La Comisión Europea (CE) y los 22 países más ricos de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) disminuyeron 1,6 por ciento en términos reales su asistencia oficial al desarrollo en 2000 en relación con 1999, según datos de esa organización.
Esas naciones y la CE integran la Comisión de Asistencia al Desarrollo (CAD) de la OCDE, cuyos 29 miembros son las naciones más industrializadas.
Los países del CAD son Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Nueva Zelandia, Portugal, Suecia y Suiza.
La asistencia oficial al desarrollo de esas naciones y de la CE había sumado 56.400 millones de dólares en 1999, y cayó a 53.100 millones en 2000, lo cual implica una reducción nominal de seis por ciento y una de 1,6 por ciento en términos reales, informó el lunes la OCDE en un comunicado.
La significativa diferencia entre ambas mediciones se debe a que las monedas de la mayoría de los 22 países se depreciaron en relación con el dólar, explicó.
El año pasado, 15 de los 22 países incrementaron su asistencia al desarrollo, y en 12 de esos 15 casos el aumento fue igual o superior al creciemiento del producto interno bruto (PIB).
Sin embargo, Japón aportó el año pasado 2000 2.300 millones de dólares menos que en 1999, cuando había realizado contribuciones extraordinarias al Banco Asiático de Desarrollo tras la crisis financiera en Asia, y eso fue un factor clave del descenso del total.
Por otra parte, entre 1999 y 2000 se modificó la lista de países elegibles para recibir asistencia oficial al desarrollo. La OCDE afirmó que la caída de esa asistencia resulta sólo 0,2 por ciento en términos reales si se ajustan los datos para que corregir la distorsión causada por ese cambio.
Si se mide la asistencia oficial al desarrollo como porcentaje del PIB, el grupo de 22 naciones había aportado 0,23 por ciento en 1999, y en 2000 aportó 0,22 por ciento, el mismo porcentaje que en 1997.
Esos datos cuestionaron la creencia generalizada de que el crecimiento de la economía de los países industrializados beneficia a las naciones más pobres.
En 1970, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fijó la meta de que los países industrializados destinaran a asistencia oficial al desarrollo 0,7 por ciento de su PIB, y sólo Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia han alcanzado ese porcentaje.
Dinamarca aportó el año pasado 1,06 por ciento de su PIB, Holanda 0,82 por ciento, Suecia 0,81 por ciento, Noruega 0,80 por ciento y Luxemburgo 0,7 por ciento.
Fue la primera vez que Luxemburgo alcanzó la meta fija por la ONU, y el aporte de Dinamarca fue el mayor porcentaje del PIB de un país en la historia.
Ninguna otra nación superó el promedio de 0,39 por ciento del PIB.
La asistencia de Gran Bretaña había caído 10,6 por ciento en 1999, pero creció 35,6 por ciento en 2000, debido a un aumento de presupuesto para ayuda al desarrollo y a su cronograma de contribuciones a organismos multilaterales.
También aumentaron su asistencia oficial al desarrollo Grecia, con un incremento de 28,7 por ciento, Suecia, con 22,3 por ciento, Bélgica, con 21,7 por ciento, y Holanda, que aumentó 10 por ciento esa asistencia.
La asistencia brindada por la Comisión Europea se incrementó 12,6 por ciento.
Uno de cada cinco habitantes del planeta vive con menos de un dólar por día, indicó la OCDE en otro comunicado.
Este miércoles y el jueves, los integrantes de la CAD mantendrán en París un Encuentro de Alto Nivel sobre políticas de reducción de la pobreza y coherencia de sus programas de apoyo al mundo en desarrollo, al cual fueron invitados a participar como observadores los demás países de la OCDE.
En esa ocasión se discutirá la propuesta de no condicionar la asistencia para adquirir equipo y maquinaria a que el país beneficiario realice las compras correspondientes a la nación que aporta los fondos. No existe acuerdo entre los miembros de la CAD sobre esa iniciativa
La ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, Heidemarie Wieczorek-Zeul, afirmó que en la reunión de París «se aprobarán por primera vez directrices comunes de una política de desarrollo para la reducción sustentable de la pobreza en el mundo».
Wieczorek-Zeul expondrá durante el encuentro los lineamientos del Programa de Reducción de la Pobreza definido por el gobierno alemán el 4 de abril.
Las directrices sobre reducción de la pobreza buscan que los países de la CAD adopten medidas coherentes entre sí, y procuren que sus políticas de asistencia al desarrollo se potencien en forma recíproca.
«Es más importante que nunca que los donantes adopten políticas nacionales e internacionales coherentes para que en 2015 se haya reducido a la mitad la cantidad de personas que viven en la pobreza».
De 1970 a 1990 se produjeron avances importantes en la lucha mundial contra la pobreza, que se frenaron en la última década, indicó el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola en su «Informe 2001 sobre la pobreza rural».
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) opinó que es muy probable que el objetivo de reducción de la pobreza no se alcance, debido a la insuficiencia de los recursos destinados a ese objetivo tanto por los países ricos como por los pobres.
La asistencia oficial al desarrollo para la agricultura se ha reducido en forma importante, mientras «muchos países con inseguridad alimentaria no sólo destinaron recursos insuficientes a la reducción del hambre, sino que al mismo tiempo aumentaron su gasto militar», sostuvo la FAO en un comunicado.
En las últimas cumbres del Grupo de los Siete (G-7), que reúne a las naciones más poderossas, y del Grupo de los 77, que agrupa a países en desarrollo, no se registraron avances en la lucha contra la pobreza, apuntó.
La asistencia al desarrollo de los países de la CAD que no integran el G-7 aumentó 8,3 por ciento el año pasado en relación con 1999, y fue 26 por ciento del total, aunque esas naciones son responsables de sólo 12 por ciento del PIB total de los integrantes de la CAD.
El aporte de los integrantes del G-7, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, fue el año pasado 4,8 menos que en 1999, debido a la gran disminución de la asistencia japonesa y a una caída de la francesa.
La ayuda de Francia a Polinesia y Nueva Caledonia ya no se cuenta como asistencioa oficial al desarrollo con los nuevos criterios empleados, empleados, explicó la OCDE.
También hubo una caída de la asistencia al desarrollo por parte de Italia, pero eso se debió sólo al cronograma de sus aportes a agencias multilaterales, añadió.
«Ni los países en desarrollo ni los industrializados parecen tener voluntad de asignar a la erradicación del hambre recursos adecuados, pese a los compromisos asumidos hace cinco años», sostuvo la FAO.
La OCDE se negó a comentar el contenido de esa declaración.
Los participantes en la reunión de París discutirán las complejas relaciones de la pobreza con cuestiones que la potencian, entre ellas los conflictos armados, las migraciones ilegales, la brecha entre pobres y ricos en el acceso a tecnología y los precios de los medicamentos.
La OCDE enfatizó que gobiernos, instituciones multilaterales, empresarios y la sociedad civil deben adoptar acciones coherentes que se potencien entre sí para afrontar esas cuestiones. (FIN/IPS/tra-en/raj/da/dc-mp/dv/01