/Integrción y Desarrollo/ AGRICULTURA: Campesinos se manifiestan

Manifestaciones en decensas de ciudades brasileñas y en todos los continentes contra masacres de trabajadores rurales, contra los productos transgénicos y contra el comercio agrícola perjudicial para la seguridad alimentaria dieron marco este año al Día Internacional de Lucha Campesina.

Uno de los lugares elegidos para celebrar esa lucha el martes fue la ciudad brasileña de Uruguaiana, en la frontera con Argentina, donde unos 2.000 campesinos sin tierra y pequeños agricultores bloquearon el puente internacional para impedir la importación de productos agrícolas argentinos.

Los agricultores brasileños son obligados a vender su maíz a precios 25 por ciento inferiores al costo de producción o a mantenerlo en almacenes debido a las importaciones realizadas en época de cosecha, se quejaron los manifestantes para justificar la acción que pretenden prolongar por tres días.

El 17 de abril fue elegido Día Internacional de Lucha Campesina en recuerdo del asesinato de 19 trabajadores rurales sin tierra perpetrado por la policía en esa fecha, en 1996, en Eldorado de Carajás, en el estado norteño de Pará, Brasil.

Unos 450 kilómetros al noreste, en Carazinho, otras 1.000 personas movilizadas por el Movimiento de los Sin Tierra (MST) también se concentraron delante de una fábrica de la empresa transnacional italiana Parmalat, impidiendo el ingreso de sus funcionarios.

El MST considera esa empresa entre las favorecidas por la política agrícola del gobierno brasileño. Los productores ganaderos del sur de Brasil reciben hoy por cada litro de leche 20 por ciento menos que en 1994, mientras el precio al consumidor se duplicó, y aun más, comparó una manifestante.

Parmalat, así como su congénere suiza Nestlé, pagan solo 15 centavos de dólar por litro de leche en el mundo en desarrollo, contra 48 centavos ofrecidos a los agricultores europeos, pero sus precios son parejos en todos los supermercados, señaló JoFo Pedro Stédile, coordinador del MST.

Los manifestantes en Brasil protestaron contra la importación de alimentos baratos, que golpea la agricultura nacional, reclamaron políticas soberanas de seguridad alimentaria y condenaron el intercambio agrícola regulado por la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los campesinos quieren abolir reglas de la OMC que obligan, por ejemplo, a los países en desarrollo a importar hasta cinco por ciento de su consumo interno de productos agrícolas.

La agricultura volcada a la exportación, requerida por el proceso de globalización y adoptada por el gobierno brasileño, «solo beneficia a los grandes productores» en desmedro de los pequeños y de la reforma agraria, lamentó Gilmar Mauro, otro coordinador del MST que encabezó actos de protesta en Sao Paulo.

Un local de la cadena de restaurantes de comida rápida McDonald's, otro símbolo de la globalización, fue atacado con piedras, huevos y tomates en Campo Grande, una capital del centro- oeste de Brasil, donde se concentraron casi 3.000 manifestantes, incluyendo campesinos del vecino Paraguay.

En más de 20 países hubo manifestaciones promovidas por Vía Campesina, organización mundial que agrupa más de 80 movimientos de todos los continentes, según informaciones recogidas por el MST brasileño.

En Europa predominaron actos contra los productos transgénicos y de apoyo a la reforma agraria y de reclamo de castigos a los responsables de violaciones de derechos humanos contra campesinos del mundo en desarrollo.

En tanto, líderes campesinos brasileños protestaron en Pará contra la impunidad de los 154 policías militares que participaron en la masacre y no fueron siquiera juzgados hasta hoy.

Hubo un primer juicio en 1999, en que fueron absueltos los tres comandantes de la operación, pero el proceso fue anulado porte las varias irregularidades cometidas.

En el sur de Brasil, campesinos sin tierra que viven hace varios años en campamentos a la espera de una reforma agraria interrumpieron el tránsito en varias carreteras durante 19 minutos, en memoria de los 19 asesinados en Eldorado de Carajás.

Las manifestaciones fueron en general pacíficas, sin las temidas ocupaciones de sedes gubernamentales. En algunos estados, como Mato Groso del Sur, los actos en las capitales fueron precedidos de marchas por ciudades y carreteras del interior durante varias semanas.

La escasa repercusión internacional de la jornada campesina, pese a las numerosas acciones en Brasil, indica que convertir el 17 de abril en algo parecido al 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, o al 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, exigirá mucha movilización, intensificación y unificación.

Es una fecha creada 110 años después del Día del Trabajo de los obreros industriales, en respuesta al proceso de globalización que amenaza exterminar la producción campesina, según sus promotores.

Pero es un intento que encuentra una población rural ya muy reducida en el mundo, a excepción de algunas áreas de Asia y Africa. (FIN/IPS/mo/mj/dv lb/01

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