de casi un millón de dólares diario, según denunciaron portavoces de empresas aéreas mexicanas.

La obsolescencia y saturación de las instalaciones del aeropuerto capitalino, que cumplirá 50 años a fines de este año, plantea ya impostergable la decisión de construir una nueva termina, destacan representantes del sector.

Pero exigen un veredicto basado en razones técnicas, no económicas y políticas. (FIN/IPS/pf/dm/if ip/01

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