YUGOSLAVIA: Amnistía para los presos de Milosevic

El Parlamento de Yugoslavia aprobó una ley de amnistía para 30.000 personas condenadas a prisión por cargos de terrorismo o deserción durante el régimen de Slobodan Milosevic (1989-2000).

«Debemos corregir los errores del pasado para convertir a Yugoslavia en un país civilizado», dijo a la prensa el ministro de Justicia, Momcilo Grubac, luego de aprobada la ley.

«Está en el interés de toda la comunidad el corregir los errores y asegurar que la política nunca más intervenga en las leyes, como sucedió en los últimos 10 años», agregó.

Parte de las 30.000 personas amnistiadas cumplían su pena en la cárcel y el resto fueron condenadas en ausencia en la década de 1990.

Más de 2.000 albaneses de la sureña provincia serbia de Kosovo fueron sentenciados a varios años de prisión acusados de rebelión armada contra el régimen de Milosevic entre 1998 y 1999.

Los restantes 28.000 fueron sentenciados por eludir la leva o desertar del ejército de Serbia, que junto a la pequeña Montenegro forma la República Federal Yugoslava.

Muchas personas optaron por dejar Yugoslavia antes de ser reclutadas y obtuvieron la ciudadanía de otro país, pero Belgrado les prohibió volver a terrorio yugoslavo, renovar su pasaporte o adquirir propiedades.

Miles de personas que no quisieron dejar Yugoslavia fueron sentenciadas a más de cinco años de prisión.

Milosevic abandonó el poder cuando se vio obligado a aceptar la derrota electoral en octubre ante la Oposición Democrática de Serbia, del ahora presidente Vojislav Kostunica.

Así terminó una década de gobierno marcada por el aislamiento de la comunidad internacional, guerras que desintegraron a la ex Yugoslavia y una cruel represión contra más de dos millones de albaneses de Kosovo.

En 1999, los serbios vivieron 11 semanas traumáticas cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó el país para poner fin a la represión del régimen de Milosevic contra los albaneses.

Su gobierno estuvo acompañado por dos rondas de sanciones económicas internacionales que llevaron al país al borde de la bancarrota.

Muchos albanokosovares fueron arrestados y sentenciados a más de 15 años de prisión por cargos de terrorismo luego de ser atrapados por las fuerzas de seguridad serbias cuando estas se retiraban de la provincia en junio de 1999. Los serbios también arrestaron a mujeres y niños.

La OTAN decidió detener los ataques luego de que Belgrado aceptó un repliegue de todas sus fuerzas de seguridad en Kosovo.

«La amnistía para los presos es importante porque puede servir para reanudar el diálogo con los albanses de Kosovo. No habrá reconciliación en este país hasta que se enmienden los errores del pasado», dijo a IPS Gradimir Nalic, asesor legal del presidente Kostunica.

Nalic también integró el Comité Yugoslavo de Abogados para los Derechos Humanos (YUCOM), una poderosa organización no gubernamental a la que se le encomendó la redacción de la nueva ley de amnistía.

El Partido Socialista de Milosevic, ahora una débil oposición en el Parlamento, acusó a la ley de «recompensar a los traidores y a los terroristas». Algunos diputados, al final del debate parlamentario, alzaron carteles en los que acusaban de «traidor» al gobierno.

Grubac negó que el perdón para los desertores del ejército pueda debilitar la defensa del país, como afirmó la oposición. El funcionario sostuvo que el objetivo de la ley de amnistía es restablecer la paz social y la integración del pueblo yugoslavo.

«Una ley como esta no pondrá en duda la capacidad de defensa del país… El Estado fue destruido por políticos irresponsables que gobernaron el país por 10 años y lo llevaron a guerras absurdas y grandes tragedias», afirmó durante el debate.

Juristas sostienen que la ley es una prueba para el nuevo gobierno, pues coloca a las guerras de la década pasada en «su lugar justo», tanto en la historia como en la mente de muchos serbios.

Los años 90 dividieron a los serbios. Muchos apoyaron las guerras de Milosevic y creyeron que defendían los «intereses nacionales serbios», como él decía. Pero otros rechazaron los conflictos y se opusieron al régimen, por lo que fueron arrestados y su actividad política fue censurada.

La propaganda de Milosevic consideraba como victorias a todas sus guerras perdidas. En un discurso a la nación realizado el 10 de junio de 1999, Milosevic calificó el fin de los ataques aéreos de Occidente como una «victoria contra la OTAN».

En realidad, Milosevic debió ceder la provincia de Kosovo a una administración de la Organización de las Naciones Unidas y a las tropas internacionales.

«Estamos llegando a una etapa en la que las cosas tienen que ser llamadas por su nombre. Los serbios deberán aprender que fue realmente lo que sucedió en la década pasada y por qué», afirmó la presidenta de YUCOM, Biljana Kovacevic. (FIN/IPS/tra-en/vpz/sm/rp/aq/ip/01

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