BALCANES: Ejército y OTAN procuran frenar expansión albanokosovar

Guerrilleros albaneses y soldados macedonios combatían hoy por tercer día consecutivo en Macedonia, mientras en la vecina Serbia fuerzas yugoslavas y serbias se instalaban en una zona de seguridad controlada por la OTAN con el fin de frenar la expansión albanokosovar.

«A la derecha está Kosovo y a la izquierda Macedonia», explicó el comandante del ejército yugoslavo, el general Nebojsa Pavkovic, a decenas de soldados y periodistas sobre la cima de la montaña Crni Vrh, en Serbia.

«Este es el objetivo de nuestra misión. Llegar aquí y quedarnos», agregó Pavkovic el miércoles, mientras soldados y policías yugoslavos tomaban sus posiciones y cavaban trincheras en las colinas vecinas.

Helicópteros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) observaron el despliegue de las fuerzas yugoslavas y serbias en la zona de seguridad de 25 kilómetros cuadrados lindera con Kosovo -la provincia austral de Serbia administrada por la ONU- , el resto de Serbia y Macedonia.

La OTAN y el ejército yugoslavo firmaron el lunes un acuerdo que permitió a cientos de soldados yugoslavos y policías serbios retornar a la zona, de cuyos 100.000 habitantes, 70.000 son albaneses y 30.000 serbios.

La presencia de las fuerzas yugoslavas debería frenar la penetración de la insurgencia albanesa en la región y Macedonia y bloquear el ingreso de armas a la zona vigilada, algo que la OTAN no logró en Kosovo.

La OTAN no logró desarmar al Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) y éste opera tanto en Kosovo como en Macedonia.

«Como no desarmó a los terroristas albaneses, la comunidad internacional no puede limitar con eficacia las acciones» de los insurgentes, declaró el viceprimer ministro de Serbia, Momcilo Perisic, a IPS.

La zona de seguridad original, de cinco por 90 kilómetros, se creó en junio de 1999, luego de los bombardeos de la OTAN contra Serbia. Fue entonces cuando la alianza militar asumió la responsabilidad de vigilar la fontera de Kosovo con el sur de Serbia.

Pero el movimiento de armas y municiones continuó, ya que policías serbios poco armados eran las únicas fuerzas de seguridad permitidas en la zona, llamada la «franja de Gaza serbia».

Los policías serbios que patrullaban la zona se convirtieron en fáciles objetivos del Ejército de Liberación de Presevo, Medvedja y Bujanovac (UCPMB), cuyo nombre refiere a los tres municipios locales. La meta del UCPMB es unir la región con Kosovo.

Enfrentamientos esporádicos causaron la muerte de decenas de personas en los últimos 12 meses en la zona de seguridad. Belgrado no ha reprimido a los rebeldes y prefirió la negociación y la cooperación con la OTAN como vía para resolver el problema.

«Nuestra actitud es totalmente distinta», al del anterior régimen de Slobodan Milosevic, declaró a IPS Nebojsa Covic, director del estatal Comité Coordinador para el Sur de Serbia.

«Ahora que Milosevic ya no está en el poder, no hay posibilidades de que libremos otra guerra. Haremos lo que sea para evitar dicha situación», agregó.

Milosevic fue expulsado del poder en octubre, tras perder las elecciones generales. En los últimos 10 años, llevó a Serbia a librar cuatro guerras. Dicha política provocó las 11 semanas de bombardeos de la OTAN contra Serbia en 1999, y la cesión de Kosovo a esa alianza y a la ONU.

«Lo bueno es que la OTAN finalmente se percató de que los albaneses de Kosovo son su mayor problema», agregó Perisic.

En Macedonia el insurgente Ejército de Liberación Nacional combate desde el miércoles a los soldados macedonios en el pueblo de Tetovo. De los dos millones de habitantes de esta antigua república yugoslava, actualmente independiente, al menos 500.000 son de origen étnico albanés.

«Que el conflicto se haya derramado hacia Macedonia muestra que OTAN debe pagar el precio por la falta de una estrategia clara tras los bombardeos aéreos de 1999», dijo Miroslav Hadzic, del Centro de Relaciones Cívico Militares de Belgrado.

«La aventura de la OTAN terminó en un fiasco en Kosovo, y su actitud permitió que el UCK penetrara en el sur de Serbia y en Macedonia. Esto es más complicado que una simple rebelión. Es el intento de crear un gran Kosovo», sostuvo.

Mientras, en el pueblo de Trnava, dentro de la zona de seguridad, soldados yugoslavos y oficiales británicos supervisaron la vuelta de las fuerzas de seguridad serbias a la zona el miércoles.

Los antiguos enemigos ahora pertenecen al llamado Comité de Aplicación Conjunta, escudriñando los mismos mapas y observando el despliegue de las fuerzas yugoslavas.

«La cooperación marcha sin problemas», dijo a IPS un capitán británico.

«No hay por qué recordar lo ocurrido en el pasado. Este es el comienzo de la cooperación que propiciará el retorno de la zona de seguridad a nuestras manos», comentó el teniente coronel yugoslavo Radoje Paunovic.

El próximo paso será el comienzo de negociaciones entre Belgrado y el UCPMB. «La primera reunión se celebrará la semana próxima», informó el general Carlo Cabigiosu, comandante de las fuerzas de la OTAN en Kosovo. (FIN/IPS/tra-en/vpz/mn/aq/ip/01

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