/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: Promesas de ayuda incumplidas, lamenta UNCTAD

Los países más ricos del mundo siguen sin cumplir sus promesas de aumentar la ayuda y aliviar la deuda a los 49 países más pobres, afirmó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

La ayuda oficial para el desarrollo a las naciones menos desarrolladas representó en promedio apenas 0,05 por ciento del producto interno bruto (PIB) de los países industrializados entre 1997 y 1999, señaló la UNCTAD en su Informe sobre Comercio y Desarrollo 2001, publicado el martes.

Esa cifra está muy lejos de la meta de 0,15 por ciento fijada en 1990 en la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Desarrollados, celebrada en París.

«Es apenas la mitad de lo que era al principio de la década de 1990, pese a las promesas de los donantes de aumentar su ayuda a los países más pobres», lamentó el organismo.

De los miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico que prometieron aumentar su ayuda, sólo cinco cumplieron la meta de 0,15 por ciento en 1999: Dinamarca (0,32 por ciento), Noruega (0,30 por ciento), Suecia (0,17 por ciento), Luxemburgo (0,16 por ciento) y Holanda (0,16 por ciento).

Los países menos desarrollados del mundo dependen de la financiación externa, en especial del flujo de capitales públicos, para su desarrollo, dado que su ahorro doméstico es insuficiente para alcanzar un ritmo más rápido de crecimiento.

Pero los influjos totales de capital cayeron en los años 90, tanto en términos reales como nominales, y también en relación con el PIB de los países receptores.

«Dadas sus débiles bases económicas y sus perfiles de alto riesgo, la mayoría de los países menos desarrollados prácticamente carecen de acceso a los mercados internacionales de capital», dice el informe.

Los países considerados los menos desarrollados del mundo tienen una población inferior a 75 millones, un PIB menor a 800 dólares por habitante, un índice de calidad de vida (que incluye salud, nutrición y educación) inferior a 59 y un índice de vulnerabilidad económica menor de 36.

Desde 1971, cuando la Asamblea General de La Organización de las Naciones Unidas designó a 24 naciones como países menos desarrollados, el número ha aumentado hasta llegar a 49 a comienzos de este mes.

De esos 49 países, 34 son africanos, 15 asiáticos, cinco del Pacífico y uno sudamericano.

Aparte de insuficientes flujos de capital, en especial en la forma de créditos a largo plazo y donaciones, la mayoría de esos estados continúan azotados por el problema de la deuda externa.

En 1999, la deuda externa de los países menos desarrollados equivalía a 89 por ciento de su PIB, y el servicio de la deuda representaba 15 por ciento de las exportaciones.

«Varios países son incapaces de cumplir con sus obligaciones y acumulan más y más intereses», observó la UNCTAD.

Por lo tanto, es urgente reducirles la carga de la deuda, exhortó el organismo. De las 41 naciones identificadas como fuertemente endeudadas, 31 pertenecen al grupo de países más pobres del mundo.

Para fines de 2000, un total de 22 países menos desarrollados, entre ellos 17 africanos, calificaron para la Iniciativa para los Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), y por lo tanto para el alivio de su deuda externa.

Pero hasta ahora, sólo Uganda ha recibido los plenos beneficios de la iniciativa HIPC.

Mientras, hay otros 11 países menos desarrollados, la mayoría azotados por conflictos militares, que tienen una deuda considerada «insostenible».

Un hecho bienvenido en 2000 fue el compromiso de numerosos países acreedores de condonar totalmente deudas bilaterales, en particular en el marco de la iniciativa HIPC, señaló la UNCTAD.

«Sin embargo, el compromiso no implica una cancelación rápida ni general de la deuda para todos los países menos desarrollados, y la implementación dependerá de su progreso en materia de políticas económicas, reformas y reducción de la pobreza», observó el organismo.

La próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Desarrollados (Bruselas, 14-20 de mayo) adoptará un programa de acción destinado a aumentar la ayuda al desarrollo, estimular el flujo de inversiones extranjeras, reducir la deuda y abrir mercados para los productos de esas naciones.

La conferencia de Bruselas será la tercera de una serie sobre el mismo tema. La primera y la segunda se realizaron en París en 1981 y 1990, y adoptaron sendos programas de acción para mejorar el desempeño económico de los países menos desarrollados. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/dv/01

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