MEXICO: Fox propone reunión a Marcos y anuncia nuevas acciones

El presidente de México, Vicente Fox, envió hoy una carta al jefe de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos, para invitarlo a una reunión personal, y anunció nuevas acciones para atender las demandas de ese grupo.

Fox ordenó la transformación de tres destacamentos militares, cuya retirada del estado de Chiapas pide la guerrilla, en centros de desarrollo indígena, y pidió a Marcos precisar quiénes son los zapatistas presos para liberarlos lo más pronto posible.

El pronunciamiento del mandatario se produjo luego de que los 24 jefes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunciaron que regresarán a las selvas de Chiapas, pues, según afirmaron, recibieron en la capital un trato indigno por parte de diputados, y del presidente sólo palabras y no hechos.

Los líderes de EZLN habían llegado a la capital hace dos semanas luego de recorrer 3.000 kilómetros desde Chiapas para impulsar ante el Congreso una ley de derechos indígenas.

La decisión zapatista demostró que los rebeldes y los políticos que apelan a los carriles institucionales hablan lenguajes distintos, según los observadores.

«Todos queremos la paz y queremos que sea una realidad», expresó Fox, luego de informar que había pedido a los diputados que recibieran al EZLN en el Congreso legislativo para impulsar la aprobación de la ley indígena y que había enviado una carta al subcomandante Marcos.

El presidente explicó que desea mantener una reunión el jefe rebelde antes de que deje la capital, con el objetivo de concertar medios para el desarrollo de los pueblos nativos, impulsar la ley indígena y avanzar hacia la paz.

La decisión del mando del EZLN de abandonar la ciudad «es un paso hacia atrás en el proceso de pacificación», expresó Demetrio Sodi, miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación del Congreso.

Varios diputados pidieron a los zapatistas la reconsideración de su medida.

En cuatro meses de gestión, Fox retiró de Chiapas cuatro de los siete destacamentos militares que exige el EZLN, presentó al Congreso el proyecto de ley indígena que respalda el grupo armado y propició la liberación de más de 86 presos zapatistas.

Pero para reanudar el diálogo de paz, suspendido en 1996, la guerrilla demanda la aprobación de la ley, el retiro de los tres destacamentos militares restantes y la liberación de unos 10 presos más. Sobre los dos últimos puntos Fox respondió este martes.

El anuncio de los zapatistas de regresar a Chiapas no debería sorprender, sostuvo el historiador Andrés Aubry.

El grupo, que se levantó en armas en enero de 1994 pero sólo combatió 12 días, demostró que sus conceptos sobre paz, justicia y dignidad son diferentes a los del gobierno y a los del Congreso legislativo, precisó el historiador.

Antes de que los guerrilleros llegaran a la capital, el presidente Fox hizo múltiples declaraciones de bienvenida al EZLN, afirmó que su visita abría las puertas de la paz e incluso invitó al subcomandante Marcos a dialogar en la casa presidencial, pero el líder rebelde no aceptó.

Lo que el gobierno quiere es firmar la paz y arreglar el conflicto lo más pronto, reconoció el mandatario en esa ocasión, mientras el jefe rebelde declaró que Fox no demuestra interés real en la paz y que sólo quiere una reunión para «la foto».

«El gobierno ha extendido su mano y ha dado la bienvenida a la marcha del EZLN, y en todo momento hemos cumplido la palabra, pero sobre todo hablamos con hechos», dijo el presidente este martes.

«Podemos alcanzar la paz, estamos a tiempo. (…) El presidente hará todo lo que esté de su parte, todo que sea necesario para que esta paz sea realidad», añadió, luego de explicar que insistirá en reunirse con Marcos.

«Fox ve la paz como pacificación, como el silencio de las armas. Cree que se va a firmar la paz, comenzará el desarrollo y viviremos otro periodo político. Pero del lado zapatista dicen no: la paz es algo que se construye», opinó Aubry.

Los zapatistas pedían en la capital ser recibidos en pleno en la tribuna del Congreso y ante todos los legisladores explicar su apoyo al proyecto de ley indígena, pero los diputados y senadores acordaron que sea un grupo el que los reciba y fuera de la sala de sesiones.

«En el (Poder) Ejecutivo y en el Legislativo se pretende hacer política como si nada hubiera cambiado en el país, como si los pueblos indios (indígenas) pudiéramos ser tratados como de por sí nos han tratado durante los casi 200 años que México tiene como nación», expresó el subcomandante Marcos.

«Los pueblos indios ya no andamos ni andaremos tocando puertas para suplicar que nos escuchen y nos atiendan. (…) No haremos cola para recibir sellos de recibido en nuestras demandas históricas», señaló.

La decisión de regresar, luego de que habían afirmado el 9 de este mes que se quedarían en la capital hasta que la ley fuera aprobada, fue calificada de sorpresiva por diputados, mientras algunos empresarios la consideraron errónea.

La posición zapatista es «inmadura e irresponsable», pues no aprovecha las facilidades ofrecidas por el gobierno y el Congreso, pero además no entiende que hoy existe pluralidad política y que no es el momento de amenazas, opinó Alejandro Martínez, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales.

Cuando el EZLN decidió marchar a la capital para hablar con diputados, los observadores destacaron que los rebeldes ingresaban al juego de la política institucional, donde existe pluralidad, vicios y tiempos diferentes a los de los indígenas.

Pero las reglas de esa política fueron al parecer insoportables para los guerrilleros, sostuvo la analista Beatriz Cerisola. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01

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