CUBA: Roces con Canadá, Costa Rica y México por votación en ONU

El gobierno de Fidel Castro parece decidido a «desenmascarar» las maniobras ocultas que a su juicio fueron factor determinante de la aprobación en la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU de una resolución contra Cuba.

La Habana sostiene que la resolución votada en la sesión del día 18 de la comisión de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) con sede en Ginebra, presentada por la República Checa, triunfó debido a las presiones ejercidas por Estados Unidos.

En su afán por demostrarlo, Cuba mantuvo este fin de semana roces de diversa índole con Canadá y con Costa Rica, dos de los países que apoyaron la censura, y con el canciller mexicano Jorge Castañeda, nación que se abstuvo, pero que «habría querido apoyarla».

«Nos preguntamos si la política de Canadá hacia Cuba hoy está siendo formulada en Ottawa o en Washington», señaló el sábado la cancillería cubana, en respuesta al canciller canadiense John Manley, quien advirtió sobre la situación de los derechos humanos en la isla.

Manley dijo que sería bueno que «hubiera elecciones» en Cuba, en charla con la prensa el viernes, poco antes del comienzo de la III Cumbre de las Américas, que finalizó el domingo en la ciudad canadiense de Québec.

«Es totalmente incomprensible para los que están a favor de la democracia no reconocer que hay un régimen que es antidemocrático», agregó Manley en alusión a Cuba.

Por su parte, la viceministra de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Elayne White, confirmó el domingo que el cónsul de su país en Cuba, Mélvin Sáenz, había sido llamado a consultas «por tiempo indefinido».

La confirmación de White se conoció luego de que el canciller cubano Felipe Pérez Roque afirmara en una intervención en televisión que el gobierno costarricense está subordinado a la presión de Estados Unidos y de sectores radicales del exilio cubano en ese país.

También la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de México reaccionó contra las acusaciones del gobierno de Castro de que el canciller Castañeda promovió el voto de condena a la isla, y anunció una reunión de urgencia para examinar el asunto.

La preocupación de los parlamentarios mexicanos se refiere también a declaraciones de Pérez Roque, quien afirmó que Castañeda se había quedado con la «frustración» de que su país no votara contra la isla en la ONU, ya que se había esforzado por lograr ese voto condenatorio.

«(Castañeda) hizo todo lo posible para tratar de que Cuba fuera condenada en Ginebra y que México cambiara su posición», subrayó Pérez Roque.

El canciller mexicano restó importancia a esas acusaciones en declaraciones a la prensa. «Me tienen sin el menor cuidado y no hay que darles mayor importancia», afirmó.

La ofensiva cubana cobró fuerza el viernes por la noche con una intervención en la televisión de Pérez Roque, quien lanzó severas críticas contra varios países de América Latina por plegarse a la voluntad de Washington.

En una mesa redonda, a la que asistió el presidente Castro, el canciller afirmó que la votación de este año en Ginebra demostró que «ese ejercicio estadounidense contra Cuba está desgastado» y sólo puede sostenerse con «presiones y chantajes».

La moción de condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, conformada por 53 países, recibió 22 votos a favor, 20 en contra y 10 abstenciones, mientras que la República Democrática del Congo se ausentó.

Entre las 11 naciones latinoamericanas integrantes de la comisión, Argentina, Costa Rica, Guatemala y Uruguay se pronunciaron a favor de la censura, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú se abstuvieron, mientras que votaron en contra Venezuela y por supuesto Cuba.

Guatemala y Uruguay también habrían estado sometidas a fuertes presiones de Washington hasta último momento, según La Habana.

En el caso de Argentina, las tensiones bilaterales datan de enero, cuando Castro aseguró que el gobierno de Fernando de la Rúa «lamería las botas yanquis» si votaba a favor de la condena a Cuba en Ginebra, como finalmente sucedió.

Un informe presentado por Pérez Roque señaló que diplomáticos estadounidenses y británicos en Ginebra habían hecho uso del «acoso más brutal» para lograr a última hora cambiar la posición de siete países y lograr que votaran contra la isla.

Uno de ellos fue Camerún, al que se le prometió que no lo condenarían en Ginebra, y otro fue la República Democrática del Congo, cuyo gobierno que «fue chantajeado con el apoyo o no a la consecución de la paz interna», aseguró el canciller cubano.

Por ese mismo camino, de acuerdo con la versión cubana, habría que buscar la decisión de la votación de países como Madagascar, que votó a favor de la resolución, y Kenya, Senegal y Níger, que se abstuvieron.

Cuba ha sido condenada cada año desde 1990 en la Comisión de Derechos Humanos, salvo en 1998, cuando La Habana logró el rechazo a la condena gracias, según analistas, a la repercusión mundial de la visita a la isla del papa Juan Pablo II.

Al gobierno de Castro se lo acusa de limitar las libertades civiles, prohibir la oposición política y encarcelar a los disidentes, mantener el control estatal sobre la prensa y no convocar a elecciones presidenciales.

En su defensa, las autoridades cubanas aseguran que el régimen socialista vigente en el país desde hace más de 40 años respeta «como ningún otro» el derecho a la vida, a la salud, a la educación, al empleo y a la seguridad social. (FIN/IPS/da/dm/hd ip/01

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