AMERICA CENTRAL: Gobiernos optimistas, activistas críticos

Representantes de los gobiernos de América Central coincidieron, en una reunión realizada hasta hoy en la capital española, en su optimismo sobre el desarrollo de la región, mientras organizaciones no gubernamentales criticaban los planes de cooperación internacional.

A la reunión del Grupo Consultivo realizada esta semana, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) asistieron los presidentes Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, Carlos Roberto Flores, de Honduras, Arnoldo Alemán, de Nicaragua, y Francisco Flores, de El Salvador.

El Grupo Consultivo fue constituido en diciembre de 1998 en la sede del BID en Washington, para coordinar acciones de apoyo a los países centroamericanos tras la devastación causada por el huracán Mitch ese mismo año.

También concurrieron los vicepresidentes Juan Francisco Reyes, de Guatemala, y Arturo Villarino, de Panamá, y el primer ministro de Belice, Said Musa.

Estuvieron presentes, así mismo, el presidente del BID, Enrique Iglesias, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, y Maj Inger Klingvall, ministro de Cooperación Internacional de Suecia, quien asistió en representación de la Unión Europea.

Además, participaron medio centenar de delegaciones de países donantes, instituciones financieras multilaterales, agencias de la Organización de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales.

En mayo de 1999, el Grupo se reunió en Estocolmo, con la participación de Canadá, Alemania, España, Suecia y Estados Unidos en calidad de cooperantes, a los que luego se agregó Japón. Ese grupo coordinó los planes de cooperación internacional.

Iglesias dijo a IPS que los efectos positivos de esa acción ya se hicieron notar, con el apoyo a la reconstrucción de las zonas afectadas, la construcción de infraestructura, la solidaridad con la población y las inversiones productivas.

Entre las acciones positivas se destacaron en Honduras, el país más afectado por el huracán, la reconstrucción de los sistemas de agua potable, de saneamiento y de caminos, la reactivación del sector agrícola y el manejo de cuencas en zonas de alto riesgo medioambiental.

En Nicaragua se apreciaron progresos tangibles en los valles del Motagua y el Polochic, y en El Salvador en el valle del río Lempa. Por eso, el Grupo de Estocolmo consideró que la reconstrucción está avanzando considerablemente, «aunque todavía falta mucho para que llegue a su término».

Los gobiernos y las instituciones oficiales destacaron la participación de la sociedad civil, pero las propias organizaciones no gubernamentales manifstaron no compartir esa opinión.

La Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa hizo llegar un mensaje a la reunión en el que señala que «la lógica del mercado ha imperado en la materialización de la ayuda». Por ello, «la oportunidad que se diseñó en Estocolmo no ha pasado de ser una mera declaración de buenas intenciones».

Como ejemplo, la Red citó la actitud del gobierno español, que en Estocolmo acordó una ayuda de 538 millones de dólares para el periodo 1998-2001, ubicándose como el segundo mayor donante después de Estados Unidos.

Pero, señala la Red, «la diferencia es que las cifras de todos los otros países se materializaban en donaciones al 100 por ciento, mientras que 84 por ciento de la cifra aportada por el gobierno español son créditos.

Como resultado, la deuda con España de los países centroamericanos aumentó más de 40 millones de dólares, según la Red.

Las organizaciones no gubernamentales Oxfam Internacional e Intermon distribuyeron un documento crítico durante la reunión señalando que el mero alivio de la deuda externa es insuficiente para reconstruir América Central.

Lo que se debe establecer es que el servicio de la deuda no supere 10 por ciento del ingreso fiscal de los gobiernos, agregaron.

Otro aspecto reivindicado es la participación de la sociedad civil.

El obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, dijo en la reunión plenaria que es preciso reconstruir la esperanza de la gente, de la familia y de la comunidad, para que ésta «se vuelva protagonista y se convierta en interlocutora real del poder local».

Por eso trasladó a los reunidos una demanda de organizaciones no gubernamentales de su país: que se cree un mecanismo en el que estén representados el gobierno y los diversos actores del país con participación social y de género «que interactúe con una instancia internacional de los países cooperantes».

Su objetivo, destacó, «es garantizar el fiel cumplimiento de los compromisos emanados de Madrid y del plan de reconstrucción».

Oxfam sostuvo que Nicaragua tiene la relación entre deuda externa y producto interno bruto más elevada del mundo. Además, agregó, la deuda externa por persona de Honduras asciende a más de 900 dólares.

Pero el presidente Alemán dijo que la región vive un momento histórico. «Por primera vez en casi 180 años de vida republicana, nuestras naciones, sin excepción, gozan de paz y democracia, así como de economías de mercado», expresó.

Tras reconocer las dificultades y la pobreza, Alemán se mostró convencido de que «la integración regional es la ruta correcta para alcanzar mayores y mejores niveles de vida, con sostenibilidad, equidad, igualdad de oportunidades y dignidad humana». (FIN/IPS/td/mj/dv/01

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