La integración es clave para el desarrollo de América Central, afirmaron asistentes a una reunión de representantes de gobiernos y de la sociedad civil de la región y de delegados de los países donantes, concluida hoy en la capital española.
«La sociedad centroamericana requiere y demanda profundos cambios y reestructuración de contenidos y escenarios», sostuvo el Consejo Indígena Centroamericano (CICA) en un documento que presentó en la reunión en Madrid.
Estos cambios deben concretarse en materia de salud, educación, justicia, empleo y legislación, «pues los modelos actuales han sido inoperantes para presentar alternativas de solución a los problemas», agregó la organización indígena.
El documento del CICA fue presentado ante el Grupo Consultivo, organismo constituido en diciembre de 1998 en la sede del BID en Washington, y cuya finalidad es coordinar acciones de apoyo a los países centroamericanos tras la devastación causada por el huracán Mitch ese mismo año.
A la reunión del Grupo Consultivo realizada esta semana, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) asistieron los presidentes Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, Carlos Roberto Flores, de Honduras, Arnoldo Alemán, de Nicaragua, y Francisco Flores, de El Salvador.
En la actualidad existe «otra América Central y un nuevo regionalismo, que está naciendo sobre un camino de paz, democratización y desarrollo económico», dijo el presidente del BID, Enrique Iglesias.
Los representantes de los países donantes plantearon que la integración regional es clave para promover la competitividad, el crecimiento del empleo, el desarrollo sustentable y la cooperación para el desarrollo humano.
En ese sentido, la posición más definida la presentó el Parlamento Centroamericano (Parlacen), que urgió a que se adopten medidas políticas más concretas para la integración.
América Central «no constituye una región más que en sentido geográfico, pero no sólo es por la falta de una integración económica, monetaria, arancelaria, (…) sino porque carece de un ordenamiento institucional que le permita hablar con una sola voz en las negociaciones internacionales», según el Parlacen.
En un documento presentado en la reunión, el Parlacen propuso que tanto esa institución como la Corte Centroamericana de Justicia sean parte del esquema de órganos principales de la integración.
También recomendó «que se tome un paso positivo en la consolidación del derecho comunitario centroamericano como exponente máximo de la supranacionalidad regional».
En lo relativo a la cooperación internacional para el desarrollo, el Parlacen señaló que «si se busca integración a corto plazo, canalícese entonces la cooperación mediante una institución comunitaria para el ámbito regional».
Por último, la institución presentó dos «importantes instrumentos internacionales de reformas al Sistema de Integración de Centro América (SICA)», que quedaron depositados en el Grupo Consultivo, pero no fueron difundidos.
La concreción de esas reformas permitiría «caminar hombro con hombro con nuestros gobiernos, asambleas legislativas y órganos de la integración por el sendero de la transformación, la integración, el bienestar y el progreso de una sola nación: Centroamérica», según el Parlacen.
El Grupo Consultivo aplaudió la estrategia regional presentada por el SICA, que incluyó cuatro objetivos: reducción de la vulnerabilidad social, económica y ambientale, transformación de los sectores productivos, gestión sustentable de los recursos naturales y aumento de la participación de la sociedad civil.
Varios oradores subrayaron que existe un círculo vicioso entre la pobreza y la vulnerabilidad ambiental. Por ello, recomendaron atacar ese círculo con una acción dual, que incluya una estrategia global de reducción de pobreza y una de manejo sostenible de los recursos naturales.
Un representante del CICA, que agrupa a los pueblos indígenas de la región, expresó que «los poderosos que están llevando al mundo hacia la globalización han perdido el respeto a la Madre Tierra».
El representante indígena recordó que «los convenios y tratados internacionales firmados con el fin de preservar el ozono y la ecología son sistemáticamente rotos y violados en una carrera egoísta hacia el crecimiento económico de empresas transnacionales y países desarrollados».
El CICA reclamó un nuevo modelo y la participación de la sociedad civil en la elaboración y ejecución de los programas, pues «la democracia solamente se construye caminando, la democracia solamente se crea participando».
Esa organización indígena ofreció su compromiso «con nuestras estructuras, cobertura social y geográfica, experiencia en nuestras áreas de trabajo como instancia de contraparte, en la apertura y funcionamiento de un espacio de análisis y discusión permanente, entre pueblos indígenas y organismos internacionales y de cooperación».
A la reunión del Grupo Consultivo en Madrid también concurrieron los vicepresidentes Juan Francisco Reyes, de Guatemala, y Arturo Villarino, de Panamá, y el primer ministro de Belice, Said Musa.
Estuvieron presentes, así mismo, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, y Maj Inger Klingvall, ministro de Cooperación Internacional de Suecia, quien asistió en representación de la Unión Europea.
Además, participaron medio centenar de delegaciones de países donantes, instituciones financieras multilaterales, agencias de la Organización de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales.
En mayo de 1999, el Grupo se reunió en Estocolmo, con la participación de Canadá, Alemania, España, Suecia y Estados Unidos en calidad de cooperantes, a los que luego se agregó Japón. Ese grupo coordinó los planes de cooperación internacional. (FIN/IPS/td/mj/dv if/01
