DERECHOS HUMANOS-ZIMBABWE: Opositores sufren dura represión

El Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), principal partido opositor de Zimbabwe, asegura que debe dedicar más tiempo a evitar que sus integrantes sean arrestados, golpeados o asesinados que a prepararse para las elecciones del año próximo.

Por lo menos 30 simpatizantes del MDC fueron asesinados el año pasado, y se sospecha que los responsables fueron integrantes de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF).

El presidente del MDC, Morgan Tsvangirai, aseguró esta semana, durante una conferencia de prensa reaizada en Harare, que la mayor parte de las atrocidades cometidas contra simpatizantes de su partido no han sido divulgadas.

«Recibimos numerosos informes de personas agredidas o despedidas de sus empleos, y acerca de clausuras de locales del MDC en diversas partes del país, y los responsables siempre son funcionarios del gobierno o vándalos con apoyo estatal», afirmó.

«El gobierno parece no enterarse de esas acciones criminales», añadió.

Comentaristas políticos han sostenido que el hostigamiento contra simpatizantes del MDC impidió que ese partido ganara las elecciones parlamentarias del año pasado, realizadas nueve meses después de su fundación.

En esa ocasión el MDC obtuvo 57 de las 120 bancas parlamentarias en disputa, y la ZANU-PF retuvo sólo 62 de las 117 con que contaba antes de los comicios.

El MDC impugnó la elección de 41 legisladores oficialistas con denuncias de graves irregularidades en la votación, pero los procesos ante la justicia electoral, iniciados el mes pasado, han sido obstaculizados por acciones contra los testigos por parte de «funcionarios estatales y matones de la ZANU-PF», dijo Tsvangirai.

El presidente del MDC aseguró que esas acciones contra testigos incluyeron graves torturas, fracturas de miembros y destrucción de sus casas, «con clara complicidad policial».

El jefe nacional de la Policía, Augustine Chihuri, admitió en forma pública que es partidario de la ZANU-PF.

El Foro de Organizaciones no Gubernamentales por los Derechos Humanos de Zimbabwe indicó en un informe que la mayoría de las violaciones de los derechos humanos denunciadas en los últimos tiempos se produjeron después de las audiencias judiciales sobre impugnaciones de los resultados electorales por parte del MDC.

«Varias personas fueron atacadas cuando volvían a sus casas después dedar testimonio en esos procesos», señaló.

«Esos actos de violencia, cometidos en su mayor parte por simpatizantes de la ZANU-PF, tuvieron la clara intención de amedrentar a los testigos y de impedir que otros se presentaran para aportar evidencia», agregó.

El mes pasado se produjo un ataque contra Job Sikhala, uno de los parlamentarios más destacados del MDC, quien sufrió graves lesiones al ser golpeado en su casa durante la noche, junto con su esposa embarazada, por personas que, según la denuncia del legislador, vestían uniformes del Ejército.

El MDC, con fuertes bases entre los trabajadores debido a que Tsvangirai fue secretario general del poderoso Congreso Sindical de Zimbabwe, es el mayor partido de oposición creado desde la independencia del país de la dominación colonial británica, en 1980.

El presidente Robert Mugabe, ex combatiente por la independencia del país, ha afirmado que Tsvangirai es «un sirviente de los británicos».

Tsvangirai «predica un falso cambio que será un retorno al racismo y la segregación sufrida por los africanos negros, derrotada hace 20 años», declaró el ZANU-PF en su sitio web.

«El partido mantendrá principios acordes a los del pueblo», agregó.

«Existe evidencia de que el MDC es una fuerza del imperialismo blanco que aún no se retiró de nuestros asuntos», aseguró el oficialismo. (FIN/IPS/tra-eng/lm/mn/mp-mj/ip/01

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