/BOLETIN-AMBIENTE/ AMBIENTE: UE discutirá Protocolo de Kyoto con EEUU

La Unión Europea (UE) enviará una delegación a Estados Unidos esta semana para confirmar cuál es la posición del gobierno de George W. Bush ante el Protocolo de Kyoto, el acuerdo internacional para limitar las emisiones de gases invernadero que causan el recalentamiento planetario.

Christine Todd Whitman, directora de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, dijo el miércoles que su gobierno no aplicará el Protocolo de Kyoto, aunque seguirá «involucrado» con el problema del cambio climático.

Otro funcionario de la Casa Blanca dijo que Bush conversará con otros países para buscar una alternativa al pacto.

«Esto, por supuesto, es sumamente preocupante y no nos gusta lo que estamos escuchando», declaró el jueves en conferencia de prensa la comisaria de Ambiente de la UE, Margot Wallstrom, en Bruselas.

Los ministros de Ambiente de Suecia y Bélgica, la actual y la próxima titular de la presidencia rotativa de la UE respectivamente, viajarán a Washington lo antes posible para sondear la posición estadounidense, explicó.

El Protocolo de Kyoto, adoptado en diciembre de 1997, compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones de dióxido de carbono y otros gases en un promedio de 5,2 por ciento ante el nivel de 1990 para el período entre 2008 y 2012.

El gobierno de Bush sostiene que las empresas estadounidenses no podrán aplicar el acuerdo a menos que los países en desarrollo también asuman la misma reducción.

Estados Unidos «asegura que los países en desarrollo están exceptuados, pero no es así. Es a través de la cooperación y la ayuda con los países en desarrollo que los países industrializados pueden hacerlos firmar», agregó.

Los países industrializados emiten más de 80 por ciento de los gases invernadero, producidos principalmente por la quema de combustibles fósiles, como petróleo y carbón.

El Protocolo de Kyoto incluye un régimen internacional de «venta de emisiones» que permitiría a los países industrializados comprar y vender «créditos de emisiones» entre sí y los demás países para cumplir con los compromisos asumidos.

Las últimas negociaciones celebradas en La Haya colapsaron en noviembre porque la UE y Estados Unidos discrepaban sobre la forma de medir la reducción de las emisiones y cuáles sanciones podrían aplicarse a los infractores.

Funcionarios de más de 160 países se reunirán en Bonn del 16 al 27 de julio para reanudar dichas negociaciones, conocidas oficialmente como la Sexta Conferencia de Partes (COP-6) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

Christopher Flavin, presidente del centro de investigación Worldwatch Institute, de Washington, dijo que la actitud del gobierno de Bush creó la crisis de política ambiental más seria de los últimos años.

«El mundo no puede esperar a que se redacte otro protocolo climático. El de Kyoto no es perfecto… pero es lo único que nos separa de un futuro de tormentas cada vez peores y del aumento del nivel del mar», dijo.

«Es hora de que Europa y Japón denuncien la maniobra estadounidense y adopten el Protocolo de Kyoto, quizá tras abandonar algunos de los elementos problemáticos cuya inclusión había exigido Estados Unidos», agregó.

Wallstrom dijo a la prensa el jueves que pensaba que aún hay espacio para el diálogo constructivo con Washington, pero que la UE debía confirmar si, por ejemplo, Estados Unidos está dispuesto a ir a Bonn.

El Protocolo de Kyoto no puede considerarse un «problema ambiental marginal que se puede ignorar o minimizar», sino que también es un problema económico, agregó.

Aunque Bush argumentó que el Protocolo puede perjudicar la economía estadounidense, el no aplicar el convenio sería aun más dañino, según el Worldwatch Institute.

Fuera de Estados Unidos, muchos países trabajan rápidamente para desarrollar tecnologías energéticas alternativas, como la eólica y solar.

«El intento del gobierno de Bush de volver a depender del carbón, un combustible sucio que es una antigüedad del siglo XIX, sería un error económico costoso», dijo Flavin.

«Al final, aquellos países que encaren el problema del cambio climático antes dominarán los nuevos mercados de las tecnologías energéticas alternativas y, en el proceso, crearán millones de empleos», afirmó.

El Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo a la prensa el miércoles que Bush no apoya el tratado de Kyoto porque «exceptúa a los países en desarrollo y no favorece los intereses económicos de Estados Unidos».

Estados Unidos es el mayor emisor de dióxido de carbono, con 25 por ciento del total y responsable de casi la mitad del incremento de dichas emisiones desde 1990, según datos del Worldwatch Institute.

«No vamos a permitir que se escapen aquellos que son los mayores contaminantes», advirtió Wallstrom. (FIN/IPS/tra-en/bk/da/aq/en/01

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