MALASIA: Enfrentamientos étnicos entre pobres urbanos

Violentos enfrentamientos en Malasia entre malayos y personas de origen étnico indio, en un asentamiento ilegal cerca de la capital malasia, causaron un intenso debate sobre las prioridades sociales del gobierno.

Seis personas murieron y por lo menos otras 40 resultaron heridas en los enfrentamientos, que se desarrollaron la semana pasada en Kampung Medan (Kampung significa aldea), en las afueras de Kuala Lumpur.

La violencia comenzó con la disputa por el acceso a un camino entre un grupo de personas que se dirigía a una procesión fúnebre hindú y otro que quería asistir a una boda musulmana entre malayos.

Durante el fin de semana, la mayoría de los grandes periódicos del país publicaron informes y columnas de opinión con fuertes críticas a la Nueva Política Económica gubernamental, implementada tras conflictos en 1969 por causas étnicas entre malayos y personas de origen étnico chino.

Los incidentes de la semana pasada fueron los más graves desde los de 1969.

Ese plan de desarrollo da prioridad a los integrantes pobres de la etnia malaya o «bumiputra», y los críticos alegaron que también debería procurar mejorar las condiciones de vida de los indomalasios pobres.

Los malayos, en su mayoría musulmanes, son la mitad de la población malasia. Una cuarta parte de los habitantes del país tienen origen étnico chino, y algo más de ocho por ciento son indomalasios, unos 1,8 millones en un total de 22 millones.

«Los trágicos enfrentamientos en Kampung Medan nos han recordado la fragilidad de las relaciones entre etnias del país», escribió el analista político Karim Raslan en el diario The Sun.

«Pienso que una de las principales amenazas a la estabilidad es el sentimiento de desesperación y de la comunidad indomalasia», apuntó.

«Si queremos evitar que esa comunidad se convierta en una clase urbana subalterna, deberemos reconsiderar nuestro sistema político de partidos con bases étnicas, y también la Nueva Política Económica», añadió.

Cada vez más personas opinan que la causa de la violencia tiene más que ver con el problema del desarrollo que con cuestiones étnicas.

Kampung Medan y otros asentamientos a lo largo de la antigua carretera Klang prueban la falta de atención adecuada a los sectores más pobres durante el gran crecimiento económico del país en los años 90, cuando un plan de desarrollo con metas grandiosas benefició ante todo a las capas medias y a los ricos.

En esos asentamientos viven malayos e indomalasios pobres, desplazados por la construcción de fábricas y áreas de recreación para la población urbana rica, así como personas que llegaron a la capital en busca de trabajo desde zonas rurales, y terminaron en asentamientos ilegales periféricos.

Sólo en Kampung Medan hay unas 6.000 viviendas construidas en forma ilegal, donde viven por lo menos 30.000 personas, de unas 250 familias indmalasias y otras 100 malayas.

En los asentamientos y sus alrededores se realizan desde hace por lo menos 10 años diversas actividades ilegales, en especial la venta al por menor de drogas ilícitas.

Entre los habitantes de asentamientos «existe una acentuada desigualdad de la distribución del ingreso y del estatus social. Un pequeño incidente puede activar con facilidad el gran conflicto latente», opinó Collin Abraham, asesor en materia de desarrollo social.

Las grandes migraciones hacia las ciudades de personas pobres en busca de trabajo comenzaron en los años 70. Esas personas obtuvieron empleos con baja remuneración, tuvieron pocas oportunidades de mejorar su nivel de vida y se transformaron en integrantes de comunidades desarraigadas y marginadas, recordó.

Malayos e indomalasios, con grandes expectativas pero sin capacitación, se percibieron unos a otros como competidores por los mismos empleos, apuntó.

Abraham sugirió la creación de un instituto de estudios acerca de las relaciones entre etnias, que proponga políticas para prevenir conflictos latentes.

Los enfrentamientos de la semana pasada «deberían servir como un llamado de atención», opinó Denison Jayasooria, director ejecutivo de la organización no gubernamental Estrategia Social Yayasan.

Ninguna de las agencias gubernamentales se dedica a la cuestión de la pobreza urbana, enfatizó.

Comentaristas indicaron que los malayos pobres se benefician de las políticas sociales del gobierno, y la comunidad de origen chino moviliza recursos propios de capital y experiencia en los negocios, que le permitió sacar provecho de la liberalización económica, mientras los indomalasios pobres están desamparados.

Los indomalasios ricos son un grupo pequeño y disperso, que no está en condiciones de promover el avance de su propia comunidad.

El ministro de Obras Públicas y líder del partido Congreso Indio Malasio (MIC), Samy Vellu, encabeza los esfuerzos para mejorar la situación de los indomalasios.

Vellu lanzó el sábado una campaña del MIC para confeccionar un registro completo de los indomalasios que viven en asentamientos ilegales e identificar sus principales necesidades, y al mismo tiempo dispuso que su ministerio limpiara caminos, instalara alumbrado e iniciara obras de saneamiento en el área de Kampung Medan.

El ministro piensa que será necesario gastar unos 15,2 millones de dólares para proporcionar viviendas legales a los habitantes de asentamientos en esa área. (FIN/IPS/tra-eng/ks/js/mp/dv hd/01

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