Las mujeres de Rusia recibieron flores, elogios y regalos hoy en el Día Internacional de la Mujer, pero luego vuelven a una existencia cotidiana en la que afrontan discriminación y violencia.
"La sociedad rusa es muy patriarcal", dijo Ludmila Zavadskaya, directora del Programa para Defender el Derecho de las Mujeres. Además, en un círculo vicioso, la violencia doméstica se filtra en la sociedad y la violencia social vuelve a las familias, señaló.
Los conflictos armados en las antiguas repúblicas soviéticas contribuyen al aumento de la subcultura de la violencia, argumentan los expertos. Por otra parte, más de 100.000 mujeres sirven actualmente en las fuerzas armadas de este país.
No obstante, muchas mujeres son incapaces de defenderse. Cada año, 12.000 mujeres caen víctimas de la violencia doméstica. Muchas quedan inválidas o mueren a manos de maridos y compañeros, apuntó el Ministerio del Interior.
Sin embargo, la cantidad de casos registrados es sólo una pequeña fracción de lo que sucede realmente en la sociedad, dijo Yelena Topoleva, directora de la Agencia de Información Social.
Decenas de miles de mujeres afrontan la violencia familiar diariamente. Las adultas jóvenes corren el mayor riesgo y no hay instituciones públicas designadas para ayudarlas, manifestó María Mojova, directora de Hermanas, una organización no gubernamental que ayuda a las víctimas de la violencia doméstica.
La violencia también se extiende a la vida profesional. En 1998, Rusia quedó perpleja cuando Galina Starovoitova, una conocida activista democrática de 52 años, fue asesinada en San Petersburgo. Fue el primer crimen de una mujer con un alto cargo político. Su caso aún no ha sido resuelto.
Hace cinco años, Larisa Yudina, editora de un diario opositor en la región de Kalmykia, fue asesinada. Si bien los supuestos culpables fueron detenidos y sentenciados, quedó la sospecha de que las autoridades locales, objeto de las críticas de Yudina, hubieran ordenado el homicidio.
El mes pasado, Anna Politkovskaya, una reportera del semanario moscovita Novaya Gazeta, fue detenida por militares rusos en Chechenya con el pretexto de que no tenía los documentos debidos.
Sin embargo, Politkovskaya dijo luego que su arresto se debió a que logró confirmar las violaciones de los derechos humanos perpetradas por los militares rusos contra la población civil chechena.
Así mismo, según Topoleva, los medios de comunicación no informan sobre los temas de género. Eso no sorprende cuando se sabe que todos los medios están dirigidos por hombres.
Hasta hace poco, tres mujeres ocuparon los ministerios de cultura, salud y comercio minorista, pero perdieron sus cargos en un recambio del gabinete. No obstante, hace dos años, en una medida sin precedentes en Rusia, Valentina Matviyenko, una ex diplomática, fue nombrada viceprimer ministro.
A pesar de algunos nombramientos de alto perfil en la nueva Rusia orientada a la economía de mercado, la mera idea de que la mujer goce de iguales derechos sigue siendo poco más que un sueño.
Aunque la legislación laboral protege a cientos de mujeres de la pérdida del empleo, como a las madres solteras por ejemplo, debido a la crisis imperante es probable que sean las primeras en perder el trabajo.
Esta realidad contrasta con la época soviética, cuando la propaganda oficial destacaba la igualdad de sexos y señalaba que esta no existía en Occidente. La primera cosmonauta, Valentina Tereshkova, fue percibida como un modelo de vida y las madres con más de cinco hijos se consideraban heroínas.
El Día Internacional de la Mujer es feriado y se celebra desde la época soviética, cuando la tradición exigía que los hombres obsequiaran a sus esposas y novias flores, bombones y perfumes. Oficialmente se ponía énfasis en la igualdad de los sexos, pero en realidad parecía más una mezcla de San Valentín y día de la Madre.
Muchas mujeres hoy aprecian los cumplidos, pero rechazan los pronunciamientos de igualdad de oportunidades porque la mayoría trabaja en los empleos de menor remuneración, como la docencia y la medicina.
El salario medio de las mujeres equivale a la mitad del que percibe el hombre, cuando en la Unión Soviética las mujeres percibían 75 por ciento el salario de los hombres, en promedio.
Casi la mitad de las trabajadoras cobran salarios bajos, frente a 15 por ciento de los hombres.
Si bien Rusia ratificó la convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Discriminación Contra las Mujeres, la desigualdad basada en el género sigue en aumento.
Las mujeres también son objeto frecuente de acoso sexual en el trabajo y padecen despidos derivados de esos abusos. Dadas las actitudes patriarcales en la sociedad rusa, es improbable que los temas de género llamen la atención de las autoridades del país en el futuro inmediato. (FIN/IPS/tra-en/sb/da/ego/aq/pr/01