COLOMBIA: Canje de prisioneros fortalecerá proceso de paz

El anunciado intercambio de prisioneros entre el gobierno de Colombia y las insurgentes FARC favorecerá la consolidación del diálogo de paz entre las dos partes, según creen analistas y dirigentes políticos.

El líder de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Manuel Marulanda, afirmó el domingo que el intercambio humanitario de policías y militares cautivos de los guerrilleros por rebeldes presos sólo depende de la firma de un decreto del presidente Andrés Pastrana y podría producirse en ocho días.

«Después, de común acuerdo, decidiremos dónde llevamos a los militares y soldados y ellos nos dirán dónde dejan a nuestros guerrilleros», dijo Marulanda en Los Pozos, una localidad rural del sudoriental municipio de San Vicente del Caguán, sede del diálogo de paz.

Así mismo, Marulanda garantizó que en los ocho o quince días siguientes al intercambio de policías, soldados y guerrilleros con problemas de salud, las FARC cumplirán su palabra de entregar unilateralmente a más de 50 personas secuestradas.

El anuncio de Marulanda es el segundo resultado tangible del acuerdo que el jefe insurgente firmó el 9 de febrero en Los Pozos con Pastrana, según Jaime Zuluoga, analista de la estatal Universidad Nacional.

El primero fue la reunión el último jueves de los integrantes de la mesa de negociación con representantes de 23 países que apoyan el proceso de paz, del Vaticano y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se comprometieron a cumplir una labor de acompañamiento y facilitación del diálogo.

Pastrana y Marulanda convinieron en Los Pozos que «se agilizaría la concreción de un acuerdo humanitario que permita la próxima liberación de soldados, policías y guerrilleros enfermos».

Las FARC reetienen a unos 500 miembros de la fuerzas armadas que capturaron hace cerca de dos años, mientras que hay unos 400 guerrilleros en las cárcelas del Estado, 85 de los cuales tienen problemas de salud, de acuerdo con la versión de los rebeldes.

Zuluaga dijo a IPS que la posibilidad de concretar este acuerdo humanitario y el compromiso de la ONU y de los países participantes en la reunión de la semana pasada «alientan esperanzas sobre un proceso que ha sido criticado con muchas razones válidas» y demuestra «que en los diálogos hay que tener paciencia».

Pese a que «en el horizonte de visualiza la posibilidad de que la negociación de paz lleve a resultados concretos», la guerra va a continuar de momento, porque «el proceso es complejo, lento y cargado de dificultades», agregó.

Para Ligia Galvis, conductora del programa radial UN Análisis, de la Universidad Nacional, el anuncio de la liberación de soldados, policías y guerrilleros enfermos es un avance, aunque serán necesarios otros acuerdos humanitarios.

La eliminación de los cilindros de gas propano que la guerrilla usa para la fabricación de bombas que lanza sobre objetivos con presencia de población civil debería ser motivo de otro acuerdo humanitario, onservó Galvis.

El derecho internacional humanitario condena y sanciona el uso de armas que puedan causar daños directos e indirectos a la población civil y de armas que no puedan ser de fácil control.

La declaración de Marulanda es una prueba de que las partes están dando cumplimiento al «Acuerdo de los Pozos», afirmó el ministro de Desarrollo, Augusto Ramírez, que fue asesor de la ONU para el proceso de paz de El Salvador.

Para otros analistas, la aguardada liberación de prisioneros por razones de salud, es una señal positiva hacia la «humanización» del conflicto armado, y debe llevar al fin del cautiverio de todas las personas secuestradas por los grupos armados.

El anuncio de la inminente liberación de los soldados y policías coincidió el domingo con la visita del representante de la Unión Europea (UE) para política exterior y seguridad común, Javier Solana.

Solana se entrevistó este lunes con Pastrana para intercambiar opiniones sobre el proceso de paz y concertar preparativos para la reunión del 30 de abril en Bruselas, en la que la UE identificará los proyectos de desarrollo que apoyará en las zonas de conflicto en Colombia.

Así mismo, analistas estadounidenses se reunieron el domingo en la caribeña ciudad de Cartagena con dirigentes políticos y sociales y con funcionarios gubernamentales, para sugerir a las partes en conflicto la determinación de plazos concretos en las negociaciones de paz.

Los visitantes propusieron también un documento que entregarán al próximo gobierno, a instalarse en 2002, en el que proponen la habilitación de un foro de negociación permanente y la participación de la comunidad internacional.

En la reunión participaron Michel Shifter, vicepresidente del Diálogo Interamericano, Mark Chernick, profesor de la universidad de Georgetown, y Cyntia Arnson, del centro Woodrow Wilson. (FIN/IPS/yf/ff/ip hd/01

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