KENIA: ONU pide ayuda alimentaria urgente para escolares

Agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzaron un nuevo pedido de asistencia urgente para ayudar a víctimas de la grave sequía que afecta a Kenia, en esta ocasión para evitar la deserción escolar.

El mes pasado, agencias de la ONU pidieron urgente asistencia alimentaria por valor de 122,6 millones de dólares para 4,4 millones de keniatas afectados por la peor sequía en 60 años, pero hasta ahora no han aparecido donantes.

Un pedido de asistencia alimentaria realizado en mayo había sido satisfecho en 90 por ciento.

El impacto de escasez de lluvias en Kenia ha causado una crisis de escasez de alimentos aun más grave que la que afecta al vecino Sudán, devastado por la guerra y también propenso a la sequía, según las agencias.

Las áreas más afectadas incluyen los áridos distritos septentrionales de Garissa, Isiolo, Mandera, Marsabit, Samburu, Turkana y Wajir, donde las precipitaciones fueron infrecuentes y escasas en la temporada breve de lluvias de noviembre y diciembre.

Ese fenómeno agravó el impacto acumulado sobre las cosechas y el ganado de la sequía registrada durante los dos últimos años. Han muerto de sed incluso camellos, que resisten por lo general la escasez de agua.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UICEF), las inscripciones en escuelas primarias han caído entre cinco y diez por ciento en el país.

Muchas familias emigran en la actualidad desde Wajir hacia la vecina Somalia en busca de pasturas para su ganado, y sólo asiste al primer año de escuela primaria 18 por ciento de los niños y niñas que deberían hacerlo.

«Nunca ha sido más urgente lograr que la infancia afectada por la sequía asista a la escuela. Esa será la semilla del futuro del país», dijo Nicholas Alipui, representante del UNICEF en Kenia.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) pone en la actualidad más enfasis en lograr la asistencia de niñas a la escuela, porque considera que el cierre de la brecha de género es una clave para poner fin al hambre en el mundo.

«Una masa crítica de experiencia y evidencia prueba el valor de la educación de las niñas», aseguró la directora del PMA, Catherine Bertini.

«Es casi imposible sobreestimar la importancia de que una niña asista por lo menos algunos años a la escuela antes de comenzar a trabajar», enfatizó.

El PMA lleva adelante desde hace unos 20 años un programa ampliado de alimentación en las escuelas, en beneficio de por lo menos un millón de niños y niñas, para contribuir a que la infancia de áreas propensas a la sequía no interrumpa su educación formal.

Proporcionar una comida a mediodía en las escuelas significa un alivio para las familias de quienes asisten a ellas, y es un factor crucial para los niños, y en especial las niñas, sean enviados a recibir educación formal, según la agencia de la ONU.

«Muchas niñas serían retenidas en sus hogares para realizar tareas domésticas, o enviadas a trabajar fuera del hogar para contribuir a la supervivencia familiar, si el programa no se llevara a cabo», dijo Holdbrook Arthur, director regional del PMA para la región del Cuerno de Africa.

En esa región nororiental del continente africano, Djibouti, Etiopía, Eritrea, Somalia y Sudán tienen climas similares al del norte de Kenia, y también dependen de la asistencia alimentaria. (FIN/IPS/tra-eng/ja/mn/mp/hd ed/01

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