Los presidentes de Colombia, México y Venezuela concluyeron hoy una reunión de dos días en la que destacaron la agenda social del Grupo de los Tres (G-3), un acuerdo de comercio y de coordinación política creado en 1990 y que los mandaarios intentan promover.
La llamada Declaración de Caracas, firmada al finalizar la reunión, y las intervenciones del venezolano Hugo Chávez, el presidente anfitrión, y de Andrés Pastrana, de Colombia, y de Vicente Fox, de México, anunciaron el «relanzamiento» del G-3.
Los tres presidentes resolvieron crear un "fondo social del G- 3", que tendrá un presupuesto inicial de 100 millones de dólares aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo y por la Corporación Andina de Fomento.
La integración no debe limitarse al comercio, como Pastrana lo afirmó hace dos años en la cumbre andina de la ciudad colombiana de Cartagena, señaló Chávez este domingo, en un conferencia de prensa conjunta.
"Coincidimos plenamente" en que el combate a la pobreza y el mejoramiento de la educación son, entre "objetivos prioritarios". El G-3 «dará mayor atención a lo social», agregó.
Por su parte, Fox llamó a "trabajar para recuperar los tiempos perdidos" en materia social, al observar que hay 220 millones de pobres en América Latina y que "la desigualdad es inadmisible".
Los tres presidentes ya habían coincidido en diciembre en México, cuando Fox se hizo cargo de la Presidencia, y desde ese momento se comenzó a trabajar en el "relanzamiento" del G-3, que en sus orígenes tuvo un papel destacado en asuntos de América Central y del Caribe.
Chávez, Fox y Pastrana se negaron a informar en detalle acerca de la conversación que mantuvieron sobre el Area de Libre Comercio de las Americas (ALCA).
La Declaración de Caracas contiene una mención protocolar de la cumbre de las Américas, que se realizará del 20 al 22 de este mes en Québec, Canadá, y cuyo preámbulo se tuvo el viernes y el sábado en Buenos Aires, en una reunión de ministros del continente.
Los 34 ministros participantes en los debates en Buenos Aires recomendarán a la cumbre de Québec finalizar en enero de 2005 las negociaciones para la conformación del ALCA y poner en marcha el acuerdo a fines del mismo año.
El presidente venezolano aseguró que los tres países coinciden en que en relación con el ALCA "lo más importante no es la fecha (de creación de ese acuerdo de comercio), sino el buen desarrollo del proceso de integración".
Por su parte, Pastrana y Chávez afirmaron que los tres países deben permanecer simultáneamente en varios grupos de libre comercio.
Colombia y Venezuela forman parte de la Comunidad Andina y del G-3, y México es socio de Canadá y Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Los tres particpan de las negociaciones del ALCA.
"Nada es excluyente", aseguró Pastrana, para quien las naciones deben aprovechar las ventajas que le brindan los diferentes mecanismos de comercio.
"Todos marchamos hacia el libre comercio en las Americas" y defendió la confluencia entre los distintos esquemas de integración e intercambio comercial, dijo Chávez.
El Plan Colombia de lucha contra las drogas «no fue discutido» por los tres presidentes reunios en Caracas, según Chávez.
En cambio, Fox y Chávez suscribieron una declaración específica para confirmar la voluntad de México y Venezuela de "colaborar" con el proceso de paz de Colombia, además de destacar el papel de la comunidad internacional en el caso.
El documento final de la cita señala la necesaria "reactivación de la cooperación entre los tres países y hacerla extensiva a Centroamérica y el Caribe de forma unilateral, complementaria o conjunta".
Del mismo modo, los presidentes destacaron iniciativas en materia de educación y cultura, ciencia y tecnología, turismo, ambiente y prevención y atención en casos de desastre y calamidades.
Así mismo, se resolvió la institucionalización de un mecanismo de intercambio entre los tres países en materia energética.
El canciller de México, Jorge Castañeda, destacó que se busca "intercambiar información y coordinar políticas para seguir contribuyendo a la estabilidad del mercado (de petróleo) en niveles de precios justos".
La coordinacón en materia petrolera entre México y Venezuela, a los que se sumó Arabia Saudita, contribuyó a la recuperación de los precios del crudo en 2000.
Además, desde 1980 los dos países latinoamericanos sostienen el Pacto de San José, de cooperación energética con América Central y el Caribe.
El G-3 pasó por una serie de altibajos desde su fundación, tanto por la falta de voluntad política para impulsarlo como por dificultades internas en los países miembro.
Los tres presidentes señalaron la necesidad de contar con un mecanismo de concertación y para ello acordaron la "institucionalización" del G-3, cuyas reuniones hasta ahora se desarrollaban como instancia secundaria de otras cumbres y encuentros.
Los jefes de Estado se reunirán cada dos años, mientras que los cancilleres lo harán una vez al año y los vicecancilleres cada seis meses. Adicionalmente se sostendrán reuniones en el marco de otros acontecimentos, como las cumbres de Iberoamérica o de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
De hecho, los expertos consideran que el G-3 fue el mecanismo decisivo para la creación de la AEC a mediados de la década pasada.
El embajador de México en Caracas, Jesús Puente Leiva, destacó que el intercambio comercial entre los socios del G-3 creció casi 50 por ciento, al pasar de 2.158 a 3.214 millones de dólares entre 1993 y 2000.
Por su parte, la académica venezolana María Teresa Romero precisó que el G-3 tuvo impacto positivo en sus primeros años, pero que desde la segunda mitad de la década pasada "padece un preocupante estancamiento".
Un aspecto en el cual pusieron énfasis los presidentes y que podría dar otra dimensión al G-3 es el papel de las pequeñas y medianas empresas.
Según el canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto, se intenta enviar una "señal muy clara a los sectores empresariales", para que fortalezcan e impulsen las corrientes comerciales. (FIN/IPS/ac/ff/ip if dv/0