KENIA: Hipótesis de incendio intencional en tragedia de escuela

El incendio del dormitorio de una escuela secundaria de Kenia causó la muerte de 68 alumnos y graves heridas a otros 28, y la policía cree que pudo ser intencional.

La tragedia ocurrió en la madrugada del lunes en la escuela de Kyanguli, del distrito de Machakos, a unos 50 kilómetros de Nairobi, y activó el debate sobre la seguridad de las instituciones educativas con régimen de internado, preferidas por la mayoría de las familias de estudiantes.

Las causas del incendio aún no han sido establecidas, pero la policía sospecha que fue provocado en forma intencional, ya que halló restos de gasolina en el lugar.

El portavoz policial Peter Kimanthi dijo que el fuego comenzó cerca de la medianoche y se propagó con rapidez en el atestado dormitorio, donde dormían unos 130 jóvenes pese a que sólo había 96 camas.

El exceso de alumnos en los dormitorios es habitual en escuelas con régimen de internado, donde algunos estudiantes deben acostarse sobre el suelo.

Una de las dos puertas del dormitorio estaba cerrada con llave, y se encontraron 15 cadáveres apilados contra ella, lo cual sugiere que hubo un intento de derribarla. Las autoridades informaron que otros jóvenes murieron en sus camas.

Varios de los heridos son atendidos en el hospital del distrito de Machakos, y otros fueron trasladados en forma urgente al Hospital Nacional Kenyatta de Nairobi.

El presidente Daniel arap Moi visitó la escuela, acompañado por altos funcionarios del gobierno, para expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas.

Los medios de comunicación se apresuraron a señalar la responsabilidad del Ministerio de Educación, al cual acusaron de no cumplir su deber de homogenizar las instalaciones de las escuelas con régimen de internado y asegurar que cuenten con recursos adecuados para afrontar situaciones de emergencia.

Informes preliminares indicaron que la escuela de Kyanguli tenía problemas con ex alumnos descalificados por hacer trampa en las pruebas de fin del año pasado.

Sólo 11 de los examinados en aquella ocasión recibieron sus resultados, y al parecer las autoridades escolares decidieron tomar nuevos exámenes este año a sólo 30 de los descalificados, lo cual causó amargura y frustración entre los restantes.

«La mayoría de los padres enviamos a nuestros hijos a escuelas con régimen de internado, porque pensamos que allí están más seguros y pueden concentrarse mejor en sus estudios, pero ahora vemos lo que les puede pasar», dijo Monica Odhiambo, quien tiene dos hijas en escuelas con ese régimen.

«¿En quién confiaremos para que cuide a nuestros hijos, si es posible que se quemen vivos de esta manera?», añadió.

Los incendios han sido habituales en escuelas secundarios donde se habían producido enfrentamientos entre alumnos y autoridades, relacionados con la calidad de la alimentación, acusaciones de malversación de fondos escolares y castigos que los estudiantes consideraron injustos, entre otras causas.

Sin embargo, el ocurrido en la madrugada del lunes fue el de consecuencias más graves en la historia del país.

En marzo de 1998, un incendio en un dormitorio escolar causó la muerte de 25 alumnas de la Escuela Secundaria Femenina de Bombolulu, cerca del puerto sudoriental de Mombasa, sobre el Océano Indico.

Las autoridades de la escuela habían decidido que las puertas del dormitorio permanecieran cerradas con llave por las noches, para evitar que las jóvenes se escabulleran.

Las causas del incendio nunca fueron establecidas, pero las autoridades de la escuela atribuyeron la tragedia a una falla de las instalaciones eléctricas.

En 1999, un grupo de alumnos de la escuela de ciclo superior de secundaria de Nyeri, en la región central del país, roció a cuatro de sus condiscípulos con queroseno mientras dormían y les prendió fuego. Las víctimas eran monitores e impopulares entre los demás estudiantes.

En 1992, 19 alumnas de una escuela murieron durante el tumulto causado por el asalto nocturno a su dormitorio de condiscípulos varones. El director de la escuela declaró que los jóvenes atacantes «sólo habían querido violar».

Especialistas en educación opinan que el aumento de los incidentes violentos en escuelas secundarias se debe al acelerado deterioro de la calidad de la educación y a la proliferación de instituciones educativas que muchas veces son dirigidas por personas no calificadas.

«El fenómeno no se debe a intenciones malignas, sino a ignorancia e ineficiencia», dijo a IPS Geoffrey Griffin, director de la Escuela Nacional Masculina Starehe, de Nairobi.

«No hay que culpar a los jóvenes, quienes son el resultado de los que nosotros hacemos con ellos. Si se los envía a una mala escuela, algo fermenta y puede explotar», agregó. (FIN/IPS/tra- eng/ja/mn/mp/ed ip/01

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