ESTADOS UNIDOS: Dirigentes negros se movilizan contra Bush

Ocho dirigentes de la comunidad afroestadounidense preparan acciones para protestar contra la elección como presidente de George W. Bush, que consideran ilegítima, bloquear el nombramiento de dos personas en su equipo de gobierno y procurar reformas del sistema electoral.

Los dirigentes, participantes en una mesa redonda realizada en Washington, alegaron que la elección presidencial del 7 de noviembre estuvo marcada por «irregularidades en escala masiva» que afectaron los derechos de los afroestadounidenses.

Participan en los preparativos de las movilizaciones dirigentes de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color, la Nación del Islam y la Liga Urbana Nacional, entre otras de las organizaciones más importantes de la comunidad afroestadounidense.

Entre las iniciativas planteadas está la realización de protestas masivas el 20 de enero, denominado por los activistas Día de la Resistencia, cuando asuma la presidencia Bush, quien fue candidato del Partido Republicano.

«El Centro por los Derechos Constitucionales se ha comprometido a impugnar la legitimidad de un régimen que nació de la negación de los derechos de millones de personas», enfatizó Ron Daniels, director ejecutivo de esa institución.

Daniels convocó a participar el día 20 en una gran protesta «en el lugar del crimen, la Corte Suprema de Estados Unidos».

«Nuestro deber es resistir», sostuvo el activista, quien organizó la mesa redonda del martes, en el marco de un foro denominado «De la protesta a la democracia», que se llevó a cabo en el Club Nacional de la Prensa.

El pastor protestante Al Sharpton, dirigente de la Red de Acción Nacional y otro de los participantes, admitió que protestar no resolverá el problema, pero acotó que «mostrará al mundo en forma dramática que no sufrimos de amnesia».

«Algunos dicen que (la polémica acerca de irregularidades electorales) terminó, y que es hora de seguir adelante. Pero no ha terminado», añadió el activista, cuya organización prepara un acto paralelo a la asunción de Bush.

Los participantes en la mesa redonda mencionaron creciente evidencia de que el voto de gran cantidad de afroestadounidenses resultó anulado debido a instrucciones confusas para sufragar, defectos de las máquinas empleadas para perforar hojas de votación o presiones para que se abstuvieran.

En el estado sudoriental de Florida se descartaron casi 10.000 hojas de votación en distritos con alto porcentaje de población negra y fuerte tradición de voto al Partido Demócrata, cuyo candidato fue el vicepresidente Al Gore.

Eso tuvo un efecto crucial, porque se asignó el triunfo en Florida a Bush con una ventaja de 537 de los votos considerados válidos, y ese triunfo fue decisivo para que el candidato republicano lograra la mayoría del Colegio Electoral, en el cual representantes de los estados designan al presidente.

El sistema de elección indirecta, en el cual el ganadore en cada estado ora todos los representantes del mismo en el Colegio, explica que Bush ganara aunque Gore fue el candidato más votado en todo el país.

«Lo que pasó en Florida fue decisivo, pero debemos revisar lo que ocurrió en cada uno de los lugares de votación del país, y examinar todas las formas de negar derechos a las personas que se registraron», apuntó en la mesa redonda la periodista Julianne Malveaux.

Un análisis parcial divulgado por el diario The Washington Post mostró que las irregularidades no se produjeron sólo en Florida.

En áreas con mayoría de población afroestadounidense del estado sudoriental de Alabama se anuló una de cada 16 hojas de votación, y en barrios con mayoría de afroestadounidenses de la ciudad nororiental de Chicago se anuló una hoja de cada seis, una proporción mucho mayor que en los barrios con mayoría de blancos.

En esos lugares se usaron máquinas anticuadas que perforan las hojas de votación para marcar la preferencia por un candidato. A veces esas máquinas no llegan a perforar la tarjeta empleada, o no desprenden por completo un trozo de la tarjeta al perforarla, y eso causó la anulación de muchos votos.

Otras irregularidades en las elecciones de noviembre fueron información confusa acerca de padrones y lugares de votación, hostigamiento policial a personas que iban a sufragar, y errores que determinaron la eliminación de los padrones de miles de personas en varios estados.

Los participantes en la mesa redonda del martes también expresaron preocupación por el anuncio de Bush de que nombrará a John Ashcroft, ex senador por el estado central de Missouri, como fiscal general, en un cargo clave para la defensa de los derechos civiles.

En 198, Ashcroft dijo en una entrevista con el periódico de extrema derecha Southern Partisan que era necesario defender la reputación de figuras históricas estadounidenses que acumularon fortunas mediante la explotación de esclavos.

El pastor protestante afroestadounidense y dirigente del Partido Demócrata Jesse Jackson lidera la presión para que los senadores demócratas, quienes ocupan la mitad de las bancas del Senado, no aprueben la designación de Ashcroft.

Otro de los nombramientos anunciados por Bush que preocupan a los activistas es el de la gobernadora del estado oriental de Nueva Jersey, Christine Todd Whitman, como directora de la Agencia de protección Ambiental.

Durante el gobierno de Whitman en Nueva Jersey se produjo un grave escándalo relacionado con prácticas racistas de la policía.

«No podemos tolerar deshonestidades y maniobras que anularon el voto de ciudadanos afroestadounidenses, y decir que impulsamos valores democráticos en el mundo», sostuvo en la mesa redonda el pastor protestante Walter Fauntroy, ex congresista y actual presidente de la Mesa Nacional de Líderes Negros.

Fauntroy anunció que se realizarán esfuerzos para reformar el actual sistema electoral y uniformizar los procedimientos en todo el país.

Manning Marable, profesor de la Universidad de Columbia y columnista, propuso en la mesa redonda que los votantes indiquen en las hojas de votación su segunda opción entre los candidatos a la presidencia.

Si ninguno de los dos candidatos con más apoyo logra la mitad más uno de los sufragios en todo el país, se tendrían en cuenta las segundas opciones por ellos de quienes no los apoyaron en su primera opción, explicó.

«Cada uno podría votar por la persona que prefiere, y no apoyar en forma indirecta a la persona que más odia», añadió.

El sistema, que según Marable «no requeriría reformar la Constitución», apunta a evitar que se repita lo ocurrido el año pasado en relación con la candidatura de Ralph Nader, postulante por el Partido Verde.

La votación por Nader fue escasa, pero si quienes lo apoyaron hubieran respaldado al Partido Demócrata se habría producido el triunfo de Gore, y es razonable pensar que muchos votantes del Partido Verde preferían ese resultado a una victoria de Bush.

También participaron en la mesa redonda Laura Murphy, de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, Ramona Edelin, de la Fundación del Comité Negro del Congreso, y Benjamin Jealous, de la Asociación Nacional de Editores de Periódicos, la única agencia nacional de noticias afroestadounidense.

«Tendemos a aceptar nuestra opresión, pero debemos comprometernos a lograr que los jóvenes negros entiendan que en realidad ganamos las últimas elecciones», afirmó Jealous. (FIN/IPS/tra-eng/ks/da/mp/ip hd/01

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