SUDESTE ASIATICO: Impacto de economías externas es menor

La desaceleración de las economías de Estados Unidos y Japón dificulta la recuperación de la crisis financiera estallada en el sudeste asiático en 1997, pero esta región está ahora en mejores condiciones de defenderse, dijo hoy un alto funcionario del Banco Mundial.

Los países del sudeste asiático dependientes de las exportaciones debieron reducir sus previsiones de crecimiento económico a causa de la disminución de la demanda de sus principales mercados, en una nueva prueba de su vulnerabilidad a las conmociones exteriores.

«Es claro que las condiciones externas, antes favorables a la recuperación relativamente rápida de la región, están cambiando», afirmó Jemal-ud-din Kassum, vicepresidente del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico.

«Sin embargo, estos países están ahora en mejores condiciones para responder a esas sacudidas externas», dijo Kassum a los periodistas.

El funcionario del Banco, quien se encuentra en Tailandia en la primera etapa de una gira por Asia que lo llevará también a Mongolia y China, señaló que las naciones del sudeste asiático ya tomaron una serie de medidas para poder defenderse de esas sacudidas.

Kassum citó el caso de Tailandia, donde el nuevo gobierno actúa de manera «empresarial» para apresurar la recuperación económica y aumentar el nivel de vida de unos tres millones de personas que cayeron por debajo de la línea de pobreza desde julio de 1997.

«Tailandia está en una posición mucho mejor que hace un par de meses», destacó el funcionario, y agregó que existe «mucho en común» entre los objetivos económicos del primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra y los del Banco.

«El programa de recuperación propuesto por el gobierno tiende a estimular la economía doméstica y a liberar más fondos para la inversión en salud básica, educación y otros servicios para los pobres», dijo.

«Aunque éste es un nuevo gobierno y aún es demasiado pronto, creo que está en el buen camino», agregó.

Las prioridades fijadas por la nueva administración de Tailandia son las mismas que las establecidas por el Banco para este país: fortalecimiento de la competitividad, de la gestión de gobierno, la política social y la protección ambiental.

La crisis financiera de 1997 causó una contracción de 10 por ciento en la economía tailandesa al año siguiente y agregó tres millones de pobres a la población nacional.

Sin embargo, la fortaleza de los vínculos comunitarios y familiares, junto a la flexibilidad del mercado laboral, ayudaron a absorber en parte el impacto de la crisis.

Según el Banco Mundial, el nuevo gobierno tailandés deberá focalizar mejor sus programas contra la pobreza, corregir la disparidad entre la población urbana y rural, potenciar a las comunidades locales y fortalecer las instituciones a cargo de la aplicación de políticas sociales.

El plan del nuevo gobierno de destinar el equivalente a 22.000 dólares a cada aldea para actividades de desarrollo puede ser eficaz si se implementa de manera adecuada, aunque recibió muchas críticas, dijo Kassum.

El programa para las aldeas, al igual que el plan de suspensión de la deuda de los pequeños agricultores, fue considerado por muchos como una promesa electoral demagógica del partido gobernante Thai Rak Thai, que obtuvo una abrumadora victoria en los comicios de enero.

Sin embargo, en su reunión con Kassum, el primer ministro aseguró que esas políticas serían aplicadas «en un clima de prudencia fiscal» y tras consultar con «todos los sectores de la sociedad».

Representantes de la sociedad civil también expresaron en una reunión con Kassum su esperanza de participar en la aplicación de los programas sociales del gobierno.

«Este es un momento crítico para Tailandia y para el sudeste asiático en general. Este país ha tomado medidas importantes y difíciles desde la crisis financiera de hace cuatro años, pero todavía queda mucho por hacer», dijo el funcionario.

Otros países de la región también están haciendo progresos, y es de esperar que la pobreza se reduzca a los niveles previos a la crisis en los próximos años con las medidas adecuadas, concluyó.

Kassum presidirá este sábado una reunión del Grupo Asesor contra la Corrupción del Banco Mundial para Asia Oriental y el Pacífico.

Establecido hace dos años, ese grupo sirve como foro de debate sobre una estrategia regional para el buen gobierno y el combate a la corrupción.

Entre otros, integran el grupo el ex primer ministro tailandés Anand Panyarachun y el fundador de la organización Transparencia Internacional, Peter Eigen. El panel se había reunido por última vez en febrero de 2000, también en Bangkok. (FIN/IPS/tra-en/mu/js/mlm/dv-if/01

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