INDIA: Escándalo por corrupción complica modernización militar

El escándalo por un oscuro acuerdo sobre armas que sacudió este mes al gobierno de India podría dificultar la necesaria modernización de sus Fuerzas Armadas, advirtieron analistas.

El último caso de corrupción quedó en evidencia a mediados de marzo con la publicación de un vídeo filmado en secreto que muestra a políticos, militares y funcionarios de gobierno aceptando dinero para promover un ficticio contrato sobre armas.

El escándalo, que ya le costó el Ministerio de Defensa a George Fernandes -un miembro clave de la coalición del primer ministro Atal Behari Vajpayee-, enlentecerá una vez más decisiones fundamentales sobre compras de equipos militares, previnieron los analistas.

La falta de preparación de India para la guerra se tornó evidente durante la guerra no declarada con Pakistán en la zona fronteriza de Kargil, hace dos años, y es «la maldición de la paz», según Jasjit Singh, director del Instituto de Estudios y Análisis de Defensa, un gabinete de estrategia de Nueva Delhi.

«Las tres décadas de paz transcurridas desde la guerra de 1971 con Pakistán produjeron complacencia», opinó.

Sin embargo, India limitó sus compras militares en la década de 1990 como consecuencia directa del mayor escándalo de corrupción de este país.

La compra de obuses a mediados de los años 80 a la fábrica sueca Bofors, que habría pagado millones de dólares en sobornos para obtener el contrato, no sólo provocó la caída del gobierno del partido del Congreso sino que arrojó dudas sobre todas las adquisiciones para defensa.

«Tras el escándalo de Bofors, el proceso de toma de decisiones se paralizó, porque los funcionarios que debían tomarlas no lo hacían», comentó Shankar Roychowdhury, ex jefe del ejército.

La preparación militar de India está dirigida principalmente contra su vecino del norte, Pakistán, creado hace medio siglo por los salientes dominadores coloniales británicos en base a una división religiosa de la población del subcontinente.

Ambos países ya se enfrentaron dos veces en guerra por la parte de la región de Cachemira controlada por India, que constituye el único estado indio de mayoría musulmana.

La superioridad india en materia de armas convencionales fue neutralizada hace tres años, cuando tanto India como Pakistán realizaron pruebas nucleares.

Actualmente, Pakistán es superior a India en cuanto a capacidad nuclear, según un informe publicado en la última edición de la revista semanal londinense Jane's Intelligence Review.

«India considera a las armas nucleares necesarias por su utilidad política, por su capacidad de darle prestigio internacional y de actuar como factor de disuasión frente a Pakistán y China», comentó Jane's.

Pero funcionarios paquistaníes creen que la capacidad nuclear de su país les permite respaldar a los rebeldes de Cachemira sin que India se atreva a responder con armas convencionales fuertes por temor a un conflicto nuclear, agregó la revista.

Los recortes en el presupuesto de defensa de los años 90 produjeron escasez de equipos vitales como dispositivos de visión nocturna, sistemas portátiles de vigilancia y ropa de protección.

Varios analistas atribuyeron a esa escasez el gran número de bajas en el ejército indio durante el conflicto de Kargil, una zona montañosa y nevada sobre la Línea de Control, que divide a la región de Cachemira entre India y Pakistán.

«Pakistán estaría muy complacida con estas revelaciones», comentó K. Subrahmanyam, analista de asuntos de seguridad.

Según Subrahmanyam, el gobierno no pudo siquiera gastar el dinero asignado para gastos de defensa el año pasado, y ahora es muy probable que todas las decisiones sobre compras queden en suspenso.

La desprevención militar revelada por la guerra de Kargil condujo a un gasto desenfrenado en defensa, incluso 3.000 millones de dólares en un contrato con Rusia, celebrado durante la visita del presidente Vladimir Putin a Nueva Delhi, el pasado octubre.

Sin embargo, muchos de los últimos contratos de compra de armas no beneficiaron a India, sino a los intermediarios y sus líderes políticos, afirmó Jayant Malhoutra, ex miembro de la Comisión Consultiva de Defensa y la Comisión de Cuentas Públicas del parlamento.

«Declaré ante el parlamento y tengo pruebas de que el gobierno prefiere tratar con intermediarios y no con los fabricantes porque así se obtienen mayores beneficios», dijo el legislador.

«La corrupción política en materia de defensa tiene un efecto muy perjudicial sobre la preparación militar», señaló Subrahmanyam, pero consideró imposible eliminar los intermediarios y las comisiones en esos contratos.

Los contratos de defensa son muy atractivos para los políticos corruptos, y los comerciantes de armas son muy propensos a realizar pagos secretos para colocar su mercancía, explicó.

La especulación hizo demorar 10 años la decisión de comprar avanzados aviones de entrenamiento, y ello obligó a la Fuerza Aérea a utilizar «anticuados» jets soviéticos Mig-21 para ese fin, recordó Sburahmanyam. (FIN/IPS/tra-en/rdr/mu/mlm/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe