SALUD-GABON: Aumento del VIH/sida revela fallas de prevención

El veloz aumento en Gabón de la propagación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), reveló el fracaso del programa nacional contra esa enfermedad.

Un ciudadano de Gabón es infectado por el VIH cada tres horas, lo cual significa ocho nuevos casos por día en el país, de 1,2 millones de habitantes, según datos divulgados por el Ministerio de Salud Pública y Población.

Más de la mitad de los habitantes del país residen en Libreville, donde la tasa de infección aumentó de 4,3 a 6,8 por ciento y hay casi 31.000 infecciones registrados en la población de entre 15 y 49 años de edad.

«Ya no podemos cerrar los ojos ante el hecho de que la tasa de infección aumenta y la gente lamenta cada día más muertes de sus seres queridos», señaló el médico Julien Mezui, del Programa Nacional contra el Sida y otras Enfermedades de Transmisión Sexual (PNLS/MST, por su sigla en francés).

El PNLS/MST indicó en un informe dado a conocer en diciembre que el VIH afectaba a 7,6 por ciento de la población del país de entre 18 y 45 años de edad, que es la que se considera sexualmente activa según criterios oficiales. En 1998, la tasa de infección en ese grupo era sólo 1,8 por ciento.

Hasta la divulgación de esos datos, los funcionarios del Ministerio de Salud no habían dado muestras de que percibieran el peligro que representa el VIH para la población.

«Gabón se muere», afirmó Sidonie Siaka, presidente de la Asociación Gabonesa para Asistir a Personas que Viven con VIH y Sida.

La opinión pública culpa de la situación al gobierno, porque piensa que las autoridades ignoraron en forma deliberada el problema y no quisieron adoptar medidas adecuadas para afrontarlo.

Gabón es uno de los pocos países de Africa subsahariana que posee desde los años 80 una política contra la propagación del sida entre los pobres y otros grupos de riesgo, pero los recursos destinados a asistir a las personas afectadas han sido mal administrados.

Los indicadores de salud en el país continúan en niveles mediocres y el sistema de salud pública presenta diversas ineficiencias, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El gasto destinado a salud pública fue 54,4 por ciento del presupuesto nacional en 1990, 60,5 por ciento en 1995, 57,7 por ciento en 1997, y casi 61 por ciento el año pasado, pero los servicios no han mejorado, apuntó esa agencia.

El gobierno adoptó tres medidas de emergencia tras la difusión del ultimo informe del PNLS/MST. La primera fue un plan para detener la propagación del VIH, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH-Sida.

También se decidió establecer un centro para el tratamiento ambulatorio de personas infectadas por el VIH, que comenzará a funcionar a fines de este mes.

La tercera medida fue crear un fondo de solidaridad para el tratamiento de los afectados de 1,4 millones de dólares, aportados en su totalidad por el presidente Omar Bongo, que pronto estará disponible.

En la actualidad existe un importante grado de desigualdad en el acceso a los medicamentos antiretrovirales, que hacen más lento el avance de la enfermedad.

«Las personas infectadas más pobres no pueden pagar ese costoso tratamiento», señaló Fernande Ossouami, una enfermera del Hospital General de Libreville.

La pandemia de sida afecta a las familias, que son «el componente fundamental de la economía en Gabón», indicó Lydie Martins, de la oficina del PNUD en Libreville.

«El impacto del VIH-sida reduce los ingresos de los hogares, al disminuir la productividad de sus integrantes. En algunos casos, es posible que las familias se vean obligadas a vender sus propiedades para compensar la pérdida de ingresos y pagar servicios médicos», añadió.

Es probable que los efectos adversos de la pandemia sean un gran obstáculo al desarrollo del país durante años, aun si las medidas preventivas dispuestas desde diciembre dan resultado.

«Urge adoptar acciones audaces y coordinadas. Debemos emplear todos los medios a nuestro alcance para impulsar un cambio significativo en la conducta sexual de los jóvenes», opinó el ministro de Salud Pública y Población, Faustin Boukoubi. (FIN/IPS/tra-eng/al/sz/da/mp/he/01

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