Colombia recibió hoy por segundo año consecutivo el aval de Estados Unidos a su desempeño en la lucha contra las drogas, tras cumplir en 2000 los objetivos de erradicación de cultivos ilícitos, si bien aumentó el área sembrada.
Al igual que Colombia, recibieron la «certificación» —como se denomina ese aval de Washington— Bolivia, Brasil, Ecuador, México, Guatemala, Paraguay, Panamá, Perú y Venezuela.
El secretario de Estado adjunto a cargo de la lucha contra el narcotráfico en el gobierno de Estados Unidos, Rand Beers, destacó este jueves el desempeño de Colombia, donde se produce 80 por ciento de la droga que ingresa a su país, y de México, a través de cuya frontera pasa la mayor parte del total.
Beers detalló ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso legislativo estadounidense la última evaluación anual efectuada por su gobierno de la cooperación en la lucha antidrogas de 24 países.
Según Beers, los programas de fumigación aérea realizados en Colombia tuvieron éxito y los cultivos de coca se redujeron «considerablemente» en comparación con 1997, 1998 y 1999, cuando los sembradíos se habían incrementado 19, 28 y 20 por ciento.
El éxito de los programas de erradicación de cultivos ilícitos fue destacado también este martes por un informe de la policía colombiana, según el cual el año pasado se erradicaron 56.975 hectáreas de coca, 13.549 más que en 1999, y 9.000 de adormidera, 621 más que en 1999.
Según el informe oficial, en las operaciones antinarcóticos se impidió la producción de 426,9 toneladas de cocaína, droga cuyo principal insumo es la hoja de la coca, y 9,8 toneladas de heroína, que se elabora con el látex extraído de la adormidera.
La policía también decomisó 45.761 kilogramos de cocaína, 570 de opio, morfina y heroína, 44.609 de marihuana prensada y 7.381 de insumos sólidos y líquidos utilizados en el procesamiento de estas drogas ilícitas el año pasado. Además, se destruyeron 55 laboratorios.
No obstante, en ese mismo periodo los cultivos pasaron de 112.500 a 122.500 hectáreas, hecho atribuido por Ricardo Vargas, experto en narcotráfico de la organización Acción Andina, a «la fracasada política antidrogas orientada» por Washington.
Vargas dijo a IPS que los operativos de fumigación a los cultivos ilícitos desarrollados en Colombia siguen los lineamientos del gobierno estadounidense, que se concentra en la represión en los países productores y «confunde narcotráfico con cultivos ilícitos».
«El retorno de los capitales del narcotráfico tuvo una incidencia nefasta como estímulo de la movilidad de los cultivos de una zona a otra», según Vargas.
Para el fiscal Alfonso Gómez, jefe del máximo organismo investigador de la justicia colombiana, la certificación de Estados Unidos es «un mecanismo odioso» por su carácter unilateral.
Los países que no son certificados por Washington quedan excluidos de sus programas de cooperación y no reciben su aval en la gestión de créditos ante organismos multilaterales.
Gómez rechazó que «un país decida determinar unilateralmente si otro ha hecho o no ha hecho lo que debe en la lucha contra el narcotráfico».
En es sentido, se mostró partidario de un mecanismo multilateral en el marco de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, una agencia de la Organización de Naciones Unidas, o de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Para Gómez, aceptar en los países productores la certificación estadounidense es «como si los latinoamericanos se reunieran para descertificar a los países industrializados por no haber hecho todo lo que deberían hacer en materia de control de la demanda» .
El otorgamiento de la certificación plena a Colombia el año pasado coincidió con la llegada al gobierno de Andrés Pastrana, con quien, según el ministro de Relaciones Exteriores, Guillermo Fernández, el país «recuperó la credibilidad de la comunidad internacional.
Pastrana sucedió a Ernesto Samper, presidente entre 1994 y 1998. En ese periodo, Estados Unidos descertificó a Colombia porque la campaña electoral presidencial de Samper recibió fondos del narcotráfico.
El gobierno colombiano no manifestó sorpresa por la certificación otorgada en esta oportunidad, pues la consideró un reconocimiento justo a sus esfuerzos. (FIN/IPS/yf/mj/ip/01
