CACHEMIRA: Separatistas pedirán a Annan intervención de la ONU

Catorce partidos separatistas de Cachemira pedirán en forma directa al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, la intervención del foro mundial en el conflicto que los enfrenta con India.

La Conferencia Multipartidaria Hurriyat, que agrupa a organizaciones políticas separatistas del estado noroccidental indio de Jammu y Cachemira, resolvió que Abdul Gani Lone, uno de sus principales dirigentes, pida una reunión en Nueva Delhi con Annan, quien llegará el jueves a esta ciudad.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) visitará el país en el último tramo de una gira de una semana por Asia meridional.

La decisión fue adoptada luego de que los separatistas recibieran con desilusión declaraciones realizadas por Annan en Islamabad, al comienzo de su gira.

Annan dijo en Pakistán que el conflicto debe ser resuelto mediante negociaciones entre esa nación e India, que disputan por el valle de Cachemira desde hace más de medio siglo, en el marco de acuerdos anteriores entre ambos países, y no sobre la base de resoluciones adoptadas en 1948 por el Consejo de Seguridad de la ONU.

En ese año se produjo la primera guerra por Cachemira entre India y Pakistán, y la resolución número 47 del Consejo, adoptada el 21 de abril, recomendó que el futuro cachemiro se resolviera mediante un plebiscito organizado por representantes de ambas naciones y de la ONU.

En la actualidad, una parte del valle de Cachemira es gobernada por Pakistán.

Annan dijo a periodistas durante una conferencia de prensa en Pakistán que las resoluciones de la ONU sobre Cachemira no eran comparables con las adoptadas por el foro mundial sobre las cuestiones de Iraq y Timor Occidental.

El secretario general opinó que corresponde resolver la disputa en el marco general del acuerdo de Shimla, de 1972, y la declaración de Lahore, de 1999, en los cuales India y Pakistán se comprometieron a evitar el involucramiento de terceros en su disputa.

«Durante muchos años, Pakistán se permitió la falsa esperanza de que era posible un arreglo honorable de la cuestión de Cachemira con ayuda de la comunidad internacional y de la ONU», comentó el diario paquistaní Nawai-e-Waqt, de orientación exremista.

Sin embargo, «la única solución posible de esa cuestión es el fortalecimiento de Pakistán en los terrenos económico y de defensa, para lanzar la guerra santa y conducirla a la victoria», añadió.

Como podía esperarse, las declaraciones de Annan fueron «música para los oídos de India», según los medios de comunicación locales.

Un portavoz del Ministerio de Relaciones exteriores indio dijo este martes que el secretario general «justificó la posición sostenida durante mucho tiempo por India en relación con Cachemira».

«El principal deber de la ONU es asegurar la paz mundial, y Cachemira no puede ser una excepción», afirmó el principal dirigente de la Hurriyat, Abdul Ghani Bhatt, en un comunicado de prensa.

«Hemos decidido transmitir al secretario general nuestra preocupación por las graves consecuencias que tendría una guerra entre India y Pakistán, si la cuestión cachemira no se resuelve en forma pacífica e inmediata», informó un portavoz de la Hurriyat en Srinagar, la capital de Jammu y Cachemira.

Nueva Delhi e Islamabad disponen en la actualidad de armas nucleares.

Otro motivo de descontento para la Hurriyat es la negativa de Nueva Delhi a que esa coalición medie en el conflicto entre India y Pakistán.

Las autoridades indias desean mantener conversaciones paralelas con sus pares paquistaníes y con los separatistas cachemiros, pero no aceptan establecer una negociación tripartita.

Nueva Delhi concedió una autorización muy postergada para que una delegación de la Hurriyat viajara a Islamabad, para discutir la cuestión de Cachemira con el gobierno de Pakistán y con dirigentes de grupos separatistas insurgentes cachemiros que tienen sus bases en ese país.

Una de las intenciones declaradas de la Hurriyat es convencer a dirigentes de algunos grupos separatistas radicales de sumarse al cese del fuego en Cachemira dispuesto en forma unilateral por Nueva Delhi desde fines del año pasado.

Sin embargo, el ministro del Interior indio, Lal Krishna Advani, negó el permiso a los dirigentes de la Hurriyat que iban a integrar la delegación y son partidarios de que Cachemira se incorpore a Pakistán.

«La decisión de Advani muestra una actitud que no se basa en los hechos, y parece ir contra la corriente de la opinión pública», opinó el destacado comentarista político Kuldip Nayyar.

Por otra parte, la Hurriyat ha sido perturbada en los últimos tiempos por la disidencia de su ala radical, liderada por el grupo Jamaat-e-Islami, de Syed Ali Shah Geelani, uno de los dirigentes a los cuales se negó permiso para viajar a Pakistán.

Geelani, quien no fue invitado a la reunión de la Hurriyat en la cual se dicutieron las declaraciones de Annan, integra el Consejo de la Liga Mundial Musulmana, con sede en la ciudad sagrada islámica de La Meca, e insiste en que la naturaleza del conflicto cachemiro es ante todo religiosa.

En 1947, cuando terminó la dominación colonial británica en la región, India y Pakistán fueron creados para separar a la población musulmana y a la hindú, respectivamente.

La mayoría de la población cachemira erra entonces y aún es musulmana, pero el gobernante de Cachemira era hindú y decidió incorporarse a India.

La visita de Annan a India será la segunda desde que asumió su cargo en la ONU.

Se espera que el secretario general inste al gobierno del país a reanudar el diálogo con Islamabad, interrumpido tras la guerra no declarada entre ambos países hace dos años.

Nueva Delhi ha insistido en que sólo reanudará ese diálogo si Islamabad cesa su apoyo al «terrorismo transfronterizo» en Cachemira. (FIN/IPS/tra-eng/rdr/mu/mp/ip/01

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