/BOLETIN-DD HH/ LIBERIA: Aumenta represión contra opositores

La desaparición en Liberia de un político opositor agravó la situación en materia de derechos humanos, caracterizada por creciente represión desde mediados del año pasado, cuando grupos insurgentes comenzaron a actuar en la región septentrional.

Milton Teajay, ex viceministro de Información y ex consejero de prensa del gobierno del presidente Charles Taylor, fue visto por última vez cuando salió de su casa a fines de la semana pasada.

Teajay había sido destituido de sus cargos gubernamentales tras realizar duras críticas públicas a la explotación maderera en su región natal, con el argumento de que perjudica a la población local, y estaba enfrentado en forma directa con Taylor, a quien acusaba de mantener un régimen autocrático.

Un portavoz de la policía aseguró el lunes en Monrovia que Teajay no estaba detenido y que se investigaban sus últimos movimientos para establecer su paradero.

«Sabemos que intentó salir del país por tierra. Si se encuentra bien, le pedimos que llame a la policía o a cualquier estación de radio. Estamos preocupados por su seguridad, pues es un importante dirigente político», declaró el jefe de policía, Paul Mulba.

La versión oficial de los hechos no convenció a muchos habitantes de la capital, en la cual muchos opositores han sido hostigados, encarcelados, asesinados o víctimas de desaparición forzada desde mediados del año pasado.

La policía detuvo el fin de semana a uno de los hermanos de Teajay, por razones que se ignoran, y desde entonces la casa del político está rodeada de efectivos policiales.

El mes pasado, cuatro periodistas del diario independiente News, de Monrovia, fueron arrestados bajo cargos de espionaje, por haber publicado un artículo en el cual criticaron que el gobierno realizara gastos en repuestos para helicópteros mientras adeuda salarios a empleados públicos.

Profesores y estudiantes universitarios que reunían fondos para apoyar a esos periodistas fueron golpeados por fuerzas de seguridad, que detuvieron a varios de ellos y los sometieron a torturas, incluyendo la violación de las mujeres.

La organización humanitaria Amnistía Internacional, con sede en Londres, pidió en un comunicado la «inmediata investigación de los oficiales de seguridad responsables de tortura y malos tratos contra los estudiantes» y el juicio de los culpables.

La represión gubernamental ha ido en aumento desde julio, cuando insurgentes armados ingresaron al país desde la vecina Guinea y realizaron ataques en el condado septentrional de Lofa.

Los organismos a los cuales se señala como principales ejecutores del terrorismo de Estado son la División de Operaciones Especiales, acusada de practicar torturas, y la Unidad Antiterrorista, una fuerza de elite a la cual se considera responsable de asesinatos y desapariciones.

La intolerancia del gobierno ante las críticas se exacerbó en diciembre, cuando un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló a Monrovia como responsable de brindar apoyo militar al insurgente Frente Revolucionario Unido (FRU) de Sierra Leona.

El FRU es acusado de múltiples violaciones de los derechos humanos y de comercializar en forma ilegal diamantes provenientes de las regiones de Sierra Leona que controla.

El 7 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU dispuso que se aplique a partir del mes próximo un embargo contra la exportación de diamantes de Liberia, con la presunción de que provienen de transacciones ilegales con el FRU, y contra los viajes al exterior de altos funcionarios del gobierno.

Los embargos entrarán en vigencia si Monrovia no cumple antes de mayo con condiciones establecidas por el Consejo de Seguridad para frenar el comercio ilícito de diamantes.

Mientras tanto, el conflicto interno se ha agravado luego de los insurgentes se tomaron las importantes ciudades septentrionales de Voinjama y Kolahun, y el embargo internacional contra la venta de armas a Monrovia dificulta la acción de las fuerzas gubernamentales.

Los opositores sostienen que el gobierno oculta sus bajas en el frente de batalla.

Taylor expulsó del país hace poco a los embajadores de sus dos vecinos septentrionales, Sierra Leona y Guinea, con el argumento de que habían realizado «actos incompatibles con su condición de diplomáticos».

Ambos países sostienen que Monrovia apoya a grupos insurgentes en sus respectivos territorios. Taylor asegura que esas acusaciones son falsas, y afirma a su vez que Guinea apoya a los insurgentes liberianos de la región fronteriza con ese país.

Un encuentro entre los gobernantes de los tres países previsto para este mes en Abuja fue cancelado luego de que el general Lansana Conté, presidente de Guinea, declarara que no se sentaría jamás a negociar con Taylor, a quien culpa por las desgracias guineanas.

El objetivo de ese encuentro era avanzar hacia un acuerdo para poner fin a graves crisis fronterizas que han causado el desplazamiento forzoso de decenas de miles de civiles. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/dc/hd ip/01

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