Un cementerio de dinosaurios se oculta debajo de la provincia de Neuquén, en el sur de Argentina. Pero los expertos que trabajan en las exhumaciones, muchos de ellos como voluntarios, se ven obligados con frecuencia a detener la tarea por falta de recursos.
Así lo explicó este martes el paleontólgo Jorge Calvo, que decidió con su equipo postergar un año la extracción de un saurópodo de gran tamaño, luego de más de un mes de trabajo en la costa del lago Los Barreales, en la localidad neuquina de Loma de la Lata.
Neuquén tiene una extensión de casi 100.000 kilómetros cuadrados de superficie y está ubicada a unos 1.200 kilómetros al sudeste de Buenos Aires.
Este titanosaurio —que habría vivido hace 87 millones de años— podría ser más grande que el argentinosaurio hallado en 1989 en Plaza Huincul, en la misma provincia, considerado el más grande del mundo con 40 metros de largo, unos 25 de alto y más de 100 toneladas de peso.
En la primera etapa de trabajo, los expertos ya hallaron gran cantidad de vértebras de cuello y cola, además del sacro completo, el pubis y restos de otro dinosaurio que lo habría atacado.
«Esperamos conseguir financiamiento para volver, y, si no, vendremos de nuevo en febrero de 2002, cuando estemos de vacaciones y el clima sea menos hostil», dijo Calvo en alusión a los fuertes vientos que se desataron durante la excavación.
La temporada había finalizado el viernes último con un violento temporal que destruyó buena parte de los equipos de campamento. «No tenemos el equipamiento ni las máquinas que tiene una empresa petrolera para quedarse aquí todo el año», reconoció el experto.
Una compañía petrolera, que tiene instalado un campamento cerca del lugar del hallazgo, les ofreció una retroexcavadora, un generador para que el campamento disponga de electricidad por la noche, y también hielo para mantener frías algunas bebidas.
Tal es la precariedad con la que trabajan los «desenterradores» de dinosaurios.
Calvo, que pertenece a la Universidad del Comahue, en Neuquén, explicó que la detección del lugar donde se pueden encontrar restos no es tarea difícil en esa provincia. «La mitad este de Neuquén está repleta de dinosaurios, asi que donde se excave se pueden encontrar», aseguró.
Restos de dinosaurios se han hallado en todas las provincias del sur de Argentina, que constituyen la Patagonia.
El último descubrimiento importante fue el de un saurópodo del período jurásico (hace entre 140 y 200 millones de años), encontrado junto a un mamífero que sería el más antiguo de los detectados en América del Sur.
Así mismo, fueron numerosos los hallazgos de restos fósiles en las últimas dos décadas, algunos de gran tamaño.
Otro ejemplar cuyo descubrimiento causó gran impacto en la comunidad científica internacional fue el unenlagia, de 80 millones de años, animal similar al velocirraptor y considerado el hermano mayor de las aves.
Según explicó Calvo, el primer indicio de un hallazgo grande puede ser del tamaño de una «galletita». Allí comienza una tarea puntillosa de limpieza con pinceles y buriles hasta que el pasado aflora en todo su volumen. En este último caso, los fósiles son tan grandes que fue imposible terminar la tarea en un mes.
«Nos da pena dejarlo porque es un ejemplar muy grande y parece que está entero. De todos modos queda protegido y no hay peligro de que se arruine lo que ya descubrimos. Si conseguimos apoyo seguimos en los próximos meses. Si no, volveremos cada febrero», prometió Calvo.
Los déficit para desarrollar la tarea —que, según los paleontólogos, ayuda a promover el turismo— comienzan por la escasez de dinero para financiar la labor de los paleontólogos, además de la falta de técnicos. Así, los fósiles se acumulan en los museos sin que se los pueda estudiar.
«Desde hace cinco años tenemos acumuladas cantidades de dinosaurios ya sacados y envueltos en yeso (para su conservación) sin poder limpiarlos para estudiarlos por falta de presupuesto», remarcó Calvo, quien, a pesar de la indiferencia oficial, está decidido a seguir desenterrando el pasado. (FIN/IPS/mv/mj/sc/01
