AGRICULTURA-EUROPA: La aftosa llegó al continente

La fiebre aftosa llegó al continente europeo y desató una alarma generalizada, al detectarse hoy cuatro casos en el ganado de Francia, tres semanas después del estallido de la epizootia en Gran Bretaña.

Aunque la aftosa no representa un peligro para los seres humanos, salvo en contadas excepciones y con efectos benignos, se propaga con rapidez entre los animales. Las reses afectadas pierden peso y reducen su producción de leche, y las llagas que presentan las vuelven propensas a contraer otras infecciones.

El brote en el continente fue confirmado en una granja de la localidad de La Baroche, noroeste de Francia. Las cien vacas lecheras del establecimiento fueron sacrificadas, al igual que se había hecho el lunes con 107 reses en Normandía, ante la sospecha de que seis de ellas estuvieran infectadas de aftosa.

Mientras en Gran Bretaña las autoridades se plantean el sacrificio de medio millón de ovejas, en España el Ministerio de Agricultura y Ganadería dispuso la inmovilidad de los rebaños, con la excepción de aquellos que, debidamente controlados por los organismos sanitarios, sean llevados directamente a los mataderos.

Las ovejas que serían sacrificadas en Gran Bretaña están pastando en zonas invernales y en poco tiempo deberían regresar a sus respectivas granjas, situadas a mayor altura, para ceder los valles bajos a los bovinos.

El temor de los británicos es que ese movimiento de ida y vuelta favorezca la propagación de la epizootia a todo el país, pues no basta con impedir que los animales convivan para que se produzca el contagio. Los virus de la aftosa se transmiten por el aire y su período de incubación es de dos meses, afectando a ovinos, porcinos y vacunos.

Tanto es el temor al contagio que en toda Europa se pusieron en práctica medidas de desinfección, que incluyen a los viajeros, que deben pasar por alfombras con desinfectantes, a los vehículos y trenes y a sus cargas. También se requisa en los puestos fronterizos los alimentos que porten los viajantes.

La naciente epizootia de fiebre aftosa se suma a la crisis provocada por el llamado mal de las vacas locas, o encefalopatía espongiforme bovina (EEB), que ha llegado a contagiar a un guepardo en un zoológico, en Francia.

El animal, nacido en Francia en 1992 de padre de Gran Bretaña y madre de origen sudafricano, fue sacrificado el lunes, tras detectársele los primeros síntomas de EEB.

La Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria informó de que el animal había sido alimentado, en parte, con carne de vacuno procedente de confiscaciones en mataderos o de partidas no comercializadas.

Hasta ahora, las medidas adoptadas contra la EEB en Gran Bretaña y en otros países, como Italia, España, Portugal y Francia, afectan a los animales infectados o sospechosos de estarlo, que son sacrificados e incinerados.

Pero también se comienzan a plantear otras medidas, de más largo plazo y de hondo calado, como la reforma de la Política Agraria Común (PAC).

Se trata de un sistema legal y financiero que regula las condiciones sanitarias de la producción agrícola y ganadera de los 15 países que integran la Unión Europea (UE) y que incluye subsidios multimillonarios para los granjeros.

De hecho, esos subsidios absorben casi la mitad del presupuesto total de la Comisión Europea, el organismo ejecutivo de la UE.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Miguel Arias Cañete, afirmó que la propagación de enfermedades en los rebaños impondrá una nueva forma de producción en el campo europeo. Por ello, dijo, se tendrá que reformar la PAC.

La PAC deberá revisarse, además, como resultado de acuerdos que están en discusión en la Organización Mundial del Comercio, que supondrán una apertura de los mercados y la reducción de los subsidios. (FIN/IPS/td/ff/dv/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe